Un Marido ideal

Capítulo 21

 

 

Capítulo 21

 

Nota del día:

Ningún sufrimiento es en vano.

 

Restriego mis piernas por encima del césped húmedo, hoy tuve que venir a presentar uno de mis proyectos finales y decidí quedarme un rato a pasar el tiempo. Tal vez pensar, aunque no entiendo por qué tengo que entregar presencial si he tomado todas las clases online, supongo que es esa es parte de la burocracia que no entiendo.

Pero, en fin, así es la vida.

Me acuesto a la sombra del árbol detrás de mí, respiro profundo, siento el aire llenar mis pulmones, extender mi caja torácica y salir por mi nariz. Me siento espléndidamente bien.

—¿Qué haces aquí? —Un gran cuerpo se atraviesa entre mi aire fresco y yo.

—¿Quién eres? —Me tengo que sentar para poder verlo. Me parece conocido, pero no sé quién es.

—Soy Daniel —Me tiende la mano, la situación se está tornando un tanto rara —, Mike no nos ha presentado.

—Hola Daniel. —Le devuelvo el saludo. Acabo de recordar quién es.

—¿Me puedo sentar? —Señala mi lado.

—Por supuesto. — Me aparto, aunque no es necesario.

—¿Qué haces aquí? —Deja caer lo que lleva en las manos.

—Tomo el aire, un poco de sol y doy por terminadas mis materias —Se sienta a mi lado —, ¿y tú?

—Entregando los proyectos finales. —Asentimos casi al unísono.

—¿Qué estudias? —Supongo que ya que estamos, podemos mantener una conversación.

—Finanzas. —Parece sonreír.

—Chico inteligente. — Estoy impresionada, los números no son para todo el mundo.

—Se me dan bien los números, así que decidí hacer lo que se me da bien y me gusta.

—Es una excelente decisión, si es así.

—¿Qué haces aquí? —Vuelve a preguntar, lo miro sin entenderle —, no me refiero aquí, aquí…

—¿Ah no? — Me cae bien, no se anda por las ramas y no es mal educado.

— Me refiero, a que casi te tienes que ir, y estas aquí, tirada sola en la sombra de un árbol en vez de estar con tu esposo.

—¡Ah, eso! — Me vuelvo a recostar —, tenía que venir y decidí pasar unos minutos a solas. Estoy acostumbrada a la soledad, pero últimamente se siente diferente.

»Sólo quería saber si ese sentimiento era producto de mi imaginación o de verdad ya no me siento sola.

—Lenon dice que eres rica. —Cambio drástico de tema.

—Millonaria —Le corrijo sin querer parecer una snob —, pero eso no es importante. Sólo tengo dinero.

—Creí que las personas con suficiente dinero como para no tener trabajar, ya eran felices.

—Mientras crecía, yo creí lo mismo, luego empecé la adolescencia y solo era invitada a las fiestas cuando eran en mi casa o cuando salía en una revista importante o cuando habían paparazis cerca. — Me encojo de hombros — Supongo que era famosa y daba buenos regalos, pero no tenía amigos reales ni nada parecido.

—¿Y cómo terminaste aquí?

—Situaciones de la vida. Quería intentar empezar una vida normal y lo hice.

—Pero te vas.

— Pero me voy — repito sus palabras, sigue siendo extraño escucharlo —, mi antigua vida me alcanzo. No sabía lo que era tener amigos verdaderos o un lugar al que volver siempre que me fuera mal, y aquí lo tengo. Supongo que desde una perspectiva filosófica, obtuve lo que vine a buscar: felicidad.

—¿De qué te sirve si te vas? — Pone su mano en mi hombro derecho, supongo que intenta consolarme.

—Es mejor tener y haber perdido, que no haber tenido nunca —cito una de mis frases favoritas.

— Lord Alfred Tennyson. —murmura el nombre del autor. Inteligente con los números y las frases.

—Palabras más, palabras menos, pero sí.

Nos quedamos en silencio. Él también se recuesta a mi lado. En determinado momento, le pego un puñetazo en el brazo más cercano a mí.

—¿Y eso por qué? —Se pasa la mano como si de verdad le hubiese dolido.

—Por todas las veces que te pegas con Mike y termina muy mal.

—Él también me destroza. —Se defiende.

—Lo siento —Le paso la mano por donde antes le había pegado —, por unos segundos me ganaron los recuerdos.

—Es bueno que lo defiendas, él suele defender a los demás.

» Siempre es controlado dentro del ring, no importa lo mucho que lo provoques. Mike siempre tiene la cabeza sobre los hombros, supongo que por eso me gusta pelear contra él. El daño es consciente; hace unos años tuvimos una situación difícil, yo la tuve.

»Estuve envuelto en cosas de pandillas, me desfiguraron casi todo el cuerpo —Eso explica las mangas largas con el calor que hace —, pero ya lo tenía asumido. Veo como los demás me miran raro todo el tiempo. En esa ocasión un grupo de chicas paso por delante de nosotros, elogiaron a Mike, pero dijeron estupideces sobre mí.

»A ese punto yo no me inmutaba, he recibido tantos golpes que finalmente se me hizo una coraza fuerte; él se molestó muchísimo, rechazo la invitación de una de esas chicas y casi las obligo a pedirme perdón, luego pidió que subamos al ring. Nunca lo había visto así, fue un completo animal, ese día nos hicimos mucho daño; luego me dijo que no recordaba nada de lo que paso y le creo, estaba hecho una furia. Hace unos meses volvió a pasar, así que investigue que había pasado, si tenía algún problema, tal vez, y hay me entere de ti.

» Te estaban molestando. Entendí porque Mike había perdido el juicio. Él no se enoja por si mismo, pero si por el resto del mundo.

—Recuerdo como llego esa vez, se veía muy mal. — Ahora tiene más sentido ese día.

—¿Tú estás bien?, ¿te siguieron molestando?

—Me cambie a las clases online, y no se me han vuelto a acercar.

—Escuché que Mike se había acercado a ellas.

—Yo no sabía. —¿Cómo no amarle?

—Deja que Mike te cuide, él puede hacerlo, nunca se ha enamorado y le sienta muy bien estarlo.

»Deja que al menos lo intenté.

—Tú lo has dicho Daniel, él siempre cuida a los demás. Ahora yo lo voy a cuidar a él. —No sé porqué tengo que explicarme, pero siento la necesidad de hacerlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.