En ese instante, Ersaí mira las llaves, y luego mira la fundación, la cual sus padres son los máximos socios y fundadores de eso, y dice en voz baja:
— Sera un préstamo, si... yo lo devolveré pronto.
De pronto, Ersaí escucha la voz de una niña de cuatro años, la cual es vecina de él, diciendo dentro de la casa:
— ¡No lo hagas! ¡Regrésate!
Sorprendido, Ersaí mira la casa donde vive la niña y su familia, y expresa:
— ¡Julieta!... será mejor desistir de esta locura y conquistar a Mónica de otra manera...
Ersaí vuelve a su casa, y llega hasta su habitación caminando muy lento, para que nadie vea que salió, y se acuesta en su cama, pero se olvida de dejar las llaves de donde las cogió...
Minutos después, Ersaí da vueltas en la cama, y se da de cuenta que se le olvido dejar las llaves de la fundación, y las saca de nuevo de su bolsillo, y dice:
— No voy a tener otra oportunidad como esta...
El día siguiente, Ersaí viene llegando del centro de la ciudad con un regalo extremadamente costoso para Mónica, y cuando está a punto de llegar al barrio Pance, una moto con dos hombres abordan el taxi en donde el viene, y le roban la caja de regalo. Apuntándole con un arma de fuego. Y se van en la moto.
De inmediato, Ersaí pone sus dos manos en la cabeza, y quiere culpar al taxista del robo, pero el taxista se va rápidamente de ese lugar...
Con mucha preocupación, Ersaí dice:
— No puede ser, no puede ser. Me fuera llevado el carro de mi papá... ¿ahora qué?... ese taxista tuvo que a ver ayudado para que me robaran esos dos...
Ersaí se va caminando hasta el barrio pensando en el robo que tuvo, y ve desde lejos que ya empezó la fiesta de hermandad, y todos los vecinos y personas importantes están en la fundación y en los alrededores...
En ese momento, los padres de Ersaí y otros fundadores, le dan comida a los más necesitados. Cuando en una de esas, Consuelo ve a su hijo desde lejos, y le grita, diciéndole:
— ¡VEN ACA Y AYUDANOS!
La cabeza de Ersaí le duele de tanto pensar en todo lo que ha pasado, que su madre tiene que volverlo a llamar para que ayude con la comida.
Ersaí está junto a los demás repartiendo comida. Cuando su madre le dice al oído:
— No los hagas quedar mal, ¿acaso no ves como los hijos de los demás fundadores de esto están ayudando?
— Si, tranquila mamá.
— Compórtate, nosotros somos los líderes de todo esto, no quiero que salga nada mal.
Ersaí le entrega una caja de comida a un habitante de calle, y este le dice:
— Muchas gracias.
— De nada señor.
Inés se acerca a su hermano, y le pregunta:
— ¿Qué andabas haciendo que te perdiste tanto tiempo?
— Cosas personales.
— Oh, ¿qué será que andabas haciendo?
— Inés, no te metas en lo que no te importa.
Ersaí ve a la mamá de Adolfo sola, y le pregunta a Inés:
— ¿Has visto a Adolfo?
— ¿Estás loco?
— ¿Por qué dices eso? Solo te hice una pregunta.
— Adolfo se quedó en España.
— ¿Qué? Eso no puede ser.
— Si que es, el no vino.
— Yo hable con el ayer en la noche.
— ¿Por teléfono?
— No, aquí en la calle.
Inés se pone a reírse de su hermano, diciéndole:
— Uy, Ersaí, con quien te estas juntando que ya andas viendo lo que no es, ¿o ese amor por esa joven te tiene así? Adolfo no vino, y creo que por estos tiempos ni vendrá.
De inmediato, Ersaí piensa:
"No, lo que vi fue real"
Inés ve a Mónica y luego pone su mano izquierda en el hombro derecho de Ersaí, diciéndole:
— No te voy a negar que esa joven es una de las mujeres más bonitas del barrio, pero ten cuidado, ten tu cabeza puesta en tu lugar...
Minutos después, los padres de Ersaí junto otros vecinos fundadores, se disponen abrir la caja donde está todo el dinero que recogieron durante varios meses. Cuando Ersaí se preocupa aún más, y se pone su mano derecha en su frente...
En ese instante, Joaquín abre la caja, y siendo el primero en ver por dentro, le da un dolor en su pecho, y les dice a los demás que no hay nada.
Todos se quedan estupefactos y se abalanzan a ver dentro de la caja, y se enteran con sus propios ojos que no hay nada, y se quejan de robo, y siente mucho dolor e impotencia. Cuando Eli, la mejor amiga de Clara; saca su teléfono y va a donde están las familias fundadoras de la fundación, y les dice a todos:
— ¡Yo se quien robó el dinero de los más necesitados!
Las familias se le volcán a Eli, para que les diga quien fue. Cuando esta les dice:
— Esperen, esperen, no me acosen así, esperen, esto es muy delicado, yo les voy a mandar el video a cada uno de ustedes por medio de WhatsApp.
Las familias siguen presionando a Eli para que diga quien es. Cuando esta le envía el video a cada uno de sus celulares, y dice:
— Esto lo gravé anoche, porque yo vi muy sospechoso a ese muchacho.
En ese momento, Joaquín y Consuelo, y todos los vecinos, se dan de cuenta que Ersaí robo el dinero, y Joaquín grita:
— ¡ERSAÍ!, ¡¿PORQUE NOS HICISTE ESTO?!
A Consuelo se le sube la presión de tanto enojo que le dio, mientras todos los vecinos quieren pegarle a Ersaí por hacer tal infamia.
Ersaí mira a Maleja y a su hija, y luego mira a sus padres, diciendo:
— ¡Perdónenme!
Todos miran mal a Ersaí, y mientras Inés, Clara y los Gutiérrez, atienden a Consuelo, Joaquín le vuelve a gritar a su hijo, diciéndole:
— ¡VAMOS A LA CASA!
En ese instante, Ersaí le hace caso a su padre, y se va con él a la casa. Cuando Consuelo le expresa a su hija:
— Vamos nosotras también.
Clara le dice a Consuelo:
— Mejor quédate aquí, nosotros te atenderemos.
— No, yo voy para allá.
Eli alcanza a murmurar, diciendo:
— Pobre Consuelo, le salió hijo ladrón.
Inés y consuelo se enojan aún más, y se van también para la casa...
Joaquín abre la puerta de su casa y entra, y espera que Ersaí entre, y cuando lo hace, Joaquín le da una cachetada a su hijo, diciéndole: