Consuelo y su hija también entran a la casa y con gran indignación le dicen a Ersaí, que, porque hizo eso, y las dos no le dejan hablar, porque las dos se abalanzan encima de Ersaí.
De inmediato, Joaquín le expresa a Consuelo y a Inés:
— Dejen que este hable, a ver que tiene que decir contra ese video que vimos todo y el robo del dinero.
Con lágrimas en su rostro, Ersaí intenta hablar, pero en segundos su padre se acuerda de la humillación y vergüenza que le ha hecho pasar su hijo, y no lo deja hablar, diciéndole:
— No te quiero ver en esta casa, nunca nadie nos había humillado y mancillado el apellido Cardona, como lo has hecho tu.
Consuelo recupera su salud un poco, y le expresa a su hijo:
— Tu padre tiene toda la razón, ahora mismo somos el hazme reír de todo este barrio.
Inés le dice a su hermano:
— Si necesitabas plata, porque no se la pediste a mi padre.
Ersaí agacha la cabeza. Cuando su padre le pregunta:
— Todavía hay una oportunidad, de por lo menos salvar un poco el honor de la familia. Danos el dinero Ersaí, porque ese dinero era para unas personas que realmente lo necesitan.
— Yo compré un anillo con el dinero. Y me robaron el regalo unos hombres que venían en moto.
Los padres de Ersaí se ponen las manos en la cabeza. Cuando Joaquín le dice a su hijo:
— Olvídate de universidad, olvídate del dinero que te iba a dar, olvídate de herencia, olvídate de esta casa, olvídate de nosotros, quiero que hagas tus maletas, y te vayas de esta casa, pero ahora.
Consuelo también le expresa a su hijo:
— Si, es mejor que no estés aquí.
En ese instante, Ersaí se va rápidamente para su habitación, y como le dijo su padre, comienza a meter su ropa en una gran maleta...
En la sala, Inés les dice a sus padres:
— ¿No creen que se les paso la mano echando a Ersaí?
Joaquín sigue muy furioso, y le responde a Inés:
— Si quieres te aplico lo mismo que a tu hermano, y se van los dos, y así le haces compañía.
— Yo solo decía, la calle es dura, y él es tu hijo.
— No más Inés, tu hermano se va, y punto.
Media hora después, Consuelo entra a la habitación de su hijo, y le tira unas llaves en la cama, diciéndole:
— Esto es para que no vayas a la calle.
Ersaí coge las llaves, y le dice a Consuelo:
— Perdóname mamá.
— Esto no se soluciona con perdón, nos hiciste un gran daño a nuestra reputación ante todos nuestros vecinos, ¡mira! Esas llaves son de la casa de tu tía Martha, aprovecha que ella está en Europa y me dejo a cargo de esa casa.
— Ciudad Jardín, queda lejos.
— ¿Es eso o la calle?
— Bueno.
Minutos después, Ersaí va saliendo con su maleta, y solo ve a su hermana y a su madre, y se despide de ellas, pero Consuelo voltea su rostro para mirar a otra parte. Cuando Inés abraza a su hermano, y luego se devuelve a donde estaba.
Ersaí llora y va saliendo de la casa. Cuando ve desde lejos a Maleja y a su hija Mónica, y este siente mucha pena.
Camilo se acerca a Ersaí, y le dice:
— Ersaí, no pensé que llegaras a tanto.
— Cometí un error, y tengo que pagar.
— ¿Así te fue de mal con tus padres, que te echaron de la casa?
— No quiero hablar más de eso.
Eli y demás vecinos comienzan hablar de lo que hizo Ersaí, y este escucha, y camina hacia La calle para irse de ese lugar, y ve a Mónica desde lejos que se entra a su casa. Pero Maleja se queda afuera.
En ese instante, Ersaí está muy avergonzado, y ve que Maleja viene a él, y le dice:
— Con lo que hiciste...
— Si, yo sé, perdí toda oportunidad con su hija.
— Pero muchacho, no entiendo porque hiciste eso, si tu familia tiene de que vivir.
— Cometí un error, y caí en la tentación de lo que me dijo Adolfo.
— ¿Quién es Adolfo?
— No, deje así.
Desde lejos, Eli le dice a su mejor amiga Clara:
— Estas viendo, los cardona son la familia que más tienen, y quieren tener más, ahora mandan a su hijo a robar.
— No hables así.
— ¿Y porque no? Todos vieron como yo descubrí a Ersaí con ese video, la familia cardona es una ladrona.
— Pues, a mí me pareció que Consuelo y Joaquín reaccionaron como unas personas que no sabían nada.
— Quizás; de pronto, pero aún no estoy tan convencida.
— ¿Acaso no viste como nos tocó atender a Consuelo, esa mujer casi le da un infarto con eso... ¡y mira esas maletas! A Ersaí lo echaron.
— Puede ser alguna estrategia como para pasar la pena con todos nosotros.
Clara se molesta con su mejor amiga, y le expresa:
— Me voy, hay veces te pones insoportable.
— ¿Porque digo la verdad?
Clara se va del lado de Eli, mientras Ersaí se despide de Maleja y coge un taxi, y se va del barrio.
Inés ve que su hermano se fue desde la ventana, y llora un poco, y luego se va a decirle a su madre. Cuando la escucha hablando por teléfono...
En ese instante, Consuelo le dice a su hermana Martha:
— Gracias hermana por aceptar a Ersaí que viva en tu casa.
— Es un gusto para mí, además, mi sobrino cuidara mi casa muy bien.
— Oh, sí.
— Pero me parece muy extraño que Ersaí se vaya a vivir solo a Ciudad Jardín, ¿ha pasado algo que no me quieras contar?
Consuelo se acuerda de la vergüenza que le hizo pasar su hijo, y le miente a su hermana, diciendo:
— Nada, es para que comience a tener responsabilidad, ya que está cerca de graduarse, y en un futuro no muy lejano, tenga su esposa e hijos.
— Bueno, bueno, si no me quieres decir, dejemos así, te cuidas.
— Lo mismo.
De inmediato, Inés entra a la habitación de su mamá, y le dice:
— Ersaí ya se fue.
— Que bien, ahora el aprenderá lo que nos hizo pasar con nuestros vecinos.
— Eso no se escucha bien, y viniendo de ti.
— Pues, Ersaí se lo buscó.
Joaquín entra a la habitación. Cuando Inés los deja solos, y Consuelo le dice a su esposo: