Con las piernas y rodillas temblando de miedo, Ersaí ve que el habitante de calle lo mira mal e intenta decir algo. Cuando este le dice:
— Gracias por ayudarme con la policía.
Sorprendido, Ersaí responde:
— De nada, si usted necesita alguna ayuda, de lo que sea, y si yo puedo, yo le ayudaré.
— Puedes dormir a donde tú quieras.
— Gracias. Este lugar está muy bonito para pasar la noche.
— Oh, si... este sector es mi favorito.
Ersaí se sienta en el otro espacio que le gustó, y le pregunta al hombre de la calle:
— ¿Cómo te llamas?
El habitante de calle se sienta también, y mira a Ersaí, y le responde:
— Me dicen navaja, alias navaja, pero mi nombre real es Guido Bustamante.
De inmediato, Ersaí extiende su mano derecha hacia Guido, diciéndole:
— Mi nombre es Ersaí.
Guido coge la mano de Ersaí en forma de saludo, y le expresa:
— ¡Ersaí! ¿Acaso no tienes miedo de mí, que me das tu mano?
— Ahora no, peo hace unos minutos atrás, sí.
— Pues, te recomiendo que me tengas miedo, porque la gente no le gusta y nunca le ha gustado estar cerca de mí, porque tienen miedo que los apuñalee, y tienen razón.
— ¿Por qué terminaste en la calle?
— Porque me dedique a meter vicio y a robar todo lo que había dentro de mi casa, hasta que me echaron a la calle, más bien, yo mismo me tire a la calle, ya llevo como veinte años en la calle.
Sorprendido de ver a Guido y de todo el tiempo que lleva en la calle, Ersaí le pregunta:
— ¿Y cómo has hecho para sobrevivir por tanto tiempo?
— Solamente te puedo decir, de todo un poco, he hecho de todo un poco... ¿y tu porque estas acá?
— Ah... yo cometí un grave error, y le pedí perdón a mi familia, pero ellos no me perdonaron... un error que nunca jamás quisiera repetir.
Guido saca un cigarrillo muy extraño, y le dice a Ersaí:
— ¿Quieres de esto?
— No, eso es malo para los pulmones.
— Tú te lo pierdes.
Guido se desequilibra un poco y enciende el cigarrillo, y comienza a fumar. Cuando le pregunta a Ersaí:
— ¿Cómo vas hacer para recuperar mi navaja?
— ¿Qué dices?
— Mi navaja, tú tienes la culpa que yo haya perdido mi navaja... mi navaja no aparece por ningún lado y yo necesito defenderme.
Ersaí comienza a preocuparse nuevamente, y le responde a Guido:
— La navaja se la llevó la policía.
— ¿Cuál policía? Yo no veo policía.
— Acaban de irse hace unos minutos, ellos se llevaron su navaja.
— No, no, no, de vuélveme mi navaja...
Guido agacha su cabeza y sigue fumando, y se quedó callado por cuatro minutos, mientras Ersaí dice en voz bastante baja:
— Me va tocar dormir en otra parte a penas se duerma, este hombre esta como loco.
Guido vuelve en sí, y mira otra vez a Ersaí, diciéndole:
— Tengo muchos enemigos, enemigo que me quieren hacer daño.
— ¿Quiénes?
— Están por todas partes.
Ersaí mira la calle y las esquinas, y no ve a nadie, y le pegunta a Guido:
— ¿A dónde?
— ¿Acaso no los ves?
— No.
— Ellos esperan a que yo me duerma para atacarme y matarme, por eso yo siempre ando con mi navaja... ella es mi mejor amiga, me ha salvado de muchos conflictos, me ha librado de mis enemigos, por eso es que yo necesito mi navaja...
En ese instante, Guido comienza a dormirse, hasta que en segundos se queda dormido.
Al ver eso, Ersaí se levanta para irse a otra parte, pero se detiene y mira dormir a Guido, y dice:
— Bueno, ojalá se quede así hasta que amanezca...
Ersaí vuelve a sentarse y se recuesta en ese lugar, y en minutos también se queda dormido...
Diez minutos después, Ersaí comienza a tener una pesadilla, que un perro grande y negro se le va a tirar encima, y de inmediato se despierta, y mira a Guido dormido, y piensa en lo que le dijo la mujer policía, y dice en voz baja:
— Sera mejor alejarme un poco, no sea que cuando me descuide se me lance encima para acabarme.
En ese instante, Ersaí se levanta de donde esta, y se va hacer bastantes metros lejos de Guido, y aún más cubierto, porque siente caer un sereno por unos momentos...
Ersaí se acomoda en su nuevo lugar, lejos de Guido, y ve a su alrededor y se acuerda del sueño y siente peligro. Cuando comienza a llover muy fuerte en la ciudad...
Guido se despierta por el fuerte aguacero, y ve a Ersaí lejos, y le grita:
— ¡¿Qué haces allá tan lejos?!
Ersaí no escucha por el fuerte aguacero, y piensa que a Guido le está cayendo agua. Cuando ve que Guido se mete al aguacero y corre hacia donde está el, y le dice:
— ¿Te quieres robar mi navaja no?
En ese momento, Ersaí vuelve a asustarse con Guido, y le expresa:
— Ya te he dicho varias veces que fue la policía quien se llevó tu navaja.
— Mentira.
— Primero, trata de secarte, para que puedas dormir.
— Yo no quiero dormir, quiero recuperar lo mío.
Al ver otra vez ese comportamiento extraño de Guido, Ersaí se las ingenia, y le dice:
— Esperemos que es campe, que la lluvia sece, y veras que tu navaja regresará.
— ¿Cuándo?
— Sentémosno, y esperemos a que la lluvia pare.
— ¿Qué se detenga la lluvia?
— Si, así que acomodemosno y esperemos a que deje de llover.
— Bueno, voy a esperar a que aparezca mi navaja, porque estoy indefenso, mis enemigos me asechan para atacarme.
— Ya, tranquilízate un poco, y esperemos a que descampe.
— Bueno.
Tres minutos después, Guido se vuelve a dormir. Cuando Ersaí lo mira, y dice:
— Ahora necesito que deje de llover...
Mirando el cielo, Ersaí espera con muchas ansias que pare la fuerte lluvia, y ruega a que Guido no se despierte tan rápido. Cuando ve que la lluvia comienza a ceder...
En ese instante, Guido comienza a hablar dormido, diciendo que los va amatar a todos sus enemigos a penas coja su navaja.
De inmediato, Ersaí al oír esto tan agresivo de parte de Guido, se alerta al máximo y se asusta aún más...