Un Menesteroso

MENOSPRECIADO

En ese momento, el pastor prosigue en subir la cama y las tablas, y el colchón. Dejando todo en la sala, para luego montarse en su carro para buscar en los alrededores a Ersaí...

Afuera del centro comercial, varios compañeros de Mónica saludan a Ersaí, y se van yendo hacia un local antes de irse dejando a Mónica con Ersaí...

De inmediato, Mónica se despide de Ersaí. Cuando este le dice:

— Ayer sentí a Dios, y ayer mismo confesé que Jesús es mi salvador.

— Oh, que bien, ¿quién te está evangelizando?

— El pastor Edison.

— No lo conozco, pero que bien que ya hayas aceptado a nuestro Señor Jesucristo como nuestro salvador.

— Si.

— Entonces, ¿ya no quieres que venga?

— Claro que sí, yo te espero el viernes que viene.

— Si Dios permite, estaré aquí.

— Si, si Dios permite nos volveremos a ver aquí.

Mónica le da la mano a Ersaí y se va con sus otros compañeros. Cuando el pastor llega al lugar donde esta Ersaí, y se baja del carro...

Sin entender lo que ha pasado con ese encuentro tan inesperado con Mónica, Ersaí todavía no ha visto al pastor, y piensa:

"Tanto tiempo que no vía esta mujer, que casi me da algo al verla tan cerca de mí, no pensé que todavía tenía esos sentimientos tan fuertes por ella, pero tengo que tranquilizarme, porque cometí un error por ella, y eso no se puede repetir, no... eso no se puede repetir, tengo que pedirle a Dios para que me ayude con eso"

El pastor se acerca a Ersaí, quien está todavía pensando en Mónica, y le dice:

— ¡Ersaí!

De inmediato, Ersaí mira al pastor con una mirada ida, y le responde:

— Buenos días pastor.

El pastor mira que Ersaí está descalzo y con los pies y pantalón llenos de barro, y le pregunta:

— ¿Te pasa algo?

— Estoy un poco desconcertado y alegre al mismo tiempo.

— ¿Y eso?

— Volví a ver a alguien, el cual tenía quince años que no veía. Y me impacto mucho.

— Ah, ya veo... ¿y qué sucedió con los zapatos?

— No sé si es por lo que tenía muchos años caminando descalzo, pero los zapatos me quedaron muy apretados.

El pastor se sonríe y le dice a Ersaí:

— Y me imagino que dormiste en el suelo y no en el sofá.

— Así es, dormí en el suelo.

— Bueno, ahora que ya este la cama armada, para que te acostumbres a dormir de nuevo en un colchón.

— Si.

— Vamos a tu casa a armar la cama.

— Bueno.

El pastor ayuda a levantarse a Ersaí, quien todavía no asimila del todo el a ver visto a Mónica...

Minutos después, Ersaí y el pastor terminan de armar la cama. Cuando el pastor le pregunta a Ersaí:

— ¿Esa mujer que te impacto era algo tuyo?

— Ella es la mujer quien yo cometí un gran error.

— ¿Cómo así?

En seguida, Ersaí le cuenta al pastor todo lo que pasó con Mónica, el error y la tentación que tuvo, y como su familia lo echó para siempre de la casa...

Impresionado, el pastor pone sus dos manos en su cintura, y le expresa a Ersaí:

— ¡Hijo! Has vivido cosas bastante fuertes.

— Si.

— Lo importante es que buscaste de Cristo, y te arrepentiste de todo corazón.

— Dios me escuchó, porque de verdad me arrepentí de lo que hice.

— ¿Te sientes preparado para dar tu testimonio ante bastantes hermanos de la Iglesia?

— Si...

Domingo 7:23 am, Any está arreglándole la corbata a su esposo. Cuando este dice:

— Ojalá que los nuevos zapatos que le compré a Ersaí no le causen molestia y pueda estar bien.

— Es muy molesto andar con calzados apretados, eso era que el fuera al almacén a probarse los zapatos que si le quedaran.

— Así es amor.

— Ya está corbata está bien, voy a vestir a Josué.

— Bueno.

Tocándose la frente, Sara les dice a sus padres:

— Creo que no voy a poder asistir a la Iglesia.

Edison y Any dicen al mismo tiempo:

— ¡¿Por qué?!

— Tengo dolor de cabeza y me siento como maluca.

El pastor toca la frente y cuello de su hija, y luego pone sus dos manos sobre su cabeza y la ora...

Any le expresa a su hija mientras es orada por Edison:

— No te vas a quedar sola en esta casa, porque si necesitas ayuda, ¿quién te va ayudar?

El pastor termina de orarle a su hija, y le dice:

— ¿Cómo te sientes?

— Mejor que antes.

— Termina de arreglarte, porque salimos todos.

— Bueno.

En la calle veintiuno, Ersaí ya está vestido para asistir a la Iglesia, y se sienta en el sofá a esperar a el pastor, y piensa de nuevo en ese encuentro con Mónica:

"¿Qué habrá pasado para que una mujer como Mónica, allá buscado de Dios? ...sea lo que allá sido, fue una gran sorpresa, nunca me había imaginado eso" ...

Veinte minutos después, el pastor recoge a Ersaí, y se van todos para la Iglesia...

A solo unas cuadras, el pastor y los demás llegan a la Iglesia, y todos se bajan del carro. Cuando varios hermanos que se encargaron de abrir la Iglesia, saludan con abrazos al pastor y a su familia, y saludan a Ersaí de manos, pero con un poco de temor por su aspecto físico...

El pastor les dice a los dos hermanos:

— Aris y Samuel, les presento al nuevo integrante de esta gran familia, el es Ersaí, su nuevo hermano.

De inmediato, Aris y Samuel le dan la mano a Ersaí. Dándole la bienvenida a la Iglesia y saludándolo como su nuevo hermano...

Luego que Any y los niños entran a la Iglesia, el pastor hace entrar a Ersaí cerca del pulpito, y le dice:

— ¡Siéntate aquí!

— Gracias pastor.

— ¿Te sientes bien?

— Si, esperando conocer a todos los hermanos.

— Los vas a conocer a todos, recién están llegando...

En ese instante, y mientras el pastor con las de la danza, tres mujeres y dos hombres que están atrás de Ersaí, se corren rápidamente más atrás.

Ersaí siente un rechazo, y ve hacia tras; y ve en la mirada de algunos que lo miran con menosprecio, y otros con temor...




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