Un Menesteroso

UN DESAHOGO CON DIOS

Después de compartir con varios hermanos de la Iglesia por más de veinte minutos, Ersaí siente un poco de cansancio, y le expresa al pastor, quien habla con una señora de edad:

— ¡Pastor! Ya me voy.

— Espera Ersaí, yo te llevo a la casa.

— Tranquilo pastor, yo puedo irme caminando.

— ¿Estás seguro? Porque yo te puedo llevar y luego devolverme.

— Bueno, sí, yo lo espero.

— Entonces ve saliendo que ya voy.

— Bueno.

En seguida, Ersaí se despide de varios hermanos, y luego de Any, Josué y Sara, y mira mientras está saliendo de la Iglesia, que una mujer que no estaba dentro de la congregación, esta con un teléfono en su oído izquierdo, y está en el andén, y no le quita la mirada de encima...

Ersaí pasa a la mujer yéndose hacia el carro del pastor. Cuando esta le dice con una voz fuerte:

— ¡NUNCA TENDRAS FAMILIA NI TAN POCO DESCENDENCIA!

De inmediato, Ersaí se da vuelta y le dice a la mujer:

— En el nombre de Jesús, declaro nulas esas palabras y yo si voy a tener familia y también descendencia.

La mujer queda en chok, y le pregunta a Ersaí con gran asombro y extrañeza:

— ¿Y usted porque me dijo eso?

— ¿Cómo que por qué? Usted acabó de decirme que yo nunca voy a tener familia y que ni tan poco descendencia.

— No, está equivocado, yo estoy tratando de llamar a mi hermana, la cual no me contesta, y a mí me respeta.

Muy ofendida, la señora se va del lugar con el teléfono en mano, y Ersaí la queda viendo para qué lugar coge, y piensa:

"Claramente ella dijo eso para mí... es mejor no prestar atención a eso"

El pastor sale de la Iglesia, y le dice a Ersaí:

— ¡Vamos!

Los dos se suben al carro. Cuando antes de encender el vehículo el pastor le pregunta a Ersaí:

— ¿Estas afectado por lo que algunos hermanos te hicieron?

— No, no, ya ellos se disculparon y me abrazaron, la verdad es que la pase bien.

El pastor enciende el carro y se van de la Iglesia, y en el camino le expresa a Ersaí:

— Pero algo te pasó, porque antes de subirnos al carro, te vi como enojado, o estoy equivocado y de pronto te vi mal.

— Pensativo diría yo.

— ¿Y eso?

— Cuando salí de la Iglesia, una señora con un teléfono como si estuviera llamando, me gritó que yo nunca iba a tener familia y que tan poco iba a tener descendencia, y yo la confronté cancelando todo eso en el nombre de Jesús, pero ella me dijo que, porque yo le decía todo eso y se enojó bastante, es como si ella no se hubiera dado dé cuenta de lo que dijo.

— Fue un ataque del enemigo, para que creyeras eso, y mengue tu fe, tienes que estar firme y orar, para que eso no se te vaya a quedar en la mente.

El pastor llega a la calle veintiuno, y se detiene. Cuando Ersaí le dice:

— Yo deseché lo que dijo esa señora.

— Que bien.

En ese instante, Ersaí se despide del pastor, y se baja del carro. Cuando Edison le expresa antes que entre a la casa:

— ¿Ya tienes tu comida preparada?

— Si señor.

— ¿Porque no la dejas tu comida para más tarde, y vienes con nosotros a almorzar en un restaurante?, yo invito.

— Bueno, sí, invitación aceptada.

— Entonces, sube de nuevo que vamos a recoger a la familia.

— Bueno.

Ersaí se vuelve a subir en el carro del pastor, y recogen a los demás, y comen y comparten en el restaurante Punto Sabroso...

Ersaí está muy contento con la compañía de la familia del pastor, y come un trozo de su pescado frito. Cuando Sara le dice:

— Me alegra que te veas así de contento.

— Es gracias a todos ustedes, que me han hecho sentir como en familia.

Any le dice a Ersaí:

— Es que ya eres de nuestra familia.

— Gracias a todos, de verdad.

Sara le pregunta a Ersaí:

— ¿Ahora si te cortarías el cabello y la barba?

El pastor le expresa a su hija:

— ¿Otra vez con eso? Deja a Ersaí tranquilo.

— Bueno papá.

Ersaí les dice a todos:

— Este pescado y toda la comida que estoy probando, esta todo riquísimo.

El pastor le expresa a Ersaí:

— Este es uno de los restaurantes preferidos por nosotros, la comida es rica.

Josué mira que Ersaí está a punto de terminar la comida, y dice:

— Si que le ha gustado el pescado.

Todos se sonríen bastante. Cuando Ersaí les dice a todos sonriéndose también:

— Tenía tantos años sin comer un pescado, que ya había perdido el sabor.

Any le dice al pastor:

— Tenemos que salir aún más de seguido, todos los que estamos aquí.

— Oh, si, muy buena idea... pero antes voy a felicitarlos, a ti, esposa mía, y a mis dos hijos.

Extrañada, Any le pregunta a Edison:

— ¿Por qué?

— Porque todos ustedes apoyaron a Ersaí cuando él estaba siendo rechazado, dieron un buen ejemplo ante todos.

Ersaí les dice a Any, Josué y Sara:

— Gracias a todos, porque me sentí muy bien cuando ustedes me acompañaron, porque si no fueran hecho eso, me había sentido aún más incómodo.

Sara termina de su ensalada, y le expresa a Ersaí:

— Siempre estaremos contigo.

— Gracias Sara...

Una hora después, el pastor y su familia dejan a Ersaí en la puerta de la casa, y este después de despedirse con todos, entra a la casa, y poniendo un pie en la sala; se acuerda inesperadamente de lo que le gritó esa señora que estaba afuera de la Iglesia, y piensa:

"¿Cómo así? ¿Por qué se me vino ese pensamiento?"

Ersaí trata de no pensar en lo que le dijo el enemigo a través de esa mujer, pero inevitablemente piensa en eso otra vez, y se va a su habitación y se arrodilla, y comienza a orar:

— Padre Celestial, de nuevo soy yo... yo te suplico que me prestes atención, y me socorras otra vez, Señor; en el nombre de tu Hijo Jesucristo, que es rey de reyes y señor de señores, yo te ruego que me quites y me limpies estos malos pensamientos, los cuales fueron lanzados por el enemigo para hacerme daño...




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