Un Menesteroso

LIMPIEZA EN CIUDAD JARDÍN Y UNA NOCHE DE MUCHO TRABAJO

Sorprendido por el regreso tan rápido de Ersaí, Alfredo mira atrás de Ersaí que viene con cuatro hombres, y le responde:

— ¡Sigan!

Ersaí hace seguir al pastor y a los hermanos a la casa, y se los presenta a Alfredo y a Filomena. Cuando el pastor siente la atmosfera pesada de la casa, y les dice a los dueños de la casa:

— ¿Ya Ersaí les dijo lo que hay que hacer aquí?

Rápidamente Filomena mir a Ersaí, y le responde al pastor:

— No.

De inmediato, Ersaí le dice al pastor:

— Es que yo no les quise decir nada.

Alfredo le pregunta a Filomena:

— ¿De qué están hablando?

— No lo se.

Ersaí le expresa a Filomena y a Alfredo:

— Llame al pastor para que viniera, porque cuando entre a la casa, sentí sensaciones extrañas aquí, y me pareció que no era normal.

El pastor les dice a todos:

— Así como dice Ersaí, la casa necesita intervención, yo veo y siento la pesadez.

De inmediato, Filomena casi llorando le dice al pastor:

— Fue una bruja que nos hizo esto.

— Si, ya Ersaí me dijo.

Alfredo le expresa al pastor:

— ¿Vienen ayudarnos?

— Claro, vamos a orar esta casa, y todo el mal que dejaron en esta casa se ira y saldrá por esta puerta, así que vamos a comenzar.

En seguida, el pastor les dice a los demás hermanos que lo acompañen en la oración de toda la casa, y también le dice a Ersaí, Filomena y Alfredo; que salgan de la casa, y estos le obedecen...

En ese momento en que Ersaí y los dueños de la casa salen al andén, el pastor y los hermanos comienzan a orar toda la casa...

Bastante escéptico, Alfredo le pregunta a Ersaí:

— ¿Realmente lo que están haciendo funciona?

— Claro.

Filomena regaña a Alfredo, diciéndole:

— ¿Qué pregunta la que haces? ¿Ersaí nos trae un pastor de una Iglesia, para combatir la brujería que dejó Lucrecia y estas dudando?

— Si, tienes razón, perdónenme.

Ersaí les dice a los dos:

— Hay que dejar que el pastor haga su trabajo, él sabe lo que está haciendo...

Luego de varios minutos, el pastor y los hermanos terminan de orar toda la casa y todos los rincones de la misma, no dejando ninguna parte donde no se allá orado...

El pastor sale un poco sudoroso de la casa, y le dice a Filomena y a Alfredo:

— Listo, ya pueden entrar a la casa.

Filomena y Alfredo le dan las gracias al pastor. Y entran a la casa y se sienten mejor.

Los demás hermanos están en el andén. Cuando Ersaí se acerca al pastor, y le expresa:

— Gracias pastor.

— De nada, hay que ayudarnos los unos a los otros.

— Así es, y...

— Dime hijo.

— El señor Alfredo esta sin trabajo hace mucho tiempo, ¿será que usted conoce a alguien que le pueda dar trabajo?

— ¿El en que trabajaba?

— No sé, voy a preguntarle.

— ¡Ve!

En ese instante, Ersaí entra a la casa, y siente el ambiente mejor. Viendo el entorno con más claridad, y le pregunta a Alfredo:

— ¿Cuál era su trabajo antes?

El pastor vuelve a entrar a la casa, y escucha a Alfredo decir:

— Yo trabajaba en una empresa de exportación de aguacates, AGUACATES LTDAS, y yo era subgerente.

En seguida, el pastor le dice a Alfredo:

— Ah, ya, voy hablar con unos amigos para que consiga de nuevo trabajo.

— Gracias pastor.

— Deme su número de celular.

— Bueno.

Alfredo le dice su número de contacto al pastor. Cuando Filomena también le agradece al pastor, y a Ersaí lo abraza, diciéndole:

— Oh muchacho, gracias a ti también.

— Para eso estamos los amigos...

El pastor aprovecha el momento e invita a la Iglesia a Alfredo y a Filomena, los cuales aceptan...

Luego de eso, Ersaí y los demás, se despiden de Filomena y de Alfredo, y se montan en el carro y se van. Dejando bastante contento a Alfredo por su posible regreso a trabajar...

En ese instante, el techo de la casa de Ersaí le aparece de la nada varios huecos, y en las casas de los demás hermanos no, porque ellos contra restaron...

En seguida, el pastor deja a cada hermano en su respetiva casa, y se va hablar con Ersaí a la casa que le cedió, y cuando van entrando a la casa, el pastor dice:

— Esto me lo reservé para que tu amiga y su esposo no escucharan, pero lo que sentí en esa casa, era para que esa gente se muriera.

— ¿Así de grave estaba eso?

— Si, la que hizo eso los quería acabar realmente, pero ahora van a poder estar tranquilos en esa casa.

El pastor y Ersaí entran a la sala, y Edison ve el cuaderno de Ersaí abierto, y pregunta:

— ¿Cómo vas con tu libro?

— Bien, ya voy a terminar ese cuaderno.

— Bueno, mañana vamos a seguir estudiando la Biblia.

— Bueno.

— Te recomiendo que ahora que me vaya te pongas a orar, por lo que pasó hoy.

— Bueno.

El pastor se despide de Ersaí con abrazo, y se va de la casa. Cuando Ersaí se olvida de orar porque se recuesta en el sofá, y piensa:

"Creo que ya estoy preparado para ver a mi padre y a mi madre, y pedirles perdón, y que ellos me perdonen de verdad... y Mónica, faltan cuatro días para volverla a ver"

Del cansancio que tiene, Ersaí se duerme en ese instante en el sofá...

4:35 pm, Ersaí se despierta, y mira hacia su alrededor y se levanta hacia la nevera y encuentra una lata de sardina y dos de atún, y dice:

— Siento que ya es muy tarde, así que esta sardina será lo que prepararé...

Mientras que Ersaí está preparando su comida, piensa en todo lo que le contó Filomena de Lucrecia, y vuelve a pensar en su familia, y dice:

— ¿Cómo estarán?

Luego de preparar su comida, Ersaí se sienta en la silla frontal del comedor, y comienza a comer con vista a la ventana. Cuando ve que comienza a serenar...

Ersaí alcanza a meterse dos cucharadas de comida a la boca. Cuando cae un torrencial aguacero en la ciudad, y ve como la casa que no le caía goteras, ahora le cae por todos lados.




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