Un momento más

Capítulo 16: Voluntarios

El eco de las palabras del director resonaba en mis oídos mientras la tensión en el salón crecía a cada segundo. Los estudiantes, más de quince mil, nos encontrábamos en el gran auditorio de la academia, un lugar que en otras circunstancias habría inspirado orgullo, pero ahora era un hervidero de miedo y caos. La presencia de mis amigos, Cedríc, Lisa, Ariana y Lucas, apenas lograba calmar el nudo que sentía en el pecho.

El director, conocido como Direnty, se plantó en el centro del escenario con una expresión grave, su voz proyectándose como un martillo sobre nuestras cabezas:

―Sean todos bienvenidos. Este es un anuncio de urgencia, nivel tres.

Mi corazón dio un vuelco. ¡Nivel tres! El más alto, el que indicaba que incluso los estudiantes debíamos involucrarnos para salvaguardar nuestras vidas. En ese momento, supe que la noticia sería peor de lo que imaginaba.

―Necesito que todos presten atención. Los demonios, aquellos seres que creíamos extintos, han regresado. Han invadido nuestro mundo.

Las palabras del director se clavaron en mi pecho como cuchillos helados. Mi respiración se volvió irregular mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar. Ya sabía de los ataques, pero oírlo de esa manera... era diferente, más real.

―En síntesis, este nivel tres significa que necesitamos voluntarios para combatir a los demonios. Aquellos con el valor y la fuerza suficiente deben dar un paso al frente.

Un grito colectivo se alzó entre los estudiantes. El miedo se apoderó del auditorio como una ola imparable. Voces llenas de pánico resonaban por doquier, mientras algunos lloraban y otros discutían frenéticamente.

― ¡Cálmense! ―tronó Direnty―. Somos la academia más antigua y poderosa de este mundo. Hemos enfrentado crisis antes, y esta no será la excepción. Este es el momento para demostrar su fuerza.

El salón se sumió en un caos aún mayor. Yo permanecía petrificada, la mente hecha un remolino de pensamientos. ¿De verdad estaban pidiendo que nosotros, estudiantes, enfrentáramos a los demonios? Sabía que no tenía sentido resistirme, pero el miedo me carcomía. Hasta ahora, yo era la única que había logrado matar a uno de esos monstruos.

De pronto, una voz cortó el tumulto.

―Yo me ofrezco, director.

Era Adrián. Sin titubear, se había levantado de su asiento con una determinación que me dejó sin aliento. Mi pecho se llenó de una mezcla de admiración y adrenalina. Sin pensar, me levanté también.

―Yo también soy voluntaria, director.

Mis palabras resonaron con fuerza, aunque mi corazón temblaba. Al instante, Cedríc, Lisa, Ariana y Lucas se pusieron de pie a mi lado.

―Nosotros también nos ofrecemos ―declararon al unísono, sus voces firmes, sus miradas llenas de convicción.

Después, Alexia se levantó con un brillo calculador en sus ojos, claramente más interesada en Adrián que en la misión. Alaric, el chico que se me había confesado, también dio un paso al frente, seguido por otros estudiantes conocidos. A medida que más manos se alzaban, un pensamiento sombrío me golpeó: ¿Qué he hecho? ¿Y si muero?

Cuando regresamos a nuestros asientos, la ansiedad me carcomía. Giré hacia mis amigos, buscando respuestas.

― ¿Por qué se ofrecieron? Esto podría matarlos. ¡No quiero que les pase nada! ―les dije, mi voz quebrándose con la preocupación.

Cedríc fue el primero en responder, sus ojos llenos de una calidez que casi me hizo olvidar el peligro.

―No te preocupes, Kerent. Si tú saltas a un abismo, yo te seguiré.

Antes de que pudiera procesar sus palabras, Lisa añadió, con la misma intensidad:

―Incluso si decidieras enfrentarte al mundo, yo estaría contigo.

Lucas asintió solemnemente.

―Siempre te seguiré, no importa dónde vayas.

Ariana, sonriendo con ternura, concluyó:

―Somos tu séquito, Kerent. Y jamás te dejaremos sola.

Sus palabras llenaron mi corazón de una mezcla de calidez y miedo. Eran valientes, sí, pero yo sabía que el precio de esa valentía podría ser demasiado alto. Sin embargo, no había vuelta atrás. El destino había comenzado a escribir nuestra historia, y yo debía enfrentarla junto a ellos.

La atmósfera del auditorio se tornó pesada, como si un oscuro presagio se hubiera instalado entre nosotros. Mientras el director continuaba con las instrucciones, mi mente luchaba por mantenerse clara. Las palabras de mis amigos, aunque reconfortantes, eran un recordatorio de lo que estaba en juego. No puedo fallarles... no puedo permitir que ninguno de ellos caiga por mi culpa.

Direnty alzó una mano para pedir silencio, y el caos disminuyó lentamente.

―A los que se han ofrecido voluntarios, les agradezco su valentía. Sin embargo, esto no será suficiente. Necesitamos que todos los que posean habilidades de combate estén dispuestos a defender esta academia. Desde este momento, inicia un período de entrenamiento intensivo. El tiempo corre en nuestra contra.

Un murmullo recorrió el lugar. La tensión era palpable, pero yo sabía que esto era solo el principio. Sentía cómo las miradas de los demás caían sobre los voluntarios, sus rostros una mezcla de respeto y temor. A pesar de todo, una parte de mí se negaba a ceder al pánico.



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En el texto hay: fantasia, academia de magia

Editado: 20.02.2025

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