Un momento más

Capítulo 22: Amaderado

—¡Arreglar, arreglar! —exclamo mientras camino de un lado a otro en mi habitación—. Solo falta una semana para la graduación y nos queda poco tiempo para ver los vestidos, los tacones, el maquillaje… ¡entre tantas otras cosas!

Suelto un suspiro y me dejo caer sobre la cama. La graduación no solo marcará el final de una etapa importante de nuestras vidas, sino que también será el evento en el que ocurrirá la Revelación. Ese momento en el que conoceremos a nuestra alma gemela, la persona con la que estamos destinados a estar.

El solo pensarlo hace que mi corazón lata más rápido. ¿Quién será mi alma gemela? ¿Cómo será? ¿Y si no me gusta? ¿Y si yo no le gusto? Esas preguntas no han dejado de rondar mi mente desde hace días, y la incertidumbre comienza a hacerse insoportable.

En un intento por distraerme, me dirijo al cuarto de Cedríc.

Cuando entro, lo encuentro sentado en su escritorio, hojeando un viejo libro con expresión distraída.

—¿Puedo quedarme aquí un rato? —pregunto sin rodeos.

Él me mira y asiente sin decir nada, volviendo la vista a su libro. Cedríc nunca ha sido alguien de muchas palabras, pero su silencio siempre ha sido reconfortante.

Me siento en el borde de su cama y dejo que mis ojos vaguen por la habitación hasta que algo capta mi atención. Me levanto y camino hasta un rincón donde encuentro algo inesperado: su antiguo uniforme del primer año.

—¡Cedríc! —digo con una sonrisa mientras levanto la prenda—. Mira lo que encontré.

Él levanta la vista y me observa por un segundo antes de responder con un simple:

—Sí.

—No puedo creer que todavía lo conserves.

Me acerco más y sigo revisando. Es entonces cuando me doy cuenta de que su habitación está llena de fotos y recuerdos de nosotros dos. Hay imágenes de nuestra infancia, de momentos importantes en la academia, de entrenamientos, festivales… Es como si cada etapa de nuestras vidas estuviera plasmada en esas fotos.

—Cedríc… —murmuro sin poder ocultar mi sorpresa.

Él me observa en silencio, como si no entendiera por qué me sorprende tanto. Pero yo sí lo entiendo. Para alguien como él, que nunca ha sido demasiado expresivo con sus emociones, esto significa mucho.

De repente, el timbre de la academia resuena por todo el lugar, sacándome de mis pensamientos.

—Bueno, Cedríc, ya me voy —digo, aún un poco aturdida por todo lo que acabo de ver.

—Ten cuidado —responde él, con esa voz seria y tranquila que siempre me hace sentir segura.

Le dedico una última mirada antes de salir de la habitación, con el corazón latiéndome más rápido de lo normal.

Hoy he quedado de verme con Lisa y Ariana en la Capital Imperial. La emoción corre por mis venas mientras camino apresuradamente hacia el punto de encuentro. No es solo la graduación lo que nos tiene entusiasmadas, sino también la Revelación.

Nuestros vestidos tienen que ser magníficos, porque esa noche será inolvidable. No solo celebraremos el fin de nuestra etapa escolar, sino que también conoceremos a nuestras almas gemelas. Es una tradición ancestral que ha sido seguida durante generaciones, y aunque muchas chicas sueñan con ese día, yo todavía tengo sentimientos encontrados.

—¡Ahí estás! —exclama Lisa cuando me ve llegar—. Pensé que te habías olvidado de nosotras.

—Como si pudiera —respondo con una risa—. Es un día demasiado importante como para faltar.

Ariana nos sonríe con entusiasmo y nos toma de la mano a ambas.

—¡Vamos! Hay muchas tiendas que visitar y poco tiempo que perder.

Las calles de la Capital Imperial están más llenas de lo normal. La energía en el aire es vibrante, y la emoción de los graduados puede sentirse en cada rincón. Los escaparates de las tiendas exhiben vestidos deslumbrantes, zapatos relucientes y accesorios brillantes.

—¿Por dónde empezamos? —pregunta Lisa con los ojos brillantes de emoción.

—Por el vestido, obviamente —responde Ariana—. Nada de lo demás importa si no encontramos el vestido perfecto.

Entramos a una de las boutiques más elegantes de la ciudad, y un torrente de telas lujosas y colores vibrantes nos rodea. Hay vestidos de todos los estilos y cortes: largos, cortos, con encaje, bordados, pedrería… La elección parece imposible.

—Este es demasiado pomposo —murmuro mientras sostengo un vestido con demasiadas capas.

—¿Y este? —pregunta Lisa, mostrándome uno con un escote profundo.

—No sé… creo que prefiero algo más elegante.

Ariana se pasea por la tienda con expresión concentrada hasta que sus ojos se iluminan.

—¡Este es el tuyo!

Me da un vestido que parece sacado de un cuento de hadas. Es de un azul profundo, con detalles plateados que imitan la luz de las estrellas. La tela es ligera y fluida, con un sutil brillo que lo hace parecer mágico.

—Es precioso… —susurro, sintiendo cómo mi corazón se acelera.

—Pruébatelo —insiste Lisa.



#237 en Fantasía
#38 en Magia

En el texto hay: fantasia, academia de magia

Editado: 14.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.