Un mundo de asesinos - ¿y tú, qué clase de asesino eres?

Capítulo 2: La antítesis

 

1

 

Pasadas unas cuantas semanas de investigación sobre el asesino de su hermano, Eliot Redmayer llamó desde un teléfono público a su hermano mayor para notificarle sobre la muerte de su hermano menor. Ron Redmayer era uno de los asesinos seriales más buscados en todo Carbas.

— ¿¡Quién dices que ha matado a nuestro hermano!? –Preguntó Ron.

—Se hace llamar Asesino de Blanco –Respondió Eliot.

—Yo personalmente me encargaré de él –Contestó Ron y después colgó.

Eliot se quedó unos segundos más junto al teléfono.

—Hoy cae el Asesino de blanco –Dijo en voz baja Eliot.

 

2

 

Su hermano por su parte, claro, el que no se encontraba siendo examinado por un forense, comenzaba a escoger sus cosas para el atentado. Lo que Ron no sabía era que no sólo existía un Asesino de Blanco, sino que ahora era un grupo de personas unidas para hacer del mundo un lugar mejor a base de salvar vidas y acabar con una cuántas otras.

 

3

 

Will había convocado a una reunión a todos aquellos que querían unirse a los Asesinos de Blanco con la excusa de que era una división especial de la policía para encargarse de casos poco comunes y dejando claro que todo aquello era un trabajo permanente. Era el tercer y último llamado, en ese momento había 30 personas registradas y 10 en la conferencia actual.

—Cierra la puerta, Charles –Ordenó Will desde el atril.

Inmediatamente Charles cerró la gran puerta y la reunión comenzó.

—Primero debo decir que…esta es mi tercera conferencia y no tengo mucha experiencia, en algún momento me quedaré sin palabras ¿verdad? Charles –Dijo Will haciendo tiempo para crear un discurso en su mente-

En realidad él no sabía dar discursos y las palabras salían de su boca por sí solas, normalmente todo transcurría de una excelente forma.

—Todos saben porque están aquí, somos personas anónimas reunidas con un propósito en común, el bienestar de la sociedad de esta hermosa ciudad.
Ni siquiera yo creo en estas estúpidas palabras. Se dijo a sí mismo.
—Quiero aclarar que esto no es un club o un lugar donde vayan a aprender antes de actuar en una primera defensa, así que…cualquiera que no tenga el valor de asesinar a alguien… ¡SALGA POR LA PUERTA EN ESTE MISMO INSTANTE!

Un joven de la fila de en medio y otro de la principal abandonaron la sala de conferencia y Charles les acompañó, seguido de eso se escucharon dos disparos.

—El resto puede quedarse, si no quiere terminar así –Añadió Will- ¿Preguntas?

Uno de los jóvenes de la última fila levantó la mano.
Will lo señaló con el dedo índice.
Él se puso en pie y formuló su pregunta.

—Si es un grupo anónimo… ¿Por qué usted lo llama Charles a él?

—Mira Kevin, vuelve a sentarte…yo, realmente no sé su nombre pero desde que lo conocí se llama Charles para mí, así como tú eres Kevin, y yo simplemente seré Él para ustedes.

El chico cuyo nombre ahora era Kevin se sentó y guardó silencio.

— ¿Alguien tiene una gabardina blanca igual a esta? –Preguntó Will.

 

4

 

Ron Redmayer ya tenía todo listo para encontrarse con Will que para él era simplemente el Asesino de Blanco.

Escogió una gabardina negra para la ocasión y uno de sus cuchillos de caza más caros, la muerte de Will era especial para él, atacaría de noche como solía hacerlo así que tomó sus lentes de visión nocturna que le había robado a un militar estadounidense. Esa misma noche observaría de cerca para estudiar los lugares que frecuentaba y más importante aún, el lugar donde vivía.

 

5

 

Will había seccionado las áreas de la ciudad y a cada uno de los 38 Asesinos de Blanco le había correspondido un lugar determinado, Will vigilaría lo que posteriormente sería La zona blanca de la ciudad, Kevin la parte del centro y Charles La zona negra.

Él se encontraba caminando por la acera viendo cualquier cosa que pudiese pasar en ese lugar, Will estaba ansioso por divertirse ¿Qué sucedería esa noche? Eso le intrigaba. La primera persona que observó fue un  chico vestido de negro que trotaba, pasados unos minutos fue una pareja que caminaba por la acera abrazados y tomados de la mano.

Así pasaron los minutos y después las horas.

Will continuó caminando hasta salir de su zona custodiada y pensó en volver a casa y decirle al resto que se retirasen, claro, los que aún siguiesen vivos. Él había dado una orden: Tienes dos opciones, matar o atar. Lo que les parezca mejor.

«No pasará nada el día de hoy.» Eso pasó por su mente mientras se alejaba con alguien a su espalda…muy a lo lejos, pero Will no se percató de él.



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En el texto hay: crimen, asesinos, suspenso

Editado: 22.01.2019

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