Un mundo de asesinos - ¿y tú, qué clase de asesino eres?

Capítulo 13: Planes de rescate por separado

 

1

 

Jane-Graham había estacionado su automóvil entre unos arbustos un tanto cerca de la entrada a la mansión Atwood, tenía pensado quedarse allí hasta que sus sospechosos saliesen de la vieja casa embrujada pero unos disparos hicieron que cambiara de opinión, pensó en llamar a los refuerzos pero normalmente colocan a los novatos en la guardia nocturna y por lo tanto descartó aquella idea casi inmediatamente.

Su segundo plan era entrar y ese era el que realizaría; tomó su Beretta 92 Brigadier y revisó el cartucho para comprar que tuviese balas, tras saber que estaba lleno tomó otros dos y salió del automóvil en dirección a la casa.

 

2

 

Whitemore despertó y se encontraba atado a una pequeña silla en una de las habitaciones de la enorme mansión. Había varios chicos alrededor de él y aquella escena le recordó al incidente de los Asesinos de Negro pero esta vez Joseph no aparecería con su rifle de francotirador y tampoco es que él pudiese zafarse fácilmente de aquellas ataduras que rodeaban sus muñecas. Lo único que podía hacer era esperar e intentar silenciosamente desatarse sin que los estúpidos niños de alrededor de dieciséis y diecisiete años de edad se percatasen de ello. Los Asesinos sin Color no eran más que unos simples niños que querían unirse a lo que para ellos era un juego.

 

3

 

La persona viva que se encontraba en el ático junto al cadáver de un desconocido escuchó algunos disparos provenientes de la parte baja de la vieja estructura y tras escucharlos sacó su arma y se propuso bajar para saber que estaba pasando. Se encontraba en el pasillo y vio pasar a un joven que no parecía tener más de dieciocho años de edad, tomó el silenciador y lo colocó en su arma para posteriormente dispararle en la parte posterior de la cabeza salpicando así las paredes de la casa pero sin producir casi ningún ruido aparte del que emitió el cuerpo tras caer al suelo. Continuó avanzando y siguió el mismo camino que anteriormente Whitemore había recorrido, la barra y todo el gran salón se encontraban despejados pero había demasiado silencio en ese lugar, cosa que inquietaba a Joseph Davis.

 

4

 

Newt abrió cuidadosamente la enorme puerta principal y entró a través de ella pero tras ver a Davis caminando en un pasillo junto a las escaleras del gran salón se escondió detrás el primer mueble que pudo divisar.
Su siguiente paso sería esperar para ver cómo se desarrollaría la siguiente escena y lograr descifrar quienes eran realmente los criminales dentro de la mansión Atwood.

 

5

 

La tensión corría por las venas de Joseph conforme se acercaba a aquella puerta donde anteriormente había escuchado ruidos. Giró el pomo y…ahí estaba, su compañero atado a una silla rodeado por unos niños que se hacían llamar Asesinos sin Color sin tener idea de cómo o porque se habían originado ambos bandos que disputaban el territorio de Carbas.

«Aunque sean niños…el hecho de haber asesinado a mi adorada Martha…les llenaré el cuerpo de plomo.» Pensó Joseph.

La puerta permaneció abierta y Davis le disparó a uno de los que estaba más cerca de ella pero los niños tenían reflejos rápidos y el que se encontraba junto a Whitemore erró un disparo y eso hizo que una bala impactara en la pared justo después de haber pasado junto a la cabeza de Joseph.

—Debiste haberme matado –Dijo Joseph para posteriormente dispararle en la garganta.

«Así es como se acierta un disparo, niño.» Pensó él.

— ¡Quédate quieto o le vuelo la cabeza a tu amigo! –Gritó el último que quedaba, sujetando a Whitemore por la parte posterior.

 

6

 

Después de que Davis entrara a la habitación, Graham escuchó más disparos y se aproximó a ella rápidamente, se encontraba junto a la pared cuando un tiro pasó justo frente a él y este avanzó con un poco más de cuidado. La puerta se encontraba abierta y cuando entró al cuarto miró a Walter atado a una silla y a un joven de unos dieciséis apuntándole a la cabeza mientras Davis tiraba al suelo el arma que anteriormente había empuñado.

Ese era el momento decisivo en el que Newt tenía que actuar de una forma rápida y dispararle a quien para él fuese el malo en un primer instante, y así fue, la bala salió del arma que sostenía Jane-Graham y atravesó el pecho de su objetivo.

—Espero no haberme equivocado –Dijo mientras se inclinaba para recoger el arma de Joseph.



#3858 en Detective
#2014 en Novela negra
#12665 en Thriller
#5183 en Suspenso

En el texto hay: crimen, asesinos, suspenso

Editado: 22.01.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.