Mentira.

Abro los ojos, estoy atada a una silla. Intento safarme pero es acto fallido. Miro a mi alrededor y noto que Stela se encuentra a mi lado.

–"Chhh, ey, despierta"– le levanto la voz.

Ella gruñe un poco y luego abre los ojos sobresaltada.
–"¿Dónde estamos?¿Qué es esto?"– pregunta viendo para todos lados intentando moverse.

–"No lo sé. Lo último que recuerdo es que nos hayan raptado e inyectado algo, probablemente anestesia para dormirnos"– le respondo mientras observo el lugar.

Estamos en una pequeña sala, estamos rodeadas de ventanas donde detrás de ellas se encuentran muchas personas observándonos y analizándonos. 
La mayoría de ellos llevan batas blancas, son científicos. Los científicos creadores del virus y los muertos, los que estábamos buscando. 
El resto de ellos, llevan armas y chalecos, probablemente antibalas. Esos deben ser los guardias que vigilan.

–"Nos están viendo, estamos en el laboratorio que buscábamos"– le susurro a Stela. Ella abre los ojos mientras asiente lentamente con la cabeza. Luego de unos minutos me dice:
–"Éste es el lugar en donde los encontré buscando unas reliquias Sara, aquí uno de los jefes era amigo de mi padre"– la escucho mientras miro a las personas. Más allá que nos estén viendo, intercambian papeles y algunas notas que toman luego de vernos.

–"¿Y por qué estás aquí?"– le pregunto algo confundida frunciendo el ceño.
–"Mandó a un asesino para que lo mate en una de sus expediciones. Cree que no lo sé por que tenía trece años cuando pasó, le metieron la excusa que tenía una enfermedad mortal y que no me lo dijo ni a mí ni a mi madre para no hacernos sentir mal. En ese momento ambas le creímos porque formaba parte de nuestra familia. Luego investigué y me dijeron que lo habían asesinado"– me responde mirando a alguien fijamente. –"Es él"– señala con la cabeza a un hombre gordo y de traje, quien nos mira con una sonrisa macabra. Me da escalofríos.

–"Lamento eso. Ese hombre me da muy mala espina"– le digo.
–"No debería darte sólo mala espina. Ese hombre es un monstruo. Torturó a un montón de personas de poder para que renunciaran a sus empresas y dejárselas a su cargo. Así es como fue recaudando el dinero para este lugar. No fueron ahorros del Museo del Valle Amarillo"– me dice con cara seria. En ningún momento deja de mirarlo.

–"Entiendo. Si nos trajeron aquí, de seguro quieren algo de nosotras, ¿Qué crees que sea?"– le pregunto mirando a mi izquierda. Donde noto que hay más científicos escribiendo en computadoras de alto nivel tecnológico.

–"Supongo que..."– la interrumpe el ruido de una puerta de hierro abrirse detrás de nosotras. Luego de un momento, unos pasos se aproximan.

Un hombre alto y calvo se para en frente nuestro, nos mira a cada una de reojo y luego dice:
–"Soy Thomas, deben acompañarme. El señor Jons quiere hablar con ustedes.

Abro los ojos a par en par.
–"¿Jons?"– pregunto ocultando mi curiosidad.

–"Sí. Liam Jons"– me mira con cara de asco.

–"¿No eres el idiota quien me escupió en la cara?"– le pregunta Stela. Thomas se inclina, quedando frente a frente con ella. Entonces le sonríe con ironía y asiente. Stela entonces, le escupió en la cara, noto desde aquí que lo odia. Me río.

El calvo sacó un pañuelo de su traje y se limpió la cara. Luego me lanzó una mirada asesina, ahí es cuando me callé.
–"Creí que tendría modales, señorita Warn, espero que no le haga a George lo mismo que a mí, él sin duda la golpearía sin sentir culpa"– chasquea los dedos.

Dos hombres entran en la habitación y nos desatan. Luego, le colocan unas esposas a Stela. –"Ella no podrá hacer mucho con una sola mano"– le dice un guardia a Thomas. Éste se ríe de mí.
–"Cierto, déjala así".
Nos cubren los ojos con unas vendas negras y nos llevan a otro lugar. Solo puedo ver mis pies y parte de lo que tengo en frente. Pasillo, izquierda, pasillo, derecha, pasillo...

Una vez llegamos a la habitación, el guardia me quita la venda y luego me sienta en una silla. Enfrente de mí, tengo a Liam Jons, mi tío. El primer heredero de las empresas de mi abuelo. Nick había heredado la empresa de mi padre, quién oficialmente era de mi abuela.
Me mira con cierto asco, choca la punta de sus dedos contra el escritorio reiteradas veces.

–"Tanto tiempo sobrina"– habla finalmente. –"Creí que ya habrías muerto, te subestimé"– me sonríe.

–"No tienes derecho de llamarme sobrina. Ni siquiera de hablarme"– le respondo secamente. Stela escucha la conversación atenta y en silencio.

–"No seas rencorosa, Sara. Lo que pasó con tu padre..."– le interrumpo.

–"Si llegas a decir su nombre, juro que te quemaré vivo junto a este lugar"– me preparo para poder estrangularlo en cualquier momento. Es igual de débil que Nick. Génes familiares.
Escucho que quitan el seguro de un arma. Me giro hacia atrás y veo como un guardia apunta la cabeza de Stela. Quien aún tienen las manos esposadas.

–"Si vuelves a amenazarme, intentar estrangularme o algo parecido. Juro que la mato, Sara"– me dice con cara seria. Había olvidado que era muy inteligente anticipando lo que piensa el otro. Caigo rendida sobre mi asiento mientras suspiro.

–"Bien"– le hace una seña al guardia para que deje de apuntar a Stela. –"Ahora hablemos de lo más importante. Les tengo una propuesta a ambas. A pesar de tu personalidad mal llevada, Sara"– nos mira para detectar si sentimos curiosidad. Veo a Stela quien está interesada.
–"¿Cuál propuesta?"– pregunta.

–"Les propongo unirse a nuestro bando. Ser parte de nuestros experimentos a cambio de paz entre nuestro hilo de tensión. ¿Qué opinan?"– miro a Stela quién cambió su cara de emoción a una de decepción.

–"Definitivamente, no"– respondo. Stela niega con la cabeza.

–"Miren, les daré un tiempo para que lo piensen. Llévatelas a su futura habitación"– se dirige hacia el guardia quien nos pone la venda nuevamente y nos lleva a otro lugar.