Me encontraba profundamente dormida, mi ropa ya no estaba tan mojada era todo lo contrario, no sentía frío ni incomodidad, sentía un calor muy acogedor y cómodo mientras escucho como afuera sigue lloviendo pero no me importa, solo quiero seguir en esta comodidad que abarca todo mi cuerpo, me aferré más a lo que sea que me esté dando esta comodidad.
Es como un sueño, jamás pensé que me sentiría así de bien, es como si unos brazos grandes y fuertes me rodearan por completo de forma protectora protegiéndome de cualquier peligro...no quiero que esto termine pero entonces me doy cuenta, ¿unos brazos grande y fuertes? Poco a poco empecé a abrir mis ojos, me sorprendo mucho al ver que Asher esta frente a mi, su rostro oculto en mi cuello rodeandome con sus brazos por completo, yo me estaba acurrucando en su pecho.
Trato de alejarme antes de que Leo despierte y nos vea así pero ya es tarde, al levantar mi vista veo a Leo sonriendo con diversión.
-Así que...¿solo amigos?-ríe entre dientes.
Lo fulmine con la mirada.
-Callate- dije tratando de alejarme de Asher.
Anoche me quedé dormida en sus brazos mientras hablábamos, no me di cuenta en que momento paso eso.
Asher de aferra más a mi ocultando más su rostro en mi cuello, puedo sentir mis mejillas arder en señal de que estoy sonrojada, Leo solo se ríe y si las miradas mataran ya lo hubiera matado.
Leo se levanta del sofá y sale de la sala, yo sigo luchando por alejarme ya que no quiero despertar a Asher, seria muy incomo si se despierta y nos ve así pero él no colabora, me acerca más a él.
Maldición tendré que despertarlo.
-Asher...-dije tratando de despertarlo y alejarlo.
La tormenta sigue más intensa que ayer así que no hay peligro de hablar en susurros.
Siento como me abraza más y susurra.
-Solo unos minutos más...-miré a Asher sorprendida, el tonto estaba despierto.
Suspiré y me moví más fuerte.
-Asher sueltame ya.-veo como sonríe con descaro y se aferra más a mi.
Leo vuelve con algunas latas de comida y nuevamente veo esa tonta sonrisa.
-No. Digas. Nada.-le advertí y él solo ríe.
Asher también ríe y por fin me suelta.
-No te enojes ojos bonitos, hace un momento lo estabas disfrutando.-dice con una sonrisa en sus labios.
-Callate, y tú deja de reír.-dije a Asher y a Leo, puedo asegurar que ahora estoy más roja que un tomate.
Me aleje y me senté en el suelo, Asher también hace lo mismo, Leo se acerca a nosotros y nos da la comida.
-¿Como sigue tu rodilla? ¿Te duele mucho? - dije preocupada.
-No te preocupes, la hinchazon bajo un poco gracias al descanso de anoche.-dice tranquilo.
Le dedique una sonrisa leve y empecé a comer, Asher y Leo empiezan a hablar aprovechando la tormenta, me di cuenta de que Leo es muy sociable, a pesar del comportamiento frío y hasta algo grosero de Asher al principio, pudo hacer que ambos se llevarán bien.
Yo me mantuve callada escuchando su conversación e incluso empecé a reír cuando Leo acuso a Asher de que su color favorito de seguro era el rosa cuando en realidad es el azul, parecen dos niños sinceramente.
La tormenta sigue así que lo mejor era quedarnos en esa casa vieja y rezar para que no se cayera en pedazos, el fuego de la chimenea se extinguió hace horas así que Asher fue a buscar algo para volver a encenderla, yo me levanté y fui a ver mis cosas, mi ropa ya estaba seca pero mis productos de aseo y mi cuaderno seguían destruidos, suspiré y decidí ir a cambiarme.
Entre en una habitación que estaba al lado de la sala, parece un armario, y me empecé a cambiar, por un momento sentí que me miraban pero al ver a mi alrededor no había nadie, la puerta estaba medio abierta y eso me confunde un poco, la cerré bien y me termine de cambiar con una camisa blanca de mangas largas, un pantalón negro y una chaqueta verde militar que abriga muy bien. Al terminar salí y regrese a la sala, Asher había destruido una de las mesas de madera para usarla como leña, noté que estaba algo nervioso e incluso sonrojado pero le reste importancia y me senté junto a Leo en el sofá y pude notar que también se cambió de ropa, el único que seguía normal era Asher, me di cuenta que anoche no saco su ropa para que se seque así que tal vez es por eso.
Por el resto de la tarde seguimos hablando y conociéndonos aún más, la tormenta sigue y eso es algo que nos preocupa ya que casi nunca llueve tanto y por tantas horas, además el río puede estar crecido y así es peligroso seguir el camino por lo tanto nos atrasa más en el camino.
Aun así decidimos tomar esto como un pequeño descanso por todo el camino que nos falta, según Leo el dice que seguir el río hasta el final es muy tardado y puede que nos demoremos más al buscar la gran piedra y luego la cuerda que nos dijeron en la radio.
Se que el camino no será fácil, nada es fácil en la vida, por eso estoy dispuesta a continuar, además ya no estoy sola...
La tarde llega pero por lo nublado que esta el día por la lluvia pareciera que es de noche, Leo está leyendo un libro que tenía en su bolso por que para la suerte de él su mochila era impermeable así que casi todas sus cosas están intactas, yo sinceramente estoy aburrida y Asher esta dormido en el suelo, parece que un muerto por lo profundamente dormido que está, es obvio que tiene el sueño pesado.
-¿Estás aburrida?-dice Leo dejando su libro un momento.
-Es mejor estar así que correr de esos monstruos.-dije siendo sincera.
Obviamente hemos escuchado los ruidos de esos monstruos durante las horas que hemos estado aquí pero como se escuchan lejos nos mantenemos tranquilos, me sorprende que aun no se han acercado aquí, por lo general se desesperan tanto por el ruido que destruye todo a su paso e incluso hemos escuchado como algunos árboles caer a la distancia por culpa de esas cosas.
-Entonces hablemos un poco ya que tu amor esta dormido.-dice con una sonrisa burlona.
-Vuelve a burlarte y te juro que te termino de mochar esa pierna.-dije molesta.
Leo ríe cubriendo su boca para no reir tan alto.
-No seas tan agresiva Zoe, solo estaba bromeando-sonrie aun con un destello de burla.
-¿por qué mejor no me cuentas sobre esa secta tan rara que vimos en el bosque? Asher y yo los vimos antes de salir de la ciudad. -veo como la sonrisa de Leo cambia a una expresión seria.
-¿Se acercaron a ustedes? ¿Les ofrecieron estar en su refugio?
-Si, pero Asher y yo nos negamos, es por eso que ellos nos empezaron a perseguir haciendo ruido para que esas cosas nos mataran.
Leo me mira serio, como si estuviera pensando qué palabras usar para hablar conmigo.
-Ellos...su grupo se llaman los cazadores, son personas locas que solo piensan en los más fuertes y en sobrevivir, escogen a los que se ven más fuertes para que estén en su refugio y así ser intocables por así decirlo, con la condición de que se corten la lengua otra no hacer ruido.
Miré a Leo sorprendida, ¿como sabe tanto de ellos? ¿Acaso estuvo en ese grupo? No, no pudo estar ahí, se supone que tienen que cortarse la lengua pero Leo estaba bien.
-No mucho de ellos, lo único que sé es lo que te estoy contando, ellos se quedan con las personas más fuertes y a loa débiles los engañan, los matan o los dejan vivos para ofrecérselos a los monstruos, no se que ganan con eso o si solo lo hacen por que si, pero sea como sea es muy macabro y espantoso.
-¿Como sabes todo eso?-dije con la esperanza de que en verdad me lo diga.
Leo no me dice nada más y vuelve a leer en señal de que no me lo dirá, suspiré y vi las llamas de la chimenea, entiendo que este solo un poco en confianza y si no me quiere decir más lo entenderé.
Tengo mucha curiosidad ya que jamás había visto ese grupo en la ciudad, siempre estaba ocupada en mis experimentos para destruir a esas cosas, y pensando en eso, dejé mi laboratorio atrás, necesito continuar con eso pero por ahora no podré hacerlo, ya pensaré en algo, pero por ahora lo mejor es estar tranquilos y no cometer alguna locura.
#2886 en Fantasía
#1280 en Personajes sobrenaturales
#1263 en Thriller
#502 en Suspenso
Editado: 01.09.2024