Un mundo ideal

“Una hydra es una especie de dragón que tiene siete cabezas. Uno de estos seres aparecía en la aldea donde vivía Demian cada diez años. Contaba la leyenda que por cada cabeza de hydra derrotada la maldad en algún lugar del mundo desaparecía. El había sido preparado desde niño como arquero real del castillo. Una noche Demian abrió los ojos y destellos de luz entraban por su ventana. Se asomó y vio a un gigantesco reptil de siete cabezas que lanzaba fuego por sus bocas. El joven tomó su arco y flechas y salió a enfrentarse con este monstruo. Las personas de la aldea corrían de un lado a otro y los arqueros del rey ya estaban allí en intentos vanos, lanzando flechas. Demian llegó al lugar. El tenía muy buena puntería y su primera flecha dio en un ojo de una cabeza de la hydra. Luego le disparó en el otro ojo y la cabeza cayó y quedó colgando del animal. Lo mismo hizo con las seis cabezas restantes hasta que el monstruo cayó a tierra y desapareció en una forma etérea. Algo había cambiado en el aire. El corazón de los hombres ahora pensaba el bien y todo lo que idearan los llevaría a construir un mundo ideal.”