Elías siempre creyó que sabía quién era.
Buen estudiante, responsable, educado. El chico serio que llegó a Madrid desde un pequeño pueblo del norte con un único objetivo: aprobar unas oposiciones y no perder el tiempo.
El problema es Carolina Silvela.
Carolina es todo lo que Elías no se permite ser: segura, sarcástica, brillante, cruel sin esfuerzo. Se ríe de él, lo provoca, lo desarma. Para ella, Elías es un empollón de provincias, un experimento curioso, casi un juego. Para él, Carolina es un desastre con ojos verdes que lo deja mudo… y furioso consigo mismo.
Entre vagones de metro, cenas incómodas, silencios que pesan más que los insultos y miradas que duelen, Elías tendrá que enfrentarse a lo que más teme: dejar de esconderse. Porque quizá no sea tan tímido como todos creen. Quizá tampoco Carolina sea solo la chica burlona que aparenta.
Una historia sobre identidad, orgullo, deseo y el momento exacto en que crecer duele.
Porque a veces, enamorarse no empieza con un beso, sino con una humillación que te obliga a despertar.