Un nerd para navidad

Capítulo 21

Coloqué la última maleta dentro del auto. Valeria seguía hablando por teléfono con su padre, actualizándolo de la próxima aventura que estaba por vivir. No podía creer aún que esto estuviese pasando. Siempre creí que cuando llegase el momento de emprender este viaje, me sentiría la persona más feliz de mundo, pero lo que sentía en ese instante no se compara en lo absoluto.

Estaba junto a la mujer más increíble que jamás creí encontrar y ella había escogido vivir el sueño conmigo. Pasamos toda la noche previa hablando. Muchas planes surgieron en nuestra cabeza, pero la idea de tener nuestra propia cafetería fue la que más nos emocionó a ambos.

Valeria podría cantar y demostrar su talento en el sitio y yo podría exponer y vender mis pinturas y mi arte sin restricciones. Sería nuestro sueño ahora. Nada podría ser más fantástico. Un sueño junto al amor, un sueño junto a ella. La navidad me había dado el mejor regalo de todos. 

 

Todo había salido mejor de lo que hubiese pensado. La junta en la oficina había abierto el camino a la sinceridad y verdadera amistad. Sabía que quizás había dejado un marca, aunque sea pequeña, en todas esas personas. 

Y la situación con Emiliano simplemente había sido increíble. Jamás creí que el amor se pudiese sentir en tan poco tiempo, pero con él me sentía completa y segura. Sentía como si aquel vacío que había sentido en los últimos años, por fin estuviera desapareciendo y llenándose con sus atenciones.

La noche previa fue magnifica, estar a su lado y dejar que las conversaciones nos llevaran hasta un sueño futuro, fue perfecto. Ahora teníamos un plan. Después del viaje, haríamos realidad ese sueño donde finalmente podríamos ser nosotros mismos y realizar lo que siempre deseamos.

—¿Estás lista? —dijo aproximándose hasta mí y rodeando mi cintura con sus brazos. 

Sin contestarle, le quité sus lentes para mirarlo a los ojos sin barreras. Acaricié su frente y uní mi boca a la suya.

—Jamás me he sentido tan lista como hoy —le sonreí. 

Volví a poner sus lentes en su rostro, pero él los tomó antes.

—Quizás sea momento de usar lentes de contacto —afirmó.

—Yo creo que con ellos te ves genial.

—¿Cómo un nerd? —abrió grandes los ojos.

Reí con lo que dijo y con su expresión. 

—Cómo el nerd que ha robado mi corazón —volví a abrazarlo y lo besé con pasión.

—Creo que definitivamente los seguiré usando —dijo sorprendido por aquel beso.

Entre risas, subimos al auto listos para emprender nuestra nueva aventura. Miré por el parabrisas, el horizonte se marcaba a lo lejos y luego lo miré a él sonriente y con la mirada fija en el camino. Sin saberlo, era lo que más había deseado. Esa navidad me había demostrado que la vida no siempre tiene matices grises y que de ahora en adelante, todo iría mejor.

Junto a él, junto al chico nerd que siempre desee. 




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