Ellen se queda unos minutos más en la banca viendo al lago de manera fija mientras aun caen gotas de lluvia sobre su cuerpo que la hacen despertar de su ensoñación y notar que la anciana ya se ha marchado de una forma tan deprisa como la que apareció, es ahí cuando decido ir rumbo a su hogar mismo que solo se encuentra a unas calles de distancia de donde se encontraba.
Su teléfono no ha parado de sonar, pero ella ni siquiera lo ha notado, Nicolás le marca de manera insistente sin recibir respuesta alguna ya que ella solo se dirige a su casa de manera autómata con el paraguas entre sus manos como si de una tabla de salvación se tratara e ignorando las miradas de los transeúntes, quienes no dejan de mirarla producto del estado en que ella se encuentra.
Al llegar a su casa no hace más que refugiarse en el baño y hundirse en la bañera mientras deja su mente en blanco, no sabe ni cuánto tiempo exactamente ha pasado cuando escucha el sonido del timbre junto con gritos de un desesperado Nicolás que le suplica que abra la puerta.
- Ellen esto tenemos que hablarlo, te puedo jurar que todo esto tiene una explicación, por favor déjame dártela. Amor juro que todo es un mal entendido. Escucha a lo lejos mientras solo se hunde más en la bañera. Escucha de manera distante el bullicio de Nicolas con otros comentarios como estos insistentemente. No sabe cuánto tiempo ha pasado pero los golpes en la puerta y los gritos de un desesperado Nicolás dejan de sonar, ya siente sus dedos arrugados y la temperatura del agua a descendido decide salir del baño y arrojarse en la cama que era de su madre las lágrimas han cesado y el dolor que sintió al ver esa escena en el apartamento de Nicolás deja de sentirse para convertirse en una gran decepción.
Observa el techo de la recamara como que fuera lo más interesante de la vida mientras aspira un poco del aroma que aun almacenan las sabanas, e irrisoriamente empieza a sentir un poco de paz y sosiego.
No sabe cuánto tiempo ha pasado, pero vuelve a escuchar toquidos en su puerta mientras su teléfono suena. Queriendo amortiguar los sonidos refugia su cabeza entre la almohada temiendo escuchar nuevamente los gritos y suplicas de Nicolás, pero sin embargo a lo lejos escucha a Amelia llamarla.
-Ellen estas ahí? De prisa se para aun envuelta en su toalla hacia la puerta, al abrirla Amelia la repasa con su mirada de manera inquisidora analizando cada uno de sus rasgos hasta que le pregunta:
- ¿Que te ha pasado Eli? ¿Está todo bien?
- Nada Ameli todo está bien.
- Estas segura sabes que a mí sí que no puedes mentirme además tu aspecto te delata. Fui por ti a casa de Nicolas y no habia nadie ¿Le ha sucedido algo a Nicolás?
- Si ha sucedido que estaba muy ocupado con su amiguita Isabella.
- ¿Cómo así? ¿Le sucedió algo a ella? Ella me cae mal pero tampoco es como que quiero que le ocurra algo, no me mires así, Eli sabes que no soy adivina se un poco más clara por favor.
- Le sucedió que la he encontrado muy ocupada en el regazo de Nicolás haciendo lo que nunca pude hacer con él por no sentirme preparada Ameli eso le sucedió. Supongo que tenían tiempo viéndome la cara y por eso el insistía tanto en que me podía esperar era porque estaba más que satisfecho.
- Que!! no puede ser Eli es una perra, esa casquisuelta, siempre te lo dije Eli que esa mujer no me caía, que tenía algo que no me encajaba, que esa amistad no me convencía, pero tú siempre tan confiada, dime por lo menos que la arrastraste por los cabellos o ya se le aflojaste esos dientes chuecos que tiene, se los pudiste emparejar?, porque juro que, si no lo hiciste lo iré a hacer yo, como se le ocurre a ese par haberte esto a ti que más buena no puedes ser.
- No Ameli no le hice nada porque si bien era una especie de amiga y la había aceptado en nuestro circulo mi novio era Nicolás y era quien me debía respeto. Solo puedo decirte que esto ha acabado.
- Amiga necesitas un abrazo ¿no?, ya se mejor comamos mucho helado como hacen en las películas o tomemos vino hasta desmayarnos mientras escuchamos mariachis para ahogar el despecho, estoy contigo y haremos lo que quieras para que te sientas mejor y olvidar a esos dos indeseables.
- No Ameli no voy a lamentarme más esto se acabó, y no lo voy a perdonar ni a lamentar, no sé de dónde sacare fuerzas, pero lo hare esta relación murió en ese justo momento que los vi juntos.
- Así se habla amiga. Todo pasa por algo siempre tenlo en cuenta quizás ahora no lo veas, pero es lo mejor que te pudo pasar de repente. Entonces ya sé qué haremos iremos con los chicos a celebrar tu graduación y beca porque si recuerdas que hoy es tu graduación verdad y deberíamos estar celebrando y no lamentándonos. Vamos Eli a levantar esos ánimos.
- Eso haremos Meli nos vamos a almorzar llama a Gabriela y dile que en un rato iremos, pero eso sí que te dé tiempo a hacer algo de to magia para disimular estas ojeras y ojos hinchados.
- Asus ordenes capitana. Le dice Amelia mientras le hace un saludo al estilo militar que le arranca una sonrisa a Eli.