Un Nuevo Comienzo

Capítulo 7- Feria

Llegamos a la feria y lo primero que se veía desde las afueras eran las luces de la gran rueda de la fortuna. Nos adentramos, íbamos caminando cerca de cada atracción, aun no nos dirigíamos la palabra desde que salimos del hotel, más que algunas palabras en el auto.

Decidí romper el silencio.

-¿Has visitado mucho las feria?- tenía mucha curiosidad por la respuesta, quizás y también era su primera vez en una feria.

El voltio a verme, mientras seguíamos caminado directo a la casilla de tickets.

-Mi madre solía llevarme al igual que a Liam a la feria, cuando éramos pequeños-respondió con un deje de melancolía.

Nos encontrábamos haciendo cola para comprar los tickets.

-Mi madre nunca me llevo a una, ella es muy pre juiciosa y mi padre casi nunca estaba en casa siempre tenía asuntos que atender en su empresa- respondí sin verle, mi familia no era perfecta ni siquiera se asemejaba pero no me gusta contar nada porque no quería que me viesen como la pobre chica que lo tenía todo y a la vez nada. Odiaba que me dieran sus miradas de lastima como si la necesitara de cierta manera.

-Así que es tu primera vez en una feria- dijo son su característica sonrisa. Era más una afirmación que una pregunta. Él en ningún momento me dio una mirada de lastima o similar.

Quizás era el momento para empezar a conocerle, Steven ha demostrado ser todo lo opuesto a lo que yo le desconfió.

El señor de la venta de ticket nos entregó unas pulseras para subir a todas las atracciones de forma ilimitada.

-Bueno, ¿a qué lugar quieres ir primero, pupa?-. Ese mote suyo me hacía mucha gracia.

Seguimos caminado sin rumbo alguno, mientras me decidía a que atracción subir.

-Quiero ir a la rueda de la fortuna-el embozo una gran sonrisa. Nos encaminamos hacia el fondo de la feria en silencio, hasta que él hablo.

-Skyler- volteé a verlo- ¿Porque me detestas tanto?

Era la última pregunta que me esperaba que me digiera.

-Yo...no te detesto simplemente no me fio de alguien que es...-me corte.

-Simplemente que es ¿qué?- me espeto.

-Qué no me fió de alguien al que adulan de más-.

-Te entiendo...pero si estabas celosa me lo hubieras dicho desde un principio amorcito- y allí estaba era sonrisa socarrona de nuevo.

-Vuélveme a decirme amorcito y te cuelgo del palo más alto de este lugar- su carcajada no se hizo esperar.

-¿A diario eres así de intensa?- preguntó mientras su ceño iba frunciéndose.

-Supongo, qué más da-.

Ya era nuestro turno para subirnos a la rueda.

La rueda empezó a moverse, se sentía fabuloso, cada vez estábamos más cerca de la cima. Cundo llego a la cima se detuvo unos segundos allí.

Desde arriba las vistas eran espectaculares, la ciudad estaba iluminada por las luces de los grandes edificios. Llegamos al final de la vuelta, tome mis cosas y salimos de la atracción.

Steven me hizo subir a una gran montaña rusa, y no exagero cuando os digo que es una gran montaña. Aun no entendía porque me había dejado convencer en subirme al frente junto a ese maniático.

-Steven, lo digo en serio mi corazón no aguanta-¡Hahhn-!- Steven vamos a morir-.

-Amorcito, enserio que a veces eres una total exagerada-.

-Si vuelves a decirme amorcito, el primero en morir serás tú-.

Después de para mí los 10 minutos más largos de mi vida y en donde casi muero, nos encaminamos hacia otra atracción.

Pasamos de atracción en atracción, me había enterado que Steven tiene una hermanita, que su padre vive más en un avión que en su propia casa. A decir verdad teníamos ciertas cosas en común.

Caminamos por toda la feria entre risas y una que otra golosina. Ya eran las 8:45 y aún faltaban muchas atracciones a las cuales subir.

Empecé a jalar a Steven a una atracción que no le agradaba para nada. Era mi momento de venganza.

-Amorcito, no creo que subirnos a ese juego mortal sea buena idea- protestaba el mientras mantenía la calma.

-Te he dicho que dejes de llamarme así- le espete mientras le daba una de mis miradas mortales.

-Vamos Steven será divertido, además es mi venganza- ya estábamos por subirnos a la atracción, habían 3 parejas delante de nosotros así que entraríamos hasta en la siguiente ronda.

Él se acercó para susurrarme algo al oído, su proximidad me dio estremecimiento. –Pupa la venganza nunca es buena- el tono en que lo dijo hizo que un revoloteo en todo mi ser se instala de inmediato.

Al fin fue nuestro turno en subir y la verdad fue la peor idea que he tenido, Steven no se la estaba pasando para nada mal, yo me empecé a sentir mal después de que el juego se quedara suspendido a casi un metro al final para luego bajar de un solo, Steven había empezado a reír tras dar el grito más grande por mi parte.

Si en algo tenía razón Steven era que la venganza nunca era buena, y yo lo había comprobado esa noche.



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En el texto hay: venganzas, amor, comienzos

Editado: 11.01.2020

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