Capítulo 9- La Cabaña

POV Steven 

La emoción que había en su rostro hacía que yo me sintiera pleno. Ella estaba muy mocionada y atónica por todas las atracciones que había en la feria.

Mi madre solía llevarme a la feria, ella no era una mujer que se distinguía por usar Chanel. Su infancia había sido de clase media con una madre que trabajaba en una pastelería y su padre trabajaba como contador de la empresa de mi padre. Las idas a la feria era lo que más a memoraba de mi infancia y parte de mi adolescencia. Lo terrible fue cuando ella se marchó.

Ahora me encontraba reviviendo todos aquellos momentos de mi infancia con ella.

Primero subimos a la rueda de la fortuna, ella tenía un rostro iluminado por la alegría que no pude más y saque mi celular para captar aquella felicidad que me contagiaba.

Esta con ella se estaba volviendo una adicción para mí.

Sabía que aún no se fiaba de mí pero al menos me había dejado acercarme a ella más que lo que otros universitarios han podido, porque aunque ella no se percatara de ello tenía una fila de chicos que trataban de salir con ella.

La noche había ascendido, ya no había rastro del hermoso atardecer que pintaba en el cielo. La diversión incrementada y mi adicción por ella también. Escuchar su risa y ver su rostro cada vez que hacia cierto comentario me llevaba a la conclusión que esta noche estaría en la lista de mis mejores noches.

Skyler ya estaba en su habitación.

Estaba alistando mi neceser para ir a darme una ducha, mi celular vibra en la mesita de noche, lo cogo y respondo a la llamada de Liam.

Liam se había quedado al cargo de mi hermana junto a la enfermera.

-Como van las cosas por allá, como esta Sthefany- ataco con las preguntas al responder.

-Tranquilo bro, todo va de maravilla por acá, ella ya está dormida, hizo que la enfermera le contara dos cuentos- esa respuesta me dejaba más tranquilo <<nunca me despegaba de Sthefany por muchos días, cuando viajaba prefería que ella y su enfermera vinieran conmigo>>.

Pasamos hablando por al menos treinta minutos, hasta que me entro el cansancio del día.

----------------

El haber dormido pasado la media noche me habría pasado factura, ahora mismo me encontraba corriendo de un lado al otro, no me daría tiempo para desayunar.

Nos encontrábamos camino al lugar donde tendríamos que realizar la investigación. Mi estómago rugía por la falta de alimento, no solía saltarme los desayunos. Decidí pasar al auto servicio de algún restaurant de comida rápido. Después haber hecho mi pedido, seguí conduciendo camino al lugar mientras con la otra mano tomaba lo que había sido mi desayuno improvisado, la verdad no me gustaba comer mucha comida chatarra pero no me había quedado otra opción.

Al llegar al lugar el director del establecimiento nos dio un tour por todo el lugar mientras nos explicaba una que otra cosa, también nos había dado algunas alternativas para la investigación. Skyler le prestaba total atención, mientras veía con alegría a un grupo de niños que jugaban en los columpios.

La mayor parte del día la pasamos analizando los pro y contras sobre ciertos aspectos, Skyler tenía sus puntos de vista y yo los míos, era como estas batallando el uno contra el otro, era muy interesante la forma en que se expresaba por ciertas cosas, la forma en que defendía sus ideales, Skyler era mujer impresionante. Al final y después de estar enfrentándonos como por 20 minutos llegamos a una conclusión que beneficiaría a muchos.

Me encontraba dándome una ducha. Me coloque el pijama y verifique mi celular, tenía un mensaje de Skyler de hacía unos minutos.

Pupa 9:05

Estas despierto

Tecle con agilidad.

Yo 9:18

Para ti nunca estaré ocupado amorcito, ¿necesitas algo?

Sabía cuánto le molestaba ese tipo de motes.

Pupa 9:22

Quería saber si quieres ver una película conmigo

 Me hubiera esperado cualquier otra cosa menos que ella me hiciera una invitación. Me calce y salí de mi habitación, algunos segundos después salió ella con un pijama rosa de seda, que le quedaba de infarto para cualquiera del sexo opuesto que la admirase.

Entramos y nos dirigimos a su habitación, ella se acomodó en la cama con el portátil en sus muslos mientras yo me quede en el marco de la puerta apreciando el tiradero de ropa, ella se percató de que no había tomado lugar aún.