Alice estaba tan insistente en que fue con ella a una fiesta hoy un jueves por la noche (me preguntaba a quien se le ocurrió hace como 20 fiestas a la semana) tendría un parcial el día lunes y quería estudiar desde ya.
-Lo siento Ali, pero enserio no puedo, mañana tengo clase muy temprano y el lunes tendré un parcial muy importante- seguí repitiéndolo.
-Vamos, Sky, las chicas vendrán también y los chicos- Alice en tres días había conseguido más amigos de los que yo hubiera podido conseguir en 50 años.
-Sera en la próxima Alice, esta noche no podre- esperaba convencerla ya.
-Está bien...supongo que a la próxima- bien, había conseguido me cometido.
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Llevaba una hora y treinta minutos (probablemente más) estudiando. Estar en una sola posición con el portátil en las piernas hizo que me doliera el trasero.
Necesitaba relajarme un poco. Afuera la puesta del sol era impresionante, el cielo tenía diferentes tonalidades de naranjas y rosa.
Decidí ponerme un atuendo adecuado para salir a correr. Tome mi celular, mis auriculares inalámbricos y las llaves del apartamento.
Después de 20 minutos de calentamiento, empecé a correr tan deprisa como el mismo sol iba ocultándose por el horizonte.
Pasearme por la calles era algo que me provocaba liberta, me provocaba mil sensaciones indescifrables.
Después de haberme alejado una considerable distancia de la zona en donde se encontraba mi apartamento decidí dar la vuelta y dirigirme hacía mi lugar. Las calles estaban transitadas, las vistas que daba la ciudad por las noches era alucinante.
La zona por la que me empecé a sumergir estaban casi deshabitadas, los pitidos de los carros, las luces de los edificios y autos eran lo único que le daban vida a ese pedazo tan desolado. Empecé a caminar más de prisa- el lugar estaba muy desolado- que me desubique del lugar en donde estaba.
No debí tomar el camino corto, me repetía una y otra vez.
Entonces de la nada y sin previo aviso sentí las manos de alguien en mis hombros mientras otro chico (probablemente una chica) me apuntaba con un arma.
-Dame todo lo que lleves- me dijo la persona que me estaba tomando por detrás.
Les entregue todo- a excepción de mis llaves- con manos temblorosas.
-Aquí está, es...es todo lo que ten...go- mi voz era un sonido apenas audible.
Tan fue el susto que me desubique totalmente de donde estaba parada, mi vista se estaba nublando. Logre divisar una cabina de teléfono a algunos pasos, me acerque a la cabina pero para mí mala suerte no tenía ni una sola moneda -ahora que sería de mí-salí de la cabina y entonces divise una sombra, solo esperaba no fueran otros asaltantes. Una mujer de mayor edad pasaba por allí, ella se acercó a la cabina.
Mi cara debió darle algún indicio de lo que me había sucedido, ella me brindo una sonrisa y entro a la cabina.
-Veo que necesitas una ayuda- dijo la señora minutos después.
-Me acaban de asaltar y no tengo ni idea de cómo llegar a mi apartamento- ella me volvió a sonreír de me tendió la mano o eso supuse yo porque lo que hizo luego fue tenderme una moneda.
-Debes tener mucho cuidado si andas por estos rumbos, no son para niñas como tú- no sabía cómo tomar eso, pero agradecí por la ayuda.
-Cuídate- se dio la vuelta y siguió su camino.
Marque el número- por un demonio, responde- dos pitidos después.
-Has cambiado de opinión...-un hipido- porque- la corte, <<estaba más que nerviosa y asustada>> si no lo hacía no me dejaría de hablar y no es como si tuviera saldo ilimitado.
-Para Alice, ne...cesito tu...tu ayuda-respire profundo- me han asaltado- quizás no fue buena idea soltarlo así, escuche que se estaba atragantando.
-Espe...ra- hipido- te... ¿quién es?- no podía ser, Alice estaba muy borracha.
-Alice no puede hablar, ¿quién es?- esa voz me la conocía de memoria. No sabía si responder le o no pero de no hacerlo no tendría más alternativa que quedarme aquí y esperar a que alguien se apiade de mí.
-Ne...necesito ayuda- escuche mi nombre al otro lado- me han asaltado- dije, ya solo contaba con 50 segundos.
-¿Dónde estás?- se escuchaba alterado- dime, Skyler, ¿dónde estás?-
-No lo sé- dije apresurada, ya no tenía mucho tiempo.
-Que hay a tu alrededor, poder ver alguna dirección-
-Hay- gire mi cabeza para ver que podía ubicar- una biblioteca en una esquina, hay un edificio muy iluminado con luces led, se llama AgenXday- una voz me indico que se me había terminado el tiempo.
Esperaba que me ubicara, si no era así me tendría que hacer a la idea de caminar sin rumbo, porque allí no me quedaría a esperar otro asalto.
Estaba junto a la cabina, ya habían pasado 15 minutos, un almacén con relojes cruzando la calle frente a mí me lo indicaba. No esperaría más tiempo allí. Empecé a caminar cuando unas luces me enfocaron y una cabeza se asomó por la ventanilla del auto. Conocía ese auto y agradecí a Dios por eso.
Steven salió a toda prisa del auto.