Capítulo 20- Creí Conocerte

POV Steven

Una semana había pasado, una maldita semana desde que Skyler me contó lo que le había sucedido. Sentía impotencia, rabia, ira y un caudal más de sentimientos repugnantes hacia el engendro de Tyler.

Por otra parte, me sentía inmensamente feliz tras ese beso que me dio conocimiento sobre lo que Skyler sentía. Luego regresaba ese mal pensamiento, y lo dura que ha sido su vida, el tormento que estaba viviendo ahora mismo y sin embargo ella se niega a decirlo a su hermano o sus padres por la simple razón de no estar segura sí se trata de él o no.

Para mi mala suerte Sthefany ha recaído de nuevo, el día de ayer la tuvimos que llevar de emergencia al hospital y el doctor nos ha dicho que ha entrado una infección grave a su cuerpo y que tendría que permanecer en el hospital por algunos días. Mi padre vendrá hoy a la ciudad por ende lo estaré viendo en casa.

Por suerte hoy es viernes, así que me dirijo a mi última clase, la cual comparto con cierta chica especial.

–Hola amorcito- le pico una mejía y tomo asiento junto a ella.

Una sonrisa es su respuesta. Ella vuelve su vista hacia una libreta, parece muy distraída –más de lo habitual- frunce el ceño.

– ¿Sucede algo? - ella voltea a verme algo espantada.

–No, nada, nada...- su respuesta no me convence, pero entonces el Lic., entra y empieza con la clase.

Ya habían pasado alrededor de 20 minutos y la sensación de preocupación aún me embargaba, Skyler no prestaba atención a lo que el Lic., decía.

–Sé que algo te sucede...puedes confiar en mí- no voltee a verla.

Ella volteo a verme, sentí su mirada sobre mí. Voltee a verla. Su rostro no tenía ninguna expresión. Y sin darme tiempo a reaccionar tomo sus cosas y salió. Después de algunos segundos tomo mis cosas y salgo.

No la veía por ningún lado, comencé a caminar y caminar hasta que la distingue a un larga distancia -si que caminaba rápido- corrí hasta ella.

–¿Qué te sucede? - pregunte con pura preocupación.

–Déjame en paz- sisea, sin voltear a verme siquiera.

Y ahora que diablos le había hecho. Esto pintaba mal.

–Ni de coña- dije.

–Solo aléjate...por tu bien- no entendía nada de lo que hablaba.

–No...yo pensé...

–¡Aléjate! - siseo y me dio un empujón para seguir con su recorrido.

Aquello me había descolocado que reaccione minutos después, cuando logre alcanzarla, ella ya estaba dentro de su auto.

POV Skyler

–No puedo con esto, ya no- le dije a Alice, mientras ella acariciaba mi cabello.

–Tienes que decírselo, el pobre lleva días tratando de saber que es lo que pasa y cree que es su culpa- me sentí mal.

Él había intentado hablar conmigo el día siguiente a mi "rechazo", también había estado llamándome, pero simplemente no tenia el valor de responder sin caer en llanto.

–Sabes que no puedo hacer eso, me tiene acorralada, no quiero que algo le pasa- le dije entre hipidos.

–¿Entonces, que piensas hacer? -ya esperaba esa pregunta de su parte.

–Si él quiere jugar, pues es el momento de jugar- dije y limpié con el dorso de mi mano las lágrimas.

–Que el puto juego comience- dijo ella mientras se ponía de pie y estiraba su mano empuñada en dirección al cielo.

–Alice...- reprendí.

Me puse de pies y me encaminé a mi habitación seguida por Alice.

Aun no le enseñaba el regalo que me habían enviado junto a la carta. Carta que me había hecho trizas en el preciso momento de leerla.

En dicha carta me advertía mantener alejado a Steven, si no quería que también fueran contra él. El misterio de esta carta había sido el tiempo, las cartas anteriores había llegado con dos semanas de diferente entre ellas, pero esta, llego una semana después.

Saque la carta y el regalo de la caja en donde había guardado las demás.

Alice la tomo en su mano con incredulidad –Es...una mariposa- solo una persona aparte de Alice sabía que me encantaban tanto las mariposas que incluso me había tatuada una de ellas a los 16.

–Solo tu y él lo saben- quizás fuera algo tonto, pero con esto me dio la pista que necesitaba para confirmar si se trataba de él o no.

–No hay duda- dijo ella.

Volví a guardar la carta y el estúpido regalo en la caja.

Alice se tuvo que marchar. Había mucho que estudiar.

Era domingo y por ende el ultimo día para poder estudiar antes de presentar los parciales finales. Me adentré a mi habitación y me sumergí en las palabras de clase.

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Estoy corriendo por el pasillo para lograr llegar a mi salón sin retraso.

–Permiso- le grite a un grupo de chicos que platicaban a medio pasillo. ¿A caso no podía orillarse para charlar?

Seguí avanzando hasta que por fin logué llegar, por suerte para mí el Lic., aún no había llegado.

–Necesitamos hablar, y voy en serio- al escucharlo un escalofrío recorrió mi columna. Lo había estado evitando exitosamente -y eso ya era complicado, dado que estudiamos la misma carrera-.