Vamos, anímate, chica, prometemos no dejarte, será un día de chicas- decía Alice y Tamara.
Era jueves y por ende las fiestas ya estaban a la vuelta de la esquina.
–No me apetece ir, mejor id vosotras y disfrutar por mí- les dije.
–Eso no es una opción- siseo Alice. Tamara le gritaba algo sobre devolverle sus alimentos –le has pasado encerrada, necesitas salir.
–Pasaremos a por ti a las 8:30- siseo Tamara, y colgaron.
Desde el ultimo sobre me la había pasado encerrada, ensimismada en mis pensamientos.
Mis días se había hecho monótonos, me levantaba, me alistaba para ir a la universidad y luego para mi apartamento.
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Me estaba alistando para ir a la dichosa fiesta. Samantha estaba organizando algo con uno de sus miembros de equipo de trabajo.
Aunque ese cuento no me lo tragaba y para mí la idea de ella organizando algo más personal con su nuevo amiguito, era más acertada.
Un toque en la puerta me informo que las chicas ya estaban del otro lado. Tome mi pequeño bolso, mi celular y me dirijo a la entrada, antes de salir tome mis llaves.
–¡Esto será sensacional! - dijo Tamara mientras salía hasta la carretera con un chirrido de neumáticos.
–¡A mover el esqueleto! - dice una muy alegre Alice, mientras alza las manos hacía el cielo. Supongo que ella ya empezó su propia fiesta puesto que ya va un poco tomada.
Al fin llegamos a la fraternidad en donde se esta llevando a cabo la fiesta.
–Es una de las más grandes, suelen hacerla cada año y chicos de otras fraternidades y universidades viene- me informa Tamara.
Alice es la primera en salir. Tamara termina de aparcar bien el auto.
–Es causa perdida- musita Tamara, ambas empezamos a reír ante su comentario.
Al entrar nos dirigimos a la barra improvisada.
En el camino me tope con algunos de mis compañeros -tal parece que nadie se pierde esta fiesta-.
–Bueno, ya estas aquí, es hora de moverse un poco- Tam me jalo hasta que llegamos al centro del salón en donde yo me sentía como una sardina enlatada.
Ambas empezamos a movernos al ritmo de la música que suena. Pasamos bailando tres canciones.
–Necesito beber algo- le grito a Tamara.
De camino a la cocina me topo con Sam quien me saluda y pregunta por Tamara, le señalo la dirección en donde se ha quedado.
Luego me topo con un chico, él me da una sonrisa de oreja a oreja. Ambos seguimos con nuestro camino.
Tras pasar a todos los estudiantes del pasillo -el cual era muy extenso- logro llegar hasta la cocina.
Tomo una cerveza y comienzo a beberla, llevo la mitad en varios tragos cuando Alice aparece con un chico.
–No pierdes el tiempo- digo cuando se acerca y toma mi cerveza.
–Por supuesto que no, la vida es corta- ella voltea a ver al chico- y generosa- le griña un ojo al chico.
–Sabes quien más es generoso- dijo en tono sexi -y está perdido por acá- sabía a quien se refería por su sube y baja de cejas.
–No se a quien te refieres- miento.
–Y yo me chupo el dedo- dijo ella enarcando una ceja.
–Vale, vale...no quiero hablar de él-.
–Basta de evadir el tema, ¿sabes que se la está mal?- verdaderamente había evitado verlo, topármelo e incluso hablar de él, ya se me hacía imposible cuando teníamos que hablar sobre el proyecto.
–Sabes que es lo mejor. A demás Ty...él es capaz de mucho más de lo que dejo en claro en aquella carta- dije con nostalgia.
–¿Que carta? - pregunta con curiosidad el acompañante de Alice.
–Asunto de chicas, ahora...puedes ir a por una bebida para mí- le dice de forma melosa.
–¿Mejor para quién, para ti, para él? Ambos se la han pasado mal, no creas que no me dado cuenta de que ya casi no te arreglas, que siempre estas con la vista perdida, quizás tu ni te hayas dado cuenta, pero a los que nos importa, si que nos hemos dado cuenta- dice en un tono nada usual en ella.
Ver como enumeraba con sus dedos cada una de esas cosas era vergonzoso.
–Alice...déjalo, no tengo las fuerzas ni la paciencia para hablar de ello-dijo ya exasperada.
–No, ya me cansé de verlos así, deben de dejarse de comportar como unos críos- oír decir eso a Alice me deja cohibida, usualmente la razonable es Samantha.
–Sabes que lo hago por su seguridad- esa conversación ya me estaba calando.
–Ya basta de autodestruirse de esa manera- me espeta.
–¿Y cuál es esa manera? - pregunto con incredulidad y tono bajo.
–Estar alejados, sintiendo lo que sienten- dijo en tono bajo.
–Él merece saber el porque lo alejaste- me susurra.
–Y que tal si le pasa algo, si Tyler le hace algo, él es imprescindible en la vida de algunos- una lagrima empezó a roda por mi mejía, Alice hizo un ademán para quitarla.
–Todos arriesgan algo por amor- un escalofrió recorre todo mi cuerpo ante sus palabras.
–¿Y quien dice que es amor lo que siento por él? –.
–Muchos de tus actos lo demuestran- me susurra. El chico llega con la bebida y Alice se marcha con él.
Mientras me dejar con un caudal de pensamiento y preguntas...y sin cerveza.