Un Nuevo Comienzo

9 CAPÍTULO

—Cristina: ¡si aja! Y me vas a negar que no se estaban mirando o eran ilusiones mías ¿claro debió ser que el también se concentró en sus pensamiento y te miró a ti? ¿¡Que casualidad no!?. 

—Reachel: ay bueno si, para que te lo voy a negar si nos quedamos mirando de la nada es extraño porque yo no lo conozco. 

—Cristina: la suerte va contigo, el está en último año. 

—Reachel: ay no pues tan graciosa, y si esta en ultimo año. 

—Cristina: pero te digo que el es uno de los populares en el colegio y todas las chicas están detrás de él. 

—Reachel: bueno mientras no caigamos en ese pozo todo bien. 

—Cristina: bueno ya veo que es hora de irnos ¡no!. 

—Reachel: si ya es un poco tarde cito. 

—Cristina: bueno no nos demoremos más, entre más nos demoramos más tarde se hace y más caro nos cobran. 

Recogimos todo el sucio que estaba en la mesa y lo fuimos a echar en la caneca y cuando lo hicimos todos los chicos que estaban al frente de nosotros se quedaron callado cuando nos vieron pasar pero solo una mirada fue la que sentí más penetrante y eso me pone nerviosa. 

Salimos del centro y buscamos un taxi y le preguntamos por cuanto nos llevaría—yo las llevo 12 mil. 

—Cristina: hay señor no nos puede dejar un poco más barato—no mis amores miren la hora y para donde es—para villorieta—no niñas es mas demasiado barato se lo estoy dejando—bueno señor esta bien. 

Nos subimos al taxi, se empezó a mover el móvil y cada una iba  sumida en sus pensamientos y salí de ello cuando el señor nos pregunta que en qué casa nos vamos a quedar y Cristina me preguntó si me iba a quedar en mi casa y le dije que no, que fuéramos a su casa, el señor aparco el carro en un lado y nosotras bajamos; cristina le pagó al señor y el señor se fue y tocamos a la puerta y esperamos que la señora Rosalba nos abra. 

—Rosalba: ¡niñas!… que son estas horas de llegar les dije que no llegaran tarde. 

—Cristina: lo siento mamá, no cogió el tiempo y no vimos la hora, no volverá a pasar. 

—Reachel: si señora Rosalba lo sentimos se nos pasó la hora. 

—Rosalba: bueno espero que lo hayan pasado bien, vamos a cenar. 

Entramos nos lavamos las manos, fuimos al comedor y esperamos que la señora Rosalba nos trajera la comida. 

—Rosalba: bueno ya llego la cena, espero y disfruten. 

Le dimos las gracias y se veía muy rica la comida, era espagueti con carne molida estaba muy sabrosa la comida tenía buen sabor, y por primera vez durante estos dos años me siento en paz y a la vez feliz por que me sentía en familia y se me estaba olvidando lo rico que se sentía estar en compañía, me sumo en mis pensamientos que dejé de comer y siento que me llaman y de una salgo de mis pensamiento y las miro a las dos para ver quien era la que me llamaba. 

—Rosalba: Reachel cariño que tiene, porque dejaste de comer, no te gustó la comida. 

—Reachel: nooo, señora Rosalba por cierto esta muy rica… estaba pensando que no se cuando fue la última vez que comía en compañía. 

—Rosalba: ¡ y tus padres no viven contigo!. 

Cuando la señora Rosalba me preguntó eso mi vista viajo hacia donde cristina y ella habló. 

—Cristina: mamá sus papás hace mucho no viven con ella. 

—Rosalba: y donde están, ¿¡trabajando!?. 

—Reachel: si fuera eso señora Rosalba le juro que estuviera feliz que aunque no estén conmigo, ellos están vivo... Pero no ellos murieron en un accidente. 

—Rosalba: ¡lo siento mucho no quise ser imprudente pero la verdad no sabía nada. 

—Rosalba: no se preocupe señora Rosalba casi nadie sabe, por el momento lo sabe mi abuela mi prima cristina y ahora usted. 

—Rosalba: ahhh bueno te prometo que seré lo más prudente y saliendo de este tema, como les fue en el cine. 

Cristina y yo le contamos todo con lujos y detalle hasta lo de lo chicos, mire la hora y era tardísimo ya tenia que irme. 

—Reachel: bueno, yo ya me tengo que ir, gracias señora Rosalba por la comida estuvo muy rica y cristina gracias por ayudarme a despejarme. 

—Rosalba: de nada mi niña fue un gusto, encantada de servirte. 

—Cristina: no hay nada que agradecer, para eso estamos las amigas para ayudarnos en lo momento de tristeza... Ven te acompañó a la puerta. 

—Reachel: gracias amiga. 

La señora Rosalba y Cristina me acompañaron a la puerta le di las gracias nuevamente y le deseo una buena noche y salí de la casa directo a la mía. 

MariaGu❤️

 

 

 

 

 

 




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