30 CAPITULO

Nos separamos por falta de aire, lo miro y el me da una sonrisa sincera y después me abraza y yo le correspondo el abrazo y solo pienso que esto no sea un sueño, que ojala el tiempo se detuviera y quedáramos el y yo siempre así, pero no se puede toca enfrentar este reto y mirar lo que pasa, que todas estas palabras que el me ha dicho no quede aquí en este lugar tan grande y se vaya al abismo que todas sus promesas sean ciertas y sinceras, estoy corriendo el riego de quemarme pero de eso se trata arriesgarse y mirar si vale la pena el tiempo que invertimos y si no dejarlo pasar; pero todo eso me lo dirá el tiempo apenas comienza este reto y ojalá no me arrepienta porque sería una gran pena ¿, porque con Sebastian quiero lograr grandes cosas.

Nos separamos y miro por última vez el lugar que fue testigo de esta noche, recorro el lugar por ultima vez y escucho que habla Sebastian.

—Sebastian:  yo creo que es momento de que nos vayamos ¡no crees!.

—Reachel: volteo mi cara hacía el—asiento—si ya es un poco tarde se paso el tiempo estipulado.

—Sebastian: si pero valió la pena que se pasara el tiempo, no crees?.

—Reachel: eso quiero creer.

Nos dirigimos donde esta la moto se sube y ka enciende y después me subo yo, ya han pasado quince minuto desde que salimos del páramo ya nos vamos acercando a la ciudad y ninguno de los dos ha dicho ni una palabra, quiero pensar que no me estoy equivocando que estoy haciendo bien en ayudar y querer intentar algo con Sebastian salgo de mis pensamiento cuando siento que Sebastian apago la moto.

–Sebastian: ¡que tanto piensas en mi, te vas a volver loca!.

—Reachel: ya quisieras tu que yo pensara siempre en ti, estas equivocado cariño—le doy palma ditas en el hombro.

—Sebastian: enserio si no es en mi, entonces en quien, en el nuevo.

—Reachel: le atinaste, que comes que adivinas—me estas jodiendo—dice—se me asoma una sonrisa y el me mira como si estuviera locas—me quiero ir a dormir ya ¡si por favor!.

—Sebastian: no te vas a despedir—umm—pongo mis dedo en mi mentón como pensado---no, tu y yo solo somos amigos te acuerdas y los amigos no se besan que descanses Sebastian—le digo.

Entro a la casa cierro la puerta y me quedo recostada en ella, siento como suena el motor cuando la enciende y arranca y ya no se escucha, me separo de la puerta y iba a caminar hacía mi habitación cuando siento unos aplausos, trato de buscar de donde proviene el sonido hasta que veo quien es la causante de los aplauso la señorita Moila.

—Moila: bravo primita, bravo que diría mi abuela sobre esto que te vez de noche con un chico y quien sabe donde y haciendo que.

—Reachel: sabes algo lo que pienses tu o piense mi abuela me tiene sin cuidado y sabes porque, aunque yo le cuente a ella los hecho como son ella siempre va a pensar mal y sobre lo otro de que estoy haciendo no es nada distinto a lo que tu haces pero con la diferencia que yo no me revuelco a la primera—intento darme un bofetada, pero yo se lo impedí agarrándole el brazo—si, no te niego me fui con el de noche, tarde y ya tu sabes con quien ya que estabas espiando no necesito darte nombre, a un lugar que tu frecuentabas mucho con él se te hace familiar el páramo—digo haciendo un mohin con mis mano cerca de mi cabeza para ver si lo recuerda—pero yo no fui acostar con Sebastian, hable con el si ves la diferencia que yo si me doy mi porte y tu no—se suelta de mi agarre con la cara echa un poema y se va a su habitación y yo me voy a la mía. 

MariaGu❤️