Un Nuevo Comienzo

39 CAPITULO

Nos encontramos con la señora Rosalba, pidiéndole que me ayude, por un momento se rehúso pero el tanto insistir termino cediendo.

—Rosalba: bueno , bueno ya esta bien, yo firmo pero...con la condición de que se van a cuidar porque no me quiero meter en problemas pero sobre todo que lo disfruten.

—Reachel: ¡enserio!—dije emocionada— gracias señora Rosalba, no se como se lo puedo pagar lo que ha hecho por mi y si lo vamos a disfrutar mucho.

—Rosalba: no tienes nada que agradecer , pero me lo puedes pagar dándonos un abrazo.

No faltaba nada más que decir, que solo abrazarnos, nos abrazamos y se sintió muy afectuoso aquel abrazo me lleno completamente.

Terminamos el abrazo y nos quedamos hablando con la señora Rosalba, nos contaba anécdotas cuando era joven y sobre todo cuando fue a una salida pedagógica y jamás me he reído tanto como hoy y los cuentos de las señora Rosalba; se nota que la señora Rosalba vivió y disfruto su juventud al máximo y no se queja o no se nota triste por no haber vivido su vida en pleno, la vida toca disfrutarla cada segundo que nos regala sea bueno o sea malo, porque es lindo recordar las cosas buenas, porque cada vez que lo recuerda siempre se asoma una sonrisa y el alama se llena de paz y aunque momentos en la vida que no son para nada bueno de eso mal momento se dan cosas buenas y es ahí donde toca aprender a vivir con lo bueno y lo malo se deja en el olvido y de ahí proviene la felicidad es estar contento y eso lo refleja la señora Rosalba.

Ya acabo la señora Rosalba de contar sus historias y ya era momento de irme para mi casa y así fue llegue y me encerre de una en mi habitación, desconecto y entro a face y veo un mensaje de Sebastian y no dude en abrirlo.

—Sebastian: hola Reachel, ¿como estas...? ¿que haces?.

—Reachel: hola Sebastian, bien y tu...estaba donde Cristina, porque....?--- para mi suerte estaba conectado.

—Sebastian: quería invitarte a pasear o mejor dicho a caminar ¿quieres?.

—Reachel: no me digas que es a otro páramo mas cerca.

—Sebastian: no me hace gracia, solo caminemos.

—Reachel: no mentiras, esta bien pasas a recogerme verdad. 

—Sebastian: si claro, yo paso por ti.

—Reachel: bueno esta bien, voy a ducharme y yo te aviso cuando este lista.

—Sebastian: ok esta bien.

Dejo su último mensaje y voy a ducharme, me lavo hago todas mis necesidades y salgo me visto con un vestido pegado al cuerpo un poco más arriba de las rodillas por los muslo, el vestido es fondo azul con flores, con unos zapatos blanco y me hago dos trenzas tejidas me hecho un poco polvo y rubor y brillo, vuelvo y me miro y me siento realmente linda, le escribo que ya estoy lista y puede pasar por mi y me respondió que ya venía,

Espero unos minutos más y me suena el celular y es un mensaje de Sebastian avisándome que ya estaba aquí, salgo de la habitación recorro el camino hacía la puerta salgo y guardo las llaves en el bolso de mano, levanto la mirada y ahí esta él tan hermoso como siempre, viste jeans de mezclilla color caqui y un suéter que hace que sus músculos no tan dotados pero con el suéter si resaltan un poco y unos zapatos muy lindo deportivos realmente se veía espectacular, después de repararlo de pies a cabeza dirijo la mirada hacía la de él y nuestras miradas se conectaron y mi corazón empieza a latir con rapidez y siento algo extraño en mi estómago, y me acerco donde esta él y lo saludo.

–Reachel: hola.

—Sebastian: hola, estas hermosa—me ruborice con su elogio— desvié la mirada para otro lado y cambie la conversación.

—Reachel: y la moto, si esa es tu vida ¿donde esta?.

—Sebastian: la deje en casa, así como ella es mi vida una parte eres tu también tengo que dedicarte tiempo.— sus palabras causaron un gran efecto en mi y solo le sonreí—vamos—dice.— asiento.

Comenzamos a caminar cada uno en un extremo sin inmutar ni una palabra hasta que decido romper el silencio.

—Reachel: y siempre vas para la salida.

—Sebastian: si yo voy y ¿tu?.

—Reachel: claro yo voy.

—Sebastian: me parece perfecto, ahora si se va a poder disfrutar la salida, porque vas a estar tu.

—Reachel: si claro como no, y si no hubiera ido yo igual iba a ser genial ¿cual es la diferencia?.

—Sebastian: ¿que cual es la diferencia?—umm ju— emito— tu haces que todo tenga color porque si tu no estas to se ve insipido, como cuando la comida es desabrida así sin sabor tal cual es cuando no estas, pero si tu estas, eres como ese granito de azúcar que endulza mi vida.

Sus palabras me hicieron sonrojar nuevamente, cada vez que hace un elogio como este me pongo muy nerviosa y no se que hacer, pero me gusto mucho esa comparación; seguimos caminando y nos encontramos en el parque onde él me encontró llorando.

 

MariaGu❤️

 




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