Estamos en la piscina jugando buscamos un balón para jugar al voleibol mujeres contra hombre y ellos son los que van ganando ¡qué pena!
—Sofía: ¡ay! Ya no quiero jugar más— se queja y las demás y yo la apoyamos.
—Fernando: si, siempre con la misma son muy tramposas no saben perder.
—Cristina: ya, yo me cansé y es la verdad— dice seria— si claro como no— expresa Kevin y comienza a tirarle agua y así empezó la guerra de agua y nosotras corriendo huyendo de ellos y nos unimos a echarle agua, no nos dejan descansar corremos como el gato y el ratón huyendo a que nos atrapen, sin querer convertimos esta madrugada en una de las mejores, después de una gran pelea sabemos cómo divertirnos y sobre todo al lado de las personas increíble que hacen que tu vida se convierta en un torbellino de felicidad dándole otro sentido a la existencia y sin duda ha sido de lo mejor espero que no quede en el olvido que lo sigamos recordando en nuestros corazones y sobre todo vivirla porque a pesar de que hayas miles y miles de adversidades al frente de uno, no es una piedra por el cual detenerse toca disfrutarla a pesar de los problemas, nos enseña que toca aprenderla a vivir como viene y no olvidarnos de los momentos importantes y aprovechar cada oportunidad que te da para sonreír y más si es acompañado de personas que quieren ser felices a pesar de todo, la vida es como una semilla muy pequeña, pero que puede agrandarse cada que pasa el tiempo sea en una tierra fértil o no, puede llegar hasta tocar el cielo si se lo propone, cada problema que se le presenta la toma como una oportunidad para crecer más alto y hoy quiero ser esa semilla aprovechar los problemas para crecer y ser fuerte cada día más— terminamos todos cansados y cada quien está disperso y yo me sumerjo en el agua por unos minutos y salgo limpiándome la cara del resto de agua que queda en ella para aclarar la visibilidad y me encuentro a Sebastián viéndome fijamente con una sonrisa.
—Sebastián: me encanta sentirte tan feliz— dice eso con una sonrisa y se acerca a mí y yo me quedo en el lugar en el que estoy y le sonrió— lo estamos pasando bien a pesar de lo que paso hace un rato— me toma por la cadera y me apega a él y yo me asusto por su acto, pero después me relajo.
—Reachel: si eso estaba pensando que a pesar de lo sucedido no hemos divertido y no le tomamos mucha importancia y es lo importante— le expreso retirando un poco mi cara quedando mi cuello un poco erguido e incómodo con la posición, su cercanía me pone nerviosa.
—Sebastián: claro y más porque te tengo a ti— me menciona y me apega más a su cuerpo tanto que unimos nuestros labios, se siente tan frío y mojados, sin embargo, no deja de ser rico, nos besamos con una lentitud como si no quisiéramos despegarnos del uno y del otro, el beso está sincronizado me toma por las caderas con sus manos y me alza y enrollo mis piernas en su cintura y paso mis brazos por su cuello y los cruzo y hacemos el beso más profundo le doy permiso a su lengua para que acceda a mi boca y para que repase cada lugar y el igual me da el permiso para acceder a su boca, nos seguimos besando con el vaivén de nuestros labios saboreando cada pequeña parte que nuestras bocas, su boca están mágica, no me quiero separar, pero nos toca nuestros pulmones nos reclaman oxígeno, nos separamos y sonreímos pego mi frente en la suya y aún tengo mis piernas enrolladas en su cintura, le comienzo a repartir beso por toda la cara y de un momento a otro sin esperarlo nos hundimos al agua y de una salimos y con sus manos quita las gotas de agua que resbala por mi cara--- eres lo más bonito que tengo--- me susurra y yo no aguanté más y lo bese, pero esta vez el beso es salvaje queriendo exprimir todo eso que sentimos.
Narra Carolina Y Stiven
—Carolina: esta madrugada fue de lo mejor, después de semejante pelea terminó siendo la más espectacular.
—Stiven: ¡verdad!, sin prepararlo resulto siendo la mejor— me acerco un poco a ella y noto que se pone un poco nerviosa— ¿Qué haces?— pregunta nerviosa— nada solo me acerco a ti— le digo— si aunque te puedes echar para atrás— dice expulsando sus palabras demasiado rápidas casi que ni le entiendo— no— le respondo— ¿Por qué?, donde queda mi espacio personal— dice— porque quiero hacer esto y además tu espacio personal está aquí conmigo y sin más uno nuestros labios se siente tan caliente a pesar de que está haciendo frío son suave como un algodón ella al momento de besarla queda sorprendida, pero ya salió del shock y me siguió el beso, la tome de la cadera y la apego más a mí y ella se deja llevar por las sensaciones que nuestros labios brotan y enrolla sus brazos en mi cuello y yo pongo mis manos alrededor de su cara y con mi pulgar acaricio su mejilla, besa de una manera tan lenta que me desespera quiero más tanto que quisiera arrancarle los labios, pero no puedo irme así tengo que ser delicado con ella, nos separamos por falta de aire y ella me mira y se sonroja y yo le dedico una sonrisa y la abrazo y ella me corresponde.
Narra Cristina Y Kevin
—Kevin: tú eres una leona Cristina, no más mira como dejaste a Moila.
—Cristina: tenía que volverme una Leona ya me tenía cansada solo estaba esperando el lugar y su última acción y esta fue gota que rebosó el vaso no aguante más, y se las empeño con mi amiga, igual tuve ayuda.
—Kevin: si, no me cabe duda que si te dejan sola, la dejas de esta manera o peor— le digo con una sonrisa a medio lado— nada que ver tampoco soy tan violenta— me dice mirándome incrédula— ¡que no!— pronuncio sonriente y le comienzo hacer cosquilla dentro del agua— ba… S…ta— manifiesta riéndose sin saber pronunciar bien las palabras yo le sigo haciendo cosquillas—¡ya!— dice firme y yo paro y ella pasó sus brazos por mi cuello y se apega a mí y yo la tomo por la cadera— claro que no soy una violenta y punto— susurra cerca de mi boca y yo no aguante y la bese, un beso desesperante, nos queremos arrancar la boca, no quiero darle la razón a Sebastián de que voy a terminar enamorado por Cristina “pienso”, salí enamorado una vez y de eso salí lastimado y tuve que ponerle un caparazón a mi corazón para protegerme no quiero volver a repetir la historia, pero no es momento de pensar en eso y mejor me concentro en seguir este delicioso beso el cual ya bajo el ritmo, ahora el beso es lento pausado con calma concentrados en el vaivén de los labios y ahí nos quedamos besándonos por otro minuto más.