Me encuentro en mi habitación esperando que Sebastián me avise de que ya viene, hoy me vestí con un short de mezclilla y una blusa de tiritas color morado bajito.
Estoy metida en mi celular y llega un mensaje de Sebastián.
—Sebastián: ya estoy al frente de la puerta, ¡ábreme!
—Reachel: bueno, ya bajo—le envió.
Bajo a la sala y llego a la puerta la abro y ahí está él con una sonrisa.
—Reachel: pasa— le digo me hago a un lado para que pase, entra y yo le sigo cerrando la puerta quedo frente de él y aún tiene esa sonrisa que contagia todo a su alrededor— ¿y esa sonrisa?— le pregunto— efectos que solo tú produces— responde— toma— extiende su mano y me entrega una cajita de chocolates y una tarjeta, la tomo y miro aquel regalo con tanta ternura y en mí se esboza una sonrisa, llevo la tarjeta hasta mi vista para leer que dice— “eres mi momento favorito del día”— término de leer la frase subo la mirada hasta llegar a sus ojos y me encuentro con un brillo tan especial en su mirada esas que te dicen me enamoré perdidamente de ti, no hago más que acercarme a él y abrazarlo— gracias, y mi lugar favorito en el mundo es a tu lado— le digo en susurro en el oído duramos unos segundos más abrazados y nos separamos— gracias por el detalle me encanto, lo guardaré con mi tesoro— le vuelvo agradecer— no tienes nada que agradecer te lo mereces esto y mucho más— habla tiernamente— bueno no perdamos más el tiempo hagamos la exposición y después que terminemos tenemos el resto del tiempo para nosotros— él asiente y nos dirigimos a la sala se sienta en el mueble— ya regreso voy a buscar la computadora para hacer el trabajo— asiente y yo voy a mi habitación tomo la computadora y de paso mi celular, salgo de la habitación llego donde está él le entrego la computadora y tomo asiento a su lado abre la computadora y la enciende, mientras enciende nosotros hablamos.
—Sebastián: cómo vamos a presentar el trabajo, en drama, diálogo, conferencia, noticiero, cuál escogemos— pregunta.
—Reachel: pues me gustaría un debate es más práctico y fluido, no buscamos tanto y ya hablamos lo que se nos ocurra en la mente— inquiero.
—Sebastián: concuerdo contigo, hagamos un debate, ya encendió la computadora cuál fue el tema que nos tocó— pregunta.
—Reachel: los problemas se pueden arreglar cuando hay amor— respondo.
Le dicto nuevamente el tema y lo busca en internet.
—Sebastián: yo propongo que busquemos lo que significa amor, que ya tú lo sabes, pero necesitamos profundizarlo más, también busquemos cuáles son los tipos de problemas, creamos interrogativas donde yo te pregunto y tú me responde de acuerdo a la pregunta y viceversa, respondemos con concepto y lo apropiamos a nuestras palabras— dice mirándome.
—Reachel: Salí ganada con este compañero, si ya tú tienes todo en la mente, claro me gusta esa idea— le respondo con una sonrisa.
—Sebastián: estas segura de que te gusto la idea o quien dijo la idea—dice jocoso— ¡puede ser porque no!, si la idea salió tan buena como el que la dijo estoy en todo mi derecho de que me gustes— le digo con sorna.
Seguimos investigando más sobre el tema y así pasamos media hora decidimos hacer un break.
—Reachel: quieres algo de tomar o de beber— le pregunto.
—Sebastián: pues yo quiero muchas cosas, la verdad— habla con picardía y yo solo volteo los ojos— lo que tú quieras para mí está bien— responde seguido a lo que dijo anteriormente.
—Reachel: voy a hacer unos waffles, ¿me acompañas o te quedas en la computadora?— le pregunto— voy a quedarme en la computadora molestando mientras vienes— dice y yo asiento.
Me levanto y voy a la cocina y busco los ingredientes para preparar los waffles mezclo lo que se tiene que mezclar y lo meto en él aparto donde se hacen los waffles, hago un poco de jugo se termina de hacer los waffles los pongo en el plato tomo los platos y los jugos voy a la sala y cuando llego me encuentro con una escena poco amigable Moila está muy cerca de Sebastián queriéndolo besar, pero Sebastián tiene la mirada fija en la computadora ella le habla y él solo le responde con monosílabas sé cuáles son las intenciones de ella y antes de que pueda suceder algo me le adelanto, me aclaro un poco la garganta y hablo.
—Reachel: ya están los waffles— le hablo a Sebastián ignorando la presencia de Moila— ¿Qué hacías?— le pregunto y miro a Moila por el rabillo del ojo y tiene una sonrisa, es muy cínica la niña.
—Sebastián: estaba viendo unos videos— contesta de inmediato y se levanta quitándome el plato y luego los jugos.
—Moila: por tu cara veo que no te gusto nada que estuviera cerca de Sebastián ¡acaso te entro inseguridad!— comenta triunfal con una sonrisa, de verdad que me da pena.
—Reachel: yo no tengo por qué tener inseguridad de ningún tipo y mucho menos si se trata de ti, creo que Sebastián es lo suficientemente inteligente como para meterse con alguien como tú— ahora soy yo la que sonríe triunfal al ver su cara.
—Sebastián: además Moila ella no tiene por qué estar inseguridad de mí, ella sabe que siempre la elegiré una y mil veces de aquí a la luna y si es el caso trata hasta en la otra vida— habla dirigiéndose a ella ahora si no considero que tenga más ganas de molestar.