Un Nuevo Comienzo

88 CAPITULO (maratón)

Terminan de llegar el resto de los chicos, nos preparamos para irnos al lugar porque estamos todos completos.

—Sebastián: ya que estamos todos, vamos pata el páramo que se nos hace tarde y tenemos que comprar materiales, así que todo listos — demanda.

—Laura: ¡por ustedes! — exclama — por llegar tarde porque nosotras llegamos muy temprano — refuta.

—Cristina: entonces — expresa — como nos vamos a ir — pregunta.

—Sebastián: nos iríamos de la siguiente forma, Cristina se puede ir con Kevin, Sofía con Fernando, Laura con Carlos, Carolina con Stiven, Diego y yo solos — menciono y todos voltean a verme con cara de pocos amigos, porque sé estoy muy consciente de como está el ambiente en el grupo en estos momentos, solo quería hacer una broma para relajar el ambiente.

—Laura: ¡yo con él no me voy a ir! — demanda decidida, Carlos bufa y voltea los ojos --- si va a hacer así, entonces no voy — expresa decidida.

—Carlos: yo tampoco te quiero llevarte, así que te puedes ir quedando — le dice indiferente.

—Sofía: al igual que Laura, tampoco me montaré con él, te voy avisando — se queja.

—Carolina: es en serio Sebastián, tú sabes cómo está la situación en el grupo y haces esto --- refuta incrédula.

—Sebastián: solo quería ver si podrían manejarse, pero ya vi que no — digo reprochando — ahora si vamos a organizar bien — Kevin podría ir con Cristina  — pregunto y ella se apresura en responder.

—Cristina: ¡no! — me alarmo — yo me voy contigo, ¡por favor! — me ruega y yo la miro extraño y luego a mi amigo para descifrar que está sucediendo, él tiene una cara de confundido, pero ahora no hay tiempo para sacar conclusiones ni para preguntar, será más tarde.

—Sebastián: ok, Cristina, sé irá conmigo y no arreglaré más como se va a ir, cada quien que escoja como se va a ir — digo derrotado.

—Diego: Sofía — la llama — si quieres te puedes ir conmigo, por mí no hay ningún problema — se ofrece.

—Sofía: sí, ya te iba a preguntar si me podía ir contigo, ¡gracias! — le dice con una sonrisa y este le devuelve el mismo gesto.

—Kevin: Laura — la llama — tú te puedes ir conmigo, ¿si quieres? — inquiere.

—Laura: sí, claro, si no hay más nadie — dice obvia.

De esa manera salimos de mi casa rumbo hacia el páramo, tanto Fernando como Carlos se fueron solos, por lo tanto, se fueron primero que nosotros, en parte también es por el ego lo tiene herido, Carolina y Stiven son la única pareja que se encuentra bien aparte de Sebastián y Reachel, Kevin y yo no estamos mal, pero tengo que solucionar lo de nosotros.

—Sebastián: ¿Por qué no te quisiste ir con Kevin? — pregunta curioso, sabía que esta conversación con él no me la iba a librar, pero es mejor esto que le puedo sacar cualquiera excusa a que estar con Kevin aún no me siento preparada para hablar con él — lo poco que sé es que todo quedó bien y que iban a hacer nada que los confundiera — inquiere.

—Cristina: ya tú lo dijiste, no debemos hacer nada que nos logré confundir — trato de sonar segura.

—Sebastián: pero el hecho de que te vayas con él en la moto no quiere decir que se vayan a confundir — dice con obviedad.

—Cristina: eso es lo que no sabemos, no se sabe qué podría pasar de aquí al páramo, el camino es largo, ¿¡si me entiendes!? — le digo obvia.

Dicho eso se da por finalizada la conversación, sé que él no quedo convencido, pero no puedo hacer nada, luego de cinco minutos llegamos al dichoso páramo. Todos estacionan la moto y nos adentramos al páramo, Sebastián nos guía al lugar donde habló con Reachel y sin lugar a dudas, es un lugar muy hermoso, además es perfecto para la sorpresa, la vista, el paisaje, le da una decoración natural y espléndida.

—Sebastián: buenos chicos, aquí fue donde traje a Reachel — nos dice sonriente — ¿Qué les parece? — pregunta — está muy lindo — respondimos todos al unísono.

—Kevin: quedaría perfecto montarlo aquí — señala una parte del páramo qué queda perfecta, la vista desde ese lugar es preciosa, hay una pequeña cascada que cae al vacío y un pequeño lago con agua muy clara lo adorna una bella vegetación y flores de muchos colores que le da un tono de primavera.

—Diego: concuerdo contigo y además el suelo está perfecto — dice y le da unas patadas al suelo para ver si es firme — los postes quedarían bien incrustados en la tierra — dice.

—Sofía: no escogiste mejor lugar que este — lo alaga — ojalá algún día me hagan algo parecido a esto, como tú se lo estás haciendo a Reachel — dice risueña y con una sonrisa.

—Carolina: no tengo dudas de eso Sofí, mereces esto y mucho más, eres una gran persona y para ti esto es poco, sé que llegara a ti una persona que cumpla con estas expectativas y con muchas otras que ni tú tienes, ¡ya lo verás! — la anima.

El grupo todo se esparció por el lugar para observar bien que más se podría traer, aparte de lo que se tiene planeado, yo estoy con Carolina y Laura, Sofía está con Diego, y el resto de los chicos están juntos.

Narra Sofía y Diego

Estamos parados donde estábamos antes, la verdad este lugar me encanto demasiado y me siento conmovida y nostálgica, siento demasiado lejos que alguien me haga sentir especial, es mejor no soñar porque nunca se hará realidad.




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