Un Nuevo Comienzo

95 CAPÍTULO

Después de una semana bastante intensa, donde tuve que vivir unos días en la casa de Cristina, ir al trabajo, pasar tiempo con Sebastián y la compañía de mis amigos, ellos han hecho mis días un poco más llevaderos; aun así, como todos los días en mi vida desde que murieron mis padres y me tocó vivir con mi abuela, he sacado de mis entrañas las fuerzas para seguir sobreviviendo, pero hay momentos donde simplemente no quiero continuar, donde todo me pesa, incluso hasta respirar se ha vuelto una dificultad para mí; quiero creer que mis padres me están mandando las fuerzas para continuar y no rendirme ante la lucha inalcanzable de sobrevivir.

En medio de todo, puedo decir que siempre hay algo por lo que estar un poquito así, sea un tantico feliz. Hoy por fin me voy a mudar a un apartamento sola. Con el pago que me han hecho mis jefes, pude avanzar el primer mes; me quedó un resto de dinero para comprar ciertas cosas que necesito; lo bueno es que el apartamento viene equipado y no me toca comprar de cero. A lo que salga del colegio, me voy directo para la casa a empacar todo y para que, antes de irme al trabajo, dejar todo en mi nuevo hogar.

La verdad tengo muchos sentimientos encontrados, la mayoría son positivos, me embarga la nostalgia, aunque esa casa no ha sido un hogar para mí en ningún sentido, me es inevitable no sentir esa nostalgia en mi pecho por dejar atrás una parte donde estuvo mi mama, allí ella creció, dormía en su habitación y era mi manera de sentirla un poco más cerca, aun así siento paz, porque por primera vez, después de tantos acontecimientos siento que estoy tomando la decisión correcta, es que no hay manera de empezar de nuevo sino se sale del caos, y eso es justo lo que quiero hacer, si quiero un nuevo amanecer, un nuevo comienzo, tengo que salir de donde todo se torna oscuro, en ese nuevo apartamento espero convertirlo en mi hogar, ese que la vida me arrebató de manera abrupta sin prepararme en nada, aquel que tampoco me supieron brindar, aquí tratare de trazar otra línea en el marco de mi vida.

Una vez terminadas las clases, Sebastián me lleva a casa. El camino hacia la casa fue bastante silencioso, aunque no incómodo; ambos íbamos sumidos en nuestros propios pensamientos. Salgo de ellos cuando noto que Sebastián se estacionó y supe que ya habíamos llegado. Me dispongo a bajarme de la moto y quedo parada frente a él mirándolo y él hace lo mismo; nos quedamos así por unos segundos hasta que él me arrastra hacia él; yo no dudo en abrazarlo a lo que me corresponde gustoso, me separo y le doy un tierno beso en los labios.

—Sebastián: Todo va a estar bien, mi amor —le doy ánimos para que se sienta mejor.

—Reachel: —Yo espero que sí, amor, estoy poniendo todo de mí para que las cosas empiecen a marchar muy bien —le respondo.

—Sebastián: Sé que sí, esta va a ser una nueva etapa en tu vida; desde aquí solo empiezan nuevas cosas para tu vida y sé que todas van a hacer muy buenas, te lo mereces —le digo.

—Reachel: Dios quiera, la verdad que me emociona ya mudarme sola, tener mi propio espacio, llegar a mi nuevo hogar y sé que no voy a encontrarme a ninguna de esas dos intentando hacer la guerra, sino encontrar la paz que hace mucho anhelo —hablo con añoranza.

—Sebastián: Eso es lo más reconfortante de todo —le digo— Yo creo que ya es momento de que entres y acomodes todo para que salgas de aquí lo más pronto posible —le aconsejo. —Si quieres, yo me puedo quedar contigo ayudándote, para que sea más rápido, ¡solo si quieres! —inquiero.

—Reachel: Amor, si no tienes nada más que hacer ahora, yo gustosa de que me ayudes; ya yo tengo las cajas donde voy a meter todo, solo falta empacar y listo —le digo.

—Sebastián: No, amor, no tengo nada que hacer, yo me quedo ayudándote. —le sonrío.

—Reachel: ¡Ah, bueno, amor!, vamos antes de que sea más tarde, voy a preparar algo de almuerzo para no empacar las cosas con el estómago vacío —digo—. Vayamos entrando; si quieres, puedes poner la moto allí en el jardín donde solo hay césped —le recomiendo y él asiente.

Mientras voy caminando hacia la casa, Sebastián ubica la moto donde le había dicho, le coloca seguro y se acerca donde mí. Abro la puerta y entro yo primero, cerciorándome de que no estuviese ni Moila ni mi abuela; así era, la casa estaba completamente sola. Nos disponemos a entrar; yo me voy directamente a la cocina a mirar qué hago de almuerzo. Encontré una pechuga, la saqué y hay unas papas, así que haré pechuga a la plancha con puré de papa; tiene que ser algo rápido. Antes de subir a mi habitación, dejo descongelando la pechuga, pelo las papas y las echo en la olla con suficiente agua para que se cocinen. Una vez hecho eso, subimos a mi habitación para cambiarme e ir organizando todo.

Me cambio el uniforme en el baño. ¡Sí, lo sé, que Sebastián es mi novio!, pero aún me da pena que me vea así; él no le prestó atención, solo se quedó observando unos portarretratos que tengo con mis papás. Ya cambiada, salgo del baño y él tiene en sus manos una fotografía donde estamos los tres.

—Sebastián: Amor, tú no te pareces en nada a tus papás —inquiere confundido.

—Reachel: si amor, no me parezco en nada, siempre he intentado buscar alguna similitud en ellos conmigo, pero no encuentro ninguna – le respondo, ¡y sí!, siempre he pensado que no tengo ningún parecido a mis papas, mientras que mi mama tiene el cabello cobrizo, y mi papa tiene el cabello castaño oscuro, yo lo tengo negro, los ojos de mama son café, y los de papa color miel, yo los tengo negro, la nariz de ambos es perfilada, la mía es más pequeña, incluso en el color de piel, mi mama es bastante clara y mi papa también lo es, pero no tanto como mama, mientras que yo, tengo un color claro, pero que tengo cierto tonos café, es como si fuese un color café un tanto claro, siempre he notado esas diferencias pero no le doy gran importancia, al fin al cabo son mis papas – bueno a alguien de la familia me tengo que parecer – le digo riendo, mientras el deja el retrato en su lugar – yo voy a bajar a terminar el almuerzo, ¿no se si bajas conmigo o te quedas aquí? – le pregunto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.