MIRIAM
Voy entrando al salón de clases con mi amiga Susan, ella y yo somos amigas desde hace 7 años, siempre estamos juntas y aunque tenemos personalidades diferentes somos mejores amigas, cuando entramos en el salón ya la profesora estaba, así que nos sentamos y comenzó la clase.
—Chicos, hoy vamos a realizar un proyecto que se llama "Ayudando a la comunidad".
Se me olvidó mencionarlo pero estoy en el último año de instituto y como es costumbre tenemos que hacer servicio comunitario para dar el ejemplo o por lo menos así dicen.
—En grupos de 3 van a dar apoyo en alguna tienda de los alrededores por el día de hoy, formen los grupos.
Creo que no hace falta que lo diga pero igual lo haré, escogí a Susan y a mi otro amigo Steven y decidimos por una tienda de cosméticos.
Pasamos todo el día ayudando en la tienda, en realidad no hubo mucho que hacer ya que es un pueblo pequeño y estuvo el día muy tranquilo.
La profesora nos reunió al finalizar el día laboral a las 6:30 PM.
—Chicos, como ya terminaron pueden retirarse, mañana no habrán clases así que pueden tomar el día para descansar.
Ya íbamos de regreso a mi casa y me iba a despedir de mi amiga, cuando estaba pasando por la plaza, un auto rojo de detuvo muy cerca de mi, por el miedo me eche para atrás y decidí ir por otro camino. Hoy en día hay gente muy extraña.
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Al día siguiente cuando llegue a la secundaria, comenzaron los rumores de que unos chichos habían desaparecidos. Creo que vi a unos chicos en la plaza ayer pero es mejor no decir nada, decidí no comentarle a nadie lo sucedido, pues no parecía de mucha ayuda la información.
—Te enteraste de lo que le pasó a esos chicos? —Me dijo Eric, otro amigo.
Mi tarde se había resumido a eso, todos estaban hablando de ese suceso pero en lo único que yo podía pensar era en el señor que vi ayer. Ahora ya se conocía los nombres de los desaparecidos pero no su paradero.