CAPITULO VIII

10 minutos

Ese era el tiempo que me quedaba para saber que me iba a pasar, hasta este momento nadie llegaba solo éramos Eric, el niño y yo.

Todo estaba sumido en un silencio sepucral, el niño nos estaba viendo desde la otra habitación, Eric estaba a mi lado pero estaba sumido en sus pensamientos al igual que yo.

Porque, yo ya no sabía a qué me enfrentaba ya que todo esto no tenía lógica y era mucho para mí saber que podía ser parte del problema y no la solución, como algunas veces soy y más que todo porque mientras tenía la mano metida en ese aparato, con un arma apuntando mi cabeza (no en sentido literal), recordaba todo lo pasado, todo lo que me trajo a este preciso momento desde el extraño de la plaza, la pérdida de mis padres, hasta el niño asustado con el que hace unas horas estaba buscando un lugar seguro y ahora no había lugar seguro porque el mal estaba dentro de mi y no había manera alguna de detener lo inevitable. Al pasar un rato el cual fue una mezcla de todos los sentimientos y lucha interna porque no tengo ni la menos idea pero estaba como batallando con eso que queria recorrer todo mi sistema, quería dominar en mi cuerpo y tomar el control del que alguna vez fue mi cuerpo, el tiempo del aparato en donde tenía la mano llegó a cero y mi mano fue liberada, aún me sentía extraña pero no notaba nada raro en mi.

Era normal, o bueno eso creía.

Miro mi mano extrañada, ya que adquirió un color violeta pero ya se está pasando, miro a Eric que está igual de impactado que yo.

—¿Esto es normal? —Me dijo Eric, quien aún tenía el arma en mano.

—No se, nunca he visto esto antes, apenas hace unas semanas es que vi un infectado, no sé nada.

—No entiendo, ya deberías ser una infectada, ¿Como te sientes?

—Estoy bien —Miro mi mano —Bueno, eso creo. No siento nada fuera de la común.

Volteo a ver al niño y está mirándonos fijamente pero está inexpresivo, es muy pequeño tal vez de unos 5 o 6 años de edad, ¿Que le habrá pasado a su familia?

Miro a Eric, no tiene buen aspecto, soltó el arma y comenzó a convulsionar.

—¡Eric! ¿Que te pasa? —Voy a su lado y le levantó la cara —¡¿Eric?!

No me responde, solo sigue convulsionado, me volteo y tomo el arma pero en ese momento Eric me da un empujón que me manda con la pared, me aparto a tiempo porque se viene a donde estaba, su piel está con tonalidades verdes y moradas como está mi dedo, parece como si estuviera en un estado de descomposición. Ese ya no es mi amigo, ya no queda nada de el.

Voy por el arma lista para hacer lo que me toca, la tomo y disparo pero falló y se viene contra mi, trato de huir lo más que puedo pero aún así logra lastimarme varias veces, después de un rato logro dispararle en la cabeza pero ya no puedo más, me he dado muchos golpes en la cabeza y caigo inconsciente.