CAPITULO XIII

Miriam

Cuando acepte no espere que de una vez nos pusiéramos manos a la obra, nos guiaron por las instalaciones y nos iban dando una serie de instrucciones que teníamos que seguir al pie de la letra.

— Como ahora estarán aquí se les proporcionara ciertas lecciones e igualmente al joven Alejandro le daremos clases para reforzar sus conocimientos, como bien saben necesitamos el componente pero esas extracciones se harán después de unos exámenes más, mientras tanto me gustaría guiarlos a donde sería sus habitaciones.

Dábamos tantas vueltas que esperaba no perderme, el lugar era inmenso, al principio no lo parecería pero entre más caminaba más habitaciones, pasillos y escaleras aparecían frente a mi.

— Está sería tu habitación señorita Miriam — Aún no me agradaba del todo el doctor Gregor pero creo que me iba a tocar acostumbrarme.

Cuando entre no era nada especial, solo tenía lo básico, una cama, una pequeña ventana, un escritorio y otra puerta que me imagino que era el baño. Era deprimente pensar en cómo mi vida había cambiado de manera tan drástica.

— Está bien pero solo hay una cama, ¿Donde dormirá Alejandro? — El aún seguía pegado a mi y en vez de encontrarlo fastidioso, lo encontraba reconfortante era algo a lo cual estar anclado y que me mantenía consiente de todo lo que ha pasado.

— Su habitación estaría más adelante, me acompaña, por favor — Dijo esto dirigiéndose a el, ni siquiera miro en dirección a el doctor, se mantuvo con la vista fija al suelo.

— Me gustaría que nos pudiéramos quedar en una misma habitación — No sabía cómo manejan las cosas aquí pero si podía hacer las cosas más fáciles para Alejandro, así sería.

— Está bien, en un momento los buscarán para empezar con sus rutinas.

Sin decir más se fue, ingresé en la habitación y me recosté en la cama pero primero acosté a Alejandro a mi lado, me preocupaba que no hablara, quitando esa vez que lo vi llorar, no lo había escuchado decir nada.

— ¿Te encuentras bien con todo esto?

Nuevamente sin decir ni una palabra, movió la cabeza en modo afirmativo.

Al poco rato, tocaron la puerta, creo que no iba a poder descansar.

Abro la puerta y veo a un soldado pues está vestido de la misma manera de la gente que nos recibio.

— Vengo a buscarlo para empezar con sus lecciones.

Nos paramos y comenzamos a caminar en silencio, llegamos a un comedor, el olor era exquisito y de repente recordé que no había probado bocado en días y que Alejandro podría estar igual. Nos llevó hasta una mesa y al sentarnos trajo dos platos con una buena porción de comida.

— Coman para comenzar.

No hacía falta que dijera más para empezar a comer como sino hubiera un mañana, todo estaba divino y en cuestión de minutos nos acabamos todo.

— Ahora podemos ir hacia la sala de entrenamiento.

Seguimos caminando por las instalaciones y descubro nuevas partes, solo hay algunas puertas que son distintas pero no entiendo mucho lo que dice, solo algunas cosas pero aún así no intento más que unas pocas palabras aquí y allá. Llegamos a otra puerta, está es en color amarillo y al ingresar, me sorprende ver qué es mucho más amplia de lo que aparenta, tiene varias secciones, unas áreas de combate, otra de tiro y una última que parece un salón.

— Siganme, por favor — Vamos detras de el y nos entrega unos trajes negros  — Pueden cambiarse por allá.

Camino de la mano de Alejandro y lo ayudo con su ropa, le queda bien y se ve tan tierno en su traje, la tela es como de lycra, me pongo el mío y regresamos a donde está el soldado.

— Aquí van a tener actividades diferentes, el joven Alejandro va a tener clases con un profesor para adquirir ciertos conocimientos y que la información sea más fácil para si, mientras usted señorita Miriam, va a practicar combate, tiro e igualmente va a aprender sobre esta situación.

Y en eso se resume nuestra tarde, nos dividimos y mientras yo avanzo en mis actividades físicas, cada que puedo observó cómo va Alejandro y al parecer está tranquilo, llega un momento que me uno a él y nos dan el mismo tipo de información tanto nueva como vieja 

El mundo está siendo contaminado por un virus, creado por un laboratorio llamado "The Perfect" el cual es desconocida su ubicación, se infectó uno y desde ese momento no ha parado, no existe cura para este virus y ya ha cobrado millones de vidas, se espera que con el componente SL, esto acabe y la vida vuelva a lo que era.

Después de esa información, nos retiramos nuevamente al comedor y después de recibir un plato de comida, vamos a nuestra habitación, al llegar veo que dejaron ropa sobre la cama, ayudo a Alejandro a bañarse y cambiarse, yo hago lo mismo y a lo que tocó la cama quedó rendida, al fin podía descansar en paz o eso creía yo, porque de repente comencé a sentir un dolor insoportable y no me podía mover.

— Extracción №01 del sujeto №01 y №03 para el componente SL. Intento número uno.