MIRIAM
Me despierto alterada, no tengo manera de saber la hora, ya que no hay un reloj en la habitación. Miro a mis lados, recuerdo que estoy en la base militar de Suiza, reviso a Alejandro y está durmiendo tranquilo aunque en su ceño se hacen unas pequeñas arrugas.
Me paro de la cama y voy al baño después de hacer mis necesidades, me miró al espejo y trato de recordar que paso, que estaba sucediendo, tuve un dolor fuerte pero no recuerdo porque fue ni tengo ninguna herida, sin más salgo del baño y me recuesto al lado de Alejandro, miro el techo y solo dejo mi mente en blanco. Sino pienso en todo lo que he pasado no voy a sufrir por eso, no me siento segura aquí y en definitiva me quiero ir... ¿Pero a donde iría? No tengo familiares cercanos, ya no tengo nada allá fuera y ni siquiera estoy en mi país, todo esto es un desastre, creo que he estado el suficiente tiempo viendo a la nada, ya que abren la puerta, es el mismo soldado de ayer y trajo consigo ropa.
—Buenos días, los espero en 10 afuera de su habitación.
Y sin más salen, todo esto es extraño, jamás me cansaré de decirlo.
Voy, me baño y cambio para luego despertar a Alejandro y hacer lo mismo, nos cepillados y salimos del cuarto, efectivamente el soldado está enfrente de la puerta.
Sin decir nada comienza a caminar y lo seguimos por interminables pasillos, volvemos a hacer el mismo recorrido pero esta vez veo unas cuantas personas en bata de laboratorio yendo de aquí para allá, esa gente no nos voltea a mirar pero que más da, ya me estoy dando cuenta que aquí la gente va con un objetivo.
Pasamos nuevamente todo el día haciendo nuestras actividades, después del desayuno, hacemos una pausa para almorzar y volvemos nuevamente a recibir más información sobre el virus.
La verdad está información me parece repetitiva y aburrida, no dicen nada nuevo, ni he visto otra vez a el doctor Gregor o alguno de los que nos recibieron. Tampoco han dicho nada sobre los exámenes que hacían falta.
Después de esa clase "informativa". Vamos nuevamente al comedor y al llegar a la habitación en compañía del soldado que se retira inmediatamente, veo ropa encima de la cama, cambio a Alejandro el cual está callado y yo hago lo mismo, nos acostamos y esta vez es tranquila.