Un Nuevo Comienzo (borrador)

*Capítulo 11*

Mateo

No puedo creerlo, pero como la consiguió, bueno creo que fue eso verdad de que no la busque bien, veo como sigue haciendo su baile de victoria bien ridículo, pero se ve tan tierna, pero que tierna nada es Lalo Lalo, suena el timbre y sale atender ahh no, caigo en cuenta, pero en que me metí, perdí, eso quiere decir que apostar no es bueno y menos con Lalo.

Escucho risas y me acerco, no porque sea curioso, sino porque es mi casa y Lalo ha tardado mucho y bueno si quiero saber cuáles la risita que cargan y con quien.

-Buenas noches- llego donde esta Lalo hablando con un Señor muy cariñosa.

-Nonno él es Do… el Señor Johnson mi jefe, aunque si soy asistente bla bla, quienes serían mis jefes serían los chicos, pero él es el que me pagara, así que es confuso realmente- el Señor ríe con sus divagaciones.

-Un placer ¿Señor?- pregunto, ya que no me han presentado.

-Santori, Paolo Santori-  abro los ojos de la impresión.

-San, Santori, usted es el dueño de la cadena de restaurantes más famosa de comida Italiana y sin contar con las estrellas Michellin que poseen, pensé que viviría en Italia- No puede ser como este Señor esta en mi casa riéndose con mi Lalo, digo con la Señorita Catalina, he intentado obtener un cita personal con él y ha sido imposible incluso mi padre en su momento no lo consiguió.

-Sí, ese mismo, mi esposa y yo vinimos a supervisar el restaurant que tenemos aquí, nos enamoramos del lugar, además unas muchachitas se robaron nuestros corazones- menciona mirando a Lalo y noto como ella se sonrojar- y ya que no podíamos adoptarlas, nos quedamos cerca-

-Wow, y usted hace las entregas personalmente- inquiero sorprendido y todavía sin salir de mi estupor.

-Sólo, porque Caterina me llamo, sino estuviera ya con mi esposa-

-Cate… esta Catalina, en serio ¿Lalo?- no estoy entendiendo nada. El Señor Santori sonríe y pasa su brazo por los hombros de Lalo y no puedo creerlo Lalo lo conoce de trato, seña y demás.

-Bueno, ya tengo que irme y vengan a visitarnos pronto- le da un beso en la frente Lalo y  voltea a verme -un placer conocerlo Señor Johnson, espero cuide mucho de mi Caterina-

-El placer es mío, y puede decirme Mateo-  quiero abrazarlo, se parece a Santa, amo sus restaurantes, su comida es mi ídolo, le estrecho la mano y con ese gesto mi día se ha convertido en el mejor.

-Bueno Mateo, ya sabe me la cuida muy jefe y todo, pero me la cuida, vámonos- y así sin más se va de mi casa, Paolo Santori estuvo en mi casa y me estrecho la mano, estoy pensando cuanto tiempo podre durar sin lavarme las manos cuando la voz mel-odiosa de Lalo me regresa.

-Huele a Cielo- dice cerrando los ojos y aspirando

-A cielo, pero que le pasa Lalo, además ¿cómo conoce al empresario más influyente de toda Italia?-

-Porque tiene que arruinar el momento, huela, así debe olor el cielo, porque no hay nada más rico que este olor, salsa, queso, pepperoni, mmmm, el cielooo y respondiendo a su pregunta lo conozco desde siempre y no se quede parado apúrese porque lo dejan sin cena-

Desde siempre, lo conoce desde siempre, pero como… por Dios huele delicioso.

-Chicos, apresúrense tomen un plato y vamos a la mesa- escucho que continua hablando Lalo, observo a mis hermanos y al personal que están reunidos alrededor de las cajas de pizzas pero no les prestó atención, me quedo pensando en cómo es posible la conexión de Lalo y el Señor Santori.

No sé cuánto tiempo me quedo pensando, hasta que veo una servilleta siendo agitada como bandera

–Esto le pasa muy seguido en serio no sufre de nada- Lalo me observa con intriga y no sé que me molesta más, que me sacara de mi ensoñación o que vuelva con el mismo tema.

-Claro que no, sólo, estaba pensando-

-Tan malagradecido yo toda preocupada y usted pensando como cambiar de humor y no morir en el intento y tome- me entrega un plato y dos servilletas –siéntese y coma, que no sea una baja de azúcar que tenga y por eso se pone así-

Me ubico en la mesa y es cuando me doy cuenta que tengo un plato desechable y servilletas, pero ¿qué es esto? Lalo comienzo a repartir porciones de pizza en cada plato y una de las ayudantes de Nana se le acerca y le dice algo y no creo que sea algo bueno, porque pone mala cara, ha y así me acusa a mí de cambiar de humor.

-Aquí solo se sienta la familia- escucho a Nana y pongo atención en lo que hablan.

-Aha y entonces, ustedes trabajan aquí ¿cierto?, lavan, limpian y hasta aguantan de todo y son seres humanos ¿cierto? mínimo el día de hoy comen aquí, familia es aquella la que escojamos, y yo quiero que hoy sean mi familia, además es pizza como mi bienvenida y en agradecimiento a los chicos por su excelente labor limpiando, así que tomen asiento- wow, casi que me levanto y la aplaudo, como no se Coach Motivacional –Don Bip, verdad que está bien que hoy comamos todos juntos como mi familia prestada y antes de que diga algo, le recuerdo que yo encontré la billetera, así eso me da puntos-

-Ehh, si, si claro, por favor tomen asiento, tienen trabajando para mi familia muchos años y como dijo Lalo, perdón la se…- entrecierra sus ojos y hace con sus manos un cuadrado, que yo no soy cuadrado –Catalina hoy es su bienvenida y lo de los chicos- premiar el irrespeto, bendita billetera que no te encontré.




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