Catalina “Lalo”
-…no puedo creerlo y sabes que es peor, que es mi padrino-
-Amanda, todo muy fuerte… pero sabes que fue lo más fuerte… el hambre que pase-
-Clifford, si inventas, si te comiste una bolsa de maní, una de papas y una de galletas- le reclamo señalándolo –y no nos diste, te pasaste-
-Usted no se toman nada seriamente ¿verdad?-
-Claro que sí, pero ya es muy deprimente la situación, como para ponernos como velorio… listo, con esto hemos terminado- me levanto tomando mis cosas.
-Gracias Cata- me abraza.
-Nah, no te preocupes sabes que me encanta hacer esto- menciono separándome y viendo a todas las niñas que parecen hadas bailarinas.
-Por todo…-
-¿Todo?...-5.46- me despido de las niñas, con la mano.
-Y para mí no hay abrazo, agradecimiento ¿nada?- pone ojitos de perrito triste y abandonado.
-Por Dios, si eres Clifford!- exclamo riéndonos.
-Te lo dije-
-Eres mi Clifford valiente, gracias- lo abraza y lo besa.
-Bueno, pero dejen de comer frente a los pobres, no hay respetamiento para los simples mortales- separan riéndose cómplices.
-¿Cuáles pobres?, no me diga que Mateo…-
-Clifford, ¿qué tiene que ver Don Bip en esto?-
-Bueno… déjalo así, ¿te llevo?-
-No, gracias Julio me está esperando, tengo que aprovecharlo, dice que está feliz de no hacer nada, además ya lo chicos llegaron y voy tarde- me despido y ellos vuelven al salón.
Llego a la casa y un escalofríos me recorre el cuerpo, está muy silenciosa…
-Holaaaaa- mira alrededor de la entrada, en la cocina, que se hicieron todos –Doña Nana, Sara, Clara…- continuo llamando y nada, salgo al jardín y ahí están todos sentados en las mesas comiendo y en una de ellas…
-Nonna- la abrazo fuertemente.
-Mia figlia, no pensé que tener que darte una charla, pero no es bueno tomar alcohol en exceso…-
-No, nonna es un error, no tienes porque decir…-
-Entonces, ¿lo qué ellos dijeron es un error?- menciona señalándolos y Maggie me mira riéndose, los gemelos ni me miran porque están enfrascados comiendo sus postres, Doña Nana sigue hablando con el Nonno y Valery, bueno ni me registra esta con sus audífonos y gafas de sol puestas-
-Ehh bueno…- Sebas llama mi atención.
-Cata y ¿qué hicieron con mi arena?, pensé que me dejarían jugar un poco más- dice cabizbajo, me agacho a su altura.
-Lo siento, me toco limpiar y pues unos señores vinieron por ella para devolverla-
-Entonces, ¿me llevarás?- sus ojitos se iluminan ahhh no –tú me dijiste que lo harías-
-Bueno… resulta que nos prohibieron la entrada a ese centro comercial- veo como va a replicar –pero… -me acerco a su oído- te guarde un montón, para que juegues luego- comienza a saltar y lo sostengo –disimula, pon cara de tristeza imagínate a un perrito en la calle abandonado con hambre, con frío en un rincón de un callejón sucio- deja de saltar y sus ojitos se llenan de lágrimas –ahh Sebastian, esa arena era del parque sabes que no podemos tenerla- digo en voz alta guiñándole el ojos a Sebas.
-Figlia y ¿las dos bolsas negras con arena que hay en tu taller?, no me digas que vas adoptar un gatto, porque no te gusta ni que los nombren…-
-Ahh ja, ja, esas bolsas, eh evidencia si evidencia, uff que calor hace…- me acerco a la mesa, saludo a todos y tomo un gran vaso de limonada.
-Niña Cata, hace un rato llego un sobre a su nombre-
-¿Para mi?- afirma con la cabeza –y ¿quién lo envía?-
-No sé niña, pero creo es algo muy serie porque lo entrego un alguacil-
-Jajajajaja, y es que estamos en el medio oeste- río, pero Doña Nana esta muy seria-
-Ahh no me asuste- me toma de la otra mano y me lleva dentro de la casa y nos encaminamos al taller.
-Niña Cata, si existen y sólo entregan documentos legales de suma importancia y estaba escoltado de 2 oficiales- señala la mesa de trabajo y veo un sobre algo grueso y lo tomo extrañada.
-Mmm gracias Doña Nana- leo la etiqueta, Juzgado segundo de paz,… dejo de leer al sentir mi teléfono vibrar y es un número desconocido
–Buenas tardes, me comunico con el número de la Señora Cata…- dejo de escuchar sintiendo un dolor de panza al escuchar la palabra SE… -¿Aló?-
-Sí, disculpe… habla con Catalina-
-Estamos hablando del despacho de adopción y acomodación de menores de edad-
-Ohhh disculpe si, dígame, es por Maggie…-
-El caso de la menor Margaret Sevilla, llamamos para notificar que las visitas de supervisión ya fueron acordadas y serán enviadas al domicilio consignado- confirma la dirección, así como otros datos, termino la llamada, olvidándome del sobre y llamando a Camila, para que me explique que significa esa llamada.
#5033 en Novela romántica
#1411 en Chick lit
memoria perdida, millonario y frio, chicas empoderadas y divertidas
Editado: 15.01.2023