Catalina “Lalo”
-Lalooooo no huya…- continua llamándome.
-NO ME ACUERDO, NO RECUERDO- me encierro en mi habitación, no esto no puede estar pasando, eso es falso si es una broma…
-Lalo no sea inmadura y salga- trata de abrir la puerta.
-Pero ni que me cubra en papel de diario, no soy fruta para madurar-
-Eso es con el aguacate Cata, las frutas no…- escucho como suena un golpe en la puerta.
-Auch Mateo, pero porque me maltratas-
-Amanda por favor a saca a Paul de mi vista si no quiere que…- murmura otras cosas pero no entiendo.
-Es Clifford Mateo, Clifford… ahhh Amandaaaa- rio imaginando a Clifford corriendo como niña por las escaleras.
-Oye Cata, puedes abrirme…-
-Es tarde Maggie a dormir- me acerco a la puerta y coloco el oído a manera de poder escuchar bien, se escuchan unos pasos y unos murmuros a lo lejos –Será que ya se fueron-
-Sí- afirma a mi lado, haciéndome salta en el sitio.
-Maggie, pero…- me pongo la mano en el pecho y trato de controlar la respiración –¿cómo entraste?-
-Pues por la puerta- señala la puerta que conecta ambas habitaciones.
-Ahhh cierto, cierto…. Ehh… no recordaba- me siento en el piso apoyando la espalda en la cama.
-Mmm, creo que tendré que llamar a Alejandro para que te chequee- mueve las cejas divertida -estas como muy olvidadiza últimamente ¿no?-
-Ahh no, no es necesario, hay cosas que mejor dejarla así, ya después me ocupo de ellas… y como va el colegio, tus compañeros, como se comportan los gemelos y la Raty-
-Cata cambio de tema desde siglos memorables- dictamina cruzándose de brazos y sentándose a mi lado –Bien, bien, normal supongo o que pretendes que haga de espías de los Johnson… así de gratis, ¿por las buenas costumbres?-
-Maggie simplemente era…-
-20 semanal y te doy reporte detallados hasta de las veces que van al baño-
-¡¿Qué?!, eso es abuso-
-No, se llama negocio, oferta y demanda, facilitador de servicio- se señala y luego a mí –cliente-
-¿Cuándo aprendiste eso?- indago riéndome.
-Hoy en clases, quien diría que si aprendería algo en ese reclusorio opresor el cual me sometes durante tantas horas al día- inquiere con ironía.
-De nada… bien toma- le doy el dinero que tenía en el cajón al lado de la cama –Úsalo sabiamente-
-Uff Cata, tranquila que para comprarme la isla privada, esto no me alcanza ni para el chaleco salvavidas de la lancha de transporte- comienzo a reír, olvidando todo el estrés que traía, así es Maggie una luz que ilumina mis días más oscuras y aflora lo mejor de mí.
-Hoy llamaron… comenzaran esta semana con las visitas supervisadas-
-Cata ¿en serio?, entonces si aprobaron todo- se lanza a mis brazos –Cata hazme estornudar, porque estoy segura que llenaría la habitación con brillantina- beso su cabeza y la abraza más fuerte.
-Si todo sale bien si Maggie, nos quedaríamos juntas siempre y pues no sé como hacerte estornudar…-
-Pues con pimienta- nos separamos y al mirar al frente está toda la Telerín mirando.
-Paul, voy a terminar creyendo que eres Droopy y no Clifford- lo observo bien y esta…
-¿Estas llorando Tío Paulin?-
-Es que me emocionan estas cosas, además no soy el único- y es verdad, Doña Nana esta con un pañuelo y Amanda con los ojos brillante, los gemelos, Raty y Don Bip…
-Bueno yo no, yo soy quería hablar con usted, pero- se aclara la garganta –no hay necesidad, ehh cuando vayan a realizar las visitas, por favor notifíquenos para que estemos al tanto, ya Maggie es parte de esta familia, así que todos debemos ayudar, permiso- en ese momento comienza a sonar la canción: Y se marchó… y a su barco le llamo Libertad…
-Paul, como haces para tener todas esas canciones a la mano-
-Amanda, pues con el teléfono además ya Mateo es predecible cuando algo le genera sentimientos siempre aplica- y vuelve a reproducir la canción, todos reímos, hablamos un poco más, luego todos se van.
Así pasaron un par de día, sin novedades, Don Bip, regresaba muy tarde si es que lo hacía, porque desde el lunes no lo veíamos, Cami dice que las auditorias han estado más complicadas de lo que pensaban y no era nada nuevo las irregularidades; Maggie todas las noches me daba “el reporte del día” como ella misma lo llamaba, a pesar de que Raty no había escapado nuevamente… aunque ayer lo intento y la alerta en mi teléfono me hizo atraparla justo cuando intentaba irse…
-Raty- la apunto en la cara con una linterna, mientras se acercaba a la puerta del jardín que da a la calle.
-¿Qué rayos haces aquí Catalina?- pregunta nerviosa.
-Me llamaste Catalina- hago un puchero –que linda, aunque me gusta más que me digan Cata, pero…-
-Mmm y ¿qué haces a esta hora por acá?-
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memoria perdida, millonario y frio, chicas empoderadas y divertidas
Editado: 15.01.2023