Un Nuevo Comienzo (borrador)

LIII

Mateo “Don Bip”

-Pero que mie… Mateo espera- Leo me llama, mientras corro al ascensor, presionando muchas veces el botón-

-Por mucho que lo presiones no va a llegar instantáneamente- justo el sonido característico de campana se oye anunciando la apertura de las puertas -Bueno, creo que si funciona, ahora me puedes decir que está pasando, te dejamos con el seudohumano en tu oficina, fuimos a la buscar café a la maquina y después sale Cata en brazos de Sashita Hermosooo…- volteo a verlo -con cara de funeral y Maggie llorando, ¿qué salió mal?-

-Todo, absolutamente todo- golpeo una de las paredes del ascensor -Leo, los documentos están en mi oficina, búscalos y Laura… Laura está en todo esto- se detiene, salgo buscando alrededor, sintiendo como mi corazón se rompe en mil pedazos al verla -Lalo-

-¿Está Llorando?- pregunta Paul mirándome – CATA, CATALINA- gira a vernos y es cierto esta llorando y su rostro denota dolor, Sasha me mira negando con la cabeza, camino apresurado.

-Lalo espera, no es lo que crees- uno de los guardaespaldas le abre la puerta -Lalo, espera no…- trato de tomarla del brazo y Sasha me lo impide.

-Catalina no va hablar contigo, creo que fue suficiente con lo vio-

-¿De qué hablas?- inquiero sorprendido -tu sabía todo, tu mejor que nadie, la idea… te estas aprovechando… no voy a permitir-

-Señor Johnson ya cállese…- menciona Lalo con la voz rota y mirando alrededor -ahora si quiere hablar, pues YO NO QUIERO, el tiempo de hablar ya paso- Sasha la ayuda a entrar al auto y veo a Maggie con los ojos rojos.

-Maggie, por favor- gira el rostro y le cierran la puerta.

-Mateo- me toca el hombro Sasha, acercándose a mi oído -sigue con el plan, todo estará bien, ahh por cierto lo siento-

-¿Por qué lo sien…- no termino de pregunta porque siento como su puño me golpea el abdomen sacándome el aire, haciéndome doblar.

-Nadie hace llorar a las mujeres de mi vida- entra al auto, escucho a Paul despidiéndose y me ayuda a incorporarme.

-Mateo- me llama Leo, pero yo todavía trato de respirar- Mateo- lo veo y esta escoltado por Laura que ve todo con asombro y un destello de felicidad en su mirada.

-Y un soberano pepino Joan, eres mi primo- le reclamo.

-Y amigo de Catalina, así que soy Suiza neutral por completo y deja de replicar, sólo te pido que tengas paciencia y trata de remediar, todo este lío-

-Señor Suiza y ¿Cómo se supone que lo arregle si ni responde mis mensajes? Oh no, espera si me respondió con un emoji de caca- Joan trata de no reírse -Joan no te rías esto es serio-

-Te pudo ir peor- responde Leo sentándose a mi lado -a ti te respondió Catalina a mí las llamadas y mensajes que le envío a Cami, los contesta el Señor Mendoza y haciéndome bullying-

-Pero, ¿por qué? Si él sabe todo-

-Clifford, porque siempre repite lo mismo y cito “Les dije que les dijeran, no me hicieron caso… lleven”- lee el mensaje en su móvil -¿lleven qué? ¿a dónde?, no entiendo nada y… me da miedo preguntarle-

-Concuerdo con el Señor Mendoza, porque no les dijeron, es más creo que hubiese sido mejor-

-Joan, te estas escuchando, como le íbamos a decir…- me paso las manos por el cabello mientras camino en círculos en la oficina -Hey Lalo sabe, aparentemente la Familia Moreno te engaño, estafo y te estaban utilizando como cebo, para estafar a mis Padres y quedarse con la empresa, normal… ahh y dentro del plan estaba que te casarás con Rodrigo por conveniencia y así ellos se quedaban con todo, pero en el camino el estúpido ese se enamoró de ti-

-Pues sí, así mismo-

-Yo les dije también se los dije y hasta idea le di-

-Clifford, le dijiste a Mateo que le diera la noticia en un puzzle de cachorros y que cada cachorro tuviese un letrero con las sospechas-

-Sí, así es, muy original-

-Pueden dejar de decir ridiculeces, me revienta el dolor de cabeza… una semana, una…- Joan se aclara la garganta -una bendita semana… mis hermanos no me hablan, incluso Becky… por Dios, Becky no quiere ni verme- me acuesto en uno de los sillones.

-Mi Camiiiii- Leo se lamenta.

-¿Estas llorando Simba?, no, mira que si te pones a llorar yo también lo hago, por…- comienza a hipear.

-Bueno hombres de poca fé, los voy ayudar, pero ustedes también tienen que poner de su parte, a ver, además de llamadas, ¿qué han hecho?... no me miren así-

-Bueno yo la espero en las mañanas, pero solo la he visto en una sola oportunidad y me dio los buenos días y se fue- menciono derrotado.

-Yo he ido a su casa y a la empresa, pero no me permiten la entrada-

-Que hombres tan básicos, con razón… tienen que ser más proactivos, llevarles comida,  flores, chocolates, cachorros, serenata, artillería pesada caballeros, artillería pesada- Joan, ríe negando con la cabeza.

-Yo tratare de ayudar, pero no confirmo nada, pero apoyo a Clifford eso- miramos asombrados a Joan -dejen de lamerse las heridas y hagan algo, porque por esa puerta no va a entrar Catalina ni Camila- me quede mirando la puerta y no, no entro nadie -Bueno, me voy, por favor háganle caso por primera vez a Clifford-

-Tan bello Joan siempre ha creído en mí-

-Estas llorando Clifford-

-Claro que no Simba- nos da la espalda limpiando lo que posiblemente sea una lagrima -Voy a buscar pastel de chocolate, permiso-

-¿Pidió permiso?- pregunto.

-Si, eso fue extraño, pero yo también quiero pastel- menciona Leo saliendo de la biblioteca, resopla levantándome del sofá y siguiéndolo. Llegamos a la cocina y un delicioso aroma de galletas sale de ella, ahí está… Lalo con un delantal riendo con los chicos levanta la mirada de la mesada y su sonrisa automáticamente cambia.

-Hola- saludo y todos voltean a verme-

-Bueno chicos- habla Lalo quitándose el delantal y limpiando sus manos con un paño -ya saben, esperan a que se enfríen si quieren comer-




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