Layla miró de nuevo hacia Nicholas, desde el sofá en su oficina, esa ocasión se había negado a tomar su lugar en la 'silla de jefe', porque estaba tratando de encontrar las palabras adecuadas, una forma de decir algo que había decidido unos días atrás sin sonar como una desalmada, pero sin dejar lugar a que Nick pensara que era una decisión temporal, porque no lo era.
—Si me miras de esa manera no puedo hacer mi trabajo —Le dijo Nicholas insinuante, Layla arrugó las cejas, volviendo su atención al presente.
—Lo nuestro ya no funciona —susurró ella y Nick paró de inmediato de teclear en su computador.
Se puso de pie y caminó hasta ella, mirándolo en su traje y con aquella expresión de confusión Layla se arrepintió un poco, con aquella voz del inconsciente diciéndole que lo que tenían no estaba tan mal...
Pero aquel era el problema, porque "no está mal" nunca será suficiente, había caído en cuenta de que se estaba mintiendo a ella misma cada vez que había creído que él era suficiente para ella, que ellos juntos eran algo bueno, porque carecían de tanto...
—¿Qué? —Nick se sentó a su lado, con una sonrisa incrédula, como si esperase que fuera una broma, entonces no le quedó más que ser tajantemente clara.
—Se acabó Nicholas...
—Pero... ¿Porqué? —él tomó su mano, como si aferrarse físicamente lo ayudara a recuperar aquel lugar que un día había pensado tener en su corazón.
—¿Sabes cuál es mi canción favorita? —soltó ella empujando la idea de que estuviese haciendo aquello a raíz de lo que Daniel le había contado sobre su esposa.
Odiaba llegar a pensar que lo hacía solo para estar disponible por si... Odiaba pensarlo, porque no era de esa forma, no es así, no es así, no es por eso, se repitió mentalmente en todo momento
—¿Por qué es eso importante ahora? —Nick la miró arrugando las pobladas cejas, Layla siempre había pensado que algún día tendría hijos que heredarían aquellas cejas, quizá crearte un mundo perfecto es parte de creerte una mentira...
—¿Sabes cuál es?... —dijo ella con un tono de urgencia, con la necesidad de estar equivocada surgiendo de pronto; ojalá que lo sepa, ojalá que si sea él, por favor responde bien, por favor di que me conoces y haz que me quede...
Nicholas negó suavemente, Layla estaba casi segura de que era un dato evidente, siempre ponía su canción favorita, cada que viajaban en coche y cuando tenía tiempo extra para maquillarse o darse un baño, lo hacía escuchando "Someone to watch over me" en voz de Ella Fitzgerald.
Lo más triste es que ahora le recordaría aquel final también, escuchó la suave melodía en su cerebro y mentalmente cantó las primeras líneas de su canción favorita mientras la parte más estable de su vida terminaba...
There's a saying old, says that love is blind
Still we're often told, "seek and ye shall find"
(Hay un viejo dicho que dice que el amor es ciego
Aún así, a menudo se nos dice, "busca y encontrarás")
—Ya no tenemos nada Nicholas..
—¿Por qué dices eso Layla? Tenemos todo, tenemos...
So I'm going to seek a certain lad I've had in mind...
(Así que voy a buscar a cierto chico que tenía en mente...)
—Solo estamos por estar, no somos la mitad perfecta del otro, merecemos más, ambos merecemos más....
—Estás tirando todos estos años a la basura —él la miró dolido y Layla negó.
—Estoy salvándonos de seguir tirando años a la basura...
—Pero nos amamos
—El amor no se siente de esta forma Nick...
Looking everywhere, haven't found him yet
He's the big affair I cannot forget
Only man I ever think of with regret
(Buscando por todas partes, todavía no lo he encontrado
Él es el gran asunto que no puedo olvidar...
El único hombre en el que pienso con pesar)
Entonces sólo una persona acudió a su mente, una persona que solía usar maletín y camisas elegantes, una sonrisa naturalmente insinuante, un amor que cambió su vida... hace ocho años.
—Layla... — él la miraba, no tenía una respuesta para debatir, porque ciertamente él también sabía que ella estaba diciendo la verdad.
Ojalá pudiera hacer algo diferente, haría todo diferente... pensó Nicholas en el umbral de aquel fatídico final, sabía que estaba perdiendo a la única mujer que había amado tanto como para dedicar varios años de su vida a lo que tenían, pero no lo suficiente como para estar al 100% o rogarle porque lo pensara mejor, porque incluso con el corazón adolorido, pensó en que aquello quizá si que era lo mejor.
Editado: 16.05.2021