Capitulo 384

Tuvo que ir a buscar a Bai Qingqing para determinar la identidad del hombre bestia leopardo, pero el penetrante olor a pedo del zorro de cola azul aún no se había disipado. Si se dirigiera a este estado, Bai Qingqing definitivamente lo despreciaría.

En este momento, Muir voló hacia la rama del árbol en la que estaba su casa de madera.

"Muir, ¿me estabas buscando?"

Alva caminó inmediatamente hacia él. Desde que le dieron una paliza, había sido muy respetuoso con Muir. En primer lugar, fue por sumisión a su fuerza y, en segundo lugar, fue por Bai Qingqing.

Ambos eran los perseguidores de Bai Qingqing, pero no pudo ganar contra Muir. Por lo tanto, si deseaba convertirse en compañero de Bai Qingqing, solo podría tener una buena relación con Muir.

"¿No siempre has querido saber sobre el pasado de Bai Qingqing?" Muir se enfrentó a la casa de madera de Bai Qingqing y dijo con voz profunda. "Te lo contaré hoy".

Alva estaba eufórica. Parecía que Muir le estaba permitiendo cortejarla. Sería mucho más fácil para él cortejar a Qingqing ahora.

A Muir no le importaba lo que pensara Alva y dijo: “Qingqing vino de la Ciudad de los Hombres Bestia. El hombre bestia leopardo de afuera es el compañero que más le gusta ".

Al escuchar esto, la sonrisa de Alva se endureció y una intensa decepción brotó de su corazón. Siempre había estado orgulloso y pensaba que si iba a emparejarse con una hembra, debía convertirse en el macho más querido de la hembra. Ahora había perdido su oportunidad.

“Por alguna razón, huimos a este lugar. En este momento, esa amenaza ha desaparecido ".

Alva de repente se dio cuenta de algo y preguntó con ansiedad: "¿Es muy bueno en la Ciudad de los Hombres Bestia?"

Muir evaluó los alrededores antes de decir: "El territorio es 100 veces mayor que este lugar".

El semblante de Alva se puso un poco pálido y le lanzó una mirada significativa a Muir. "¿Estás diciendo que Qingqing regresará a la Ciudad de los Hombres Bestia con el hombre bestia leopardo?"

"Dependería de lo que quiera Qingqing", dijo Muir.

El cuerpo de Alva se balanceó, solo estabilizándose después de apoyar su mano contra la rama. "Entiendo lo que dices. Tampoco desea dejar que Qingqing regrese, ¿verdad? No dejaré entrar al hombre bestia leopardo ".

Bai Qingqing era demasiado hermoso. Debe tener muchos perseguidores en ese tipo de gran aldea. Incluso un hombre bestia de tres rayas como Muir no había sido completamente aceptado por ella, y mucho menos él mismo, un hombre bestia de dos rayas.

Además, tenía miembros de la tribu que manejar y no pudo perseguirla hasta la Ciudad de los Hombres Bestia.

Muir exhaló un suspiro de alivio. Había dudado y por eso vino a buscar a Alva para dejarle la decisión a él.

“En el futuro, cada uno de nosotros confiaremos en nuestras propias capacidades para cortejar a Qingqing. No te volveré a golpear ".

Alva lo miró y dijo solemnemente: "Está bien, con tu palabra, si Bai Qingqing nos aceptara en el futuro, te veré como el jefe".

Muir no respondió. Se convirtió en su forma de bestia y voló hacia la casa de madera de Bai Qingqing. Alva también se convirtió en su forma de bestia y salió volando de la aldea.

La paciencia de Parker se estaba agotando y estaba a punto de volverse loco. Cuando vio que un nuevo pavo real había llegado finalmente volando, rápidamente dio unos pasos hacia adelante.

"Se me puede permitir entrar ahora, ¿verdad?"

Mientras Parker decía esto, evaluó el nuevo pavo real. ¿Por qué este líder pavo real tenía tan pocas plumas? Se veía muy flaco y débil y no parecía ser comparable a estos pavos reales en guardia. ¿Realmente podría tomar las decisiones?

Alva echó algunas miradas evaluativas al macho de la tribu leopardo, especialmente en el área de la ingle. Ignoró las fortalezas del hombre bestia leopardo y solo seleccionó las áreas en las que este hombre bestia no era comparable a él.

¿Este es el hombre que más le gusta a Qingqing? ¿Cómo podía su pelo corto y amarillo ser tan guapo como nosotros, los pavos reales?

Sin embargo, todavía se veía un poco infantil, pero ya era un hombre bestia de tres rayas. Alva sintió admiración por él desde el fondo de su corazón. Por un instante, sintió algo de pesar. Pero después de pensar que todavía estaba Muir, su confianza volvió un poco.