Un nuevo mundo

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Oh, no. Los cachorros de leopardo fueron criados para disfrutar de una buena comida. Incluso si desearan comer la comida que otros hombres bestia les dieron, no podrían hacerlo porque no era para su paladar.

 

¡Ay! ¡Era tan preocupante!

 

La realidad era que en la aldea de tigres a lo lejos, los cachorros de leopardo dormían profundamente en su nido, abrazando huesos que aún tenían rastros de sangre.

 

El olor de los huesos atrajo a muchas moscas y mosquitos que seguían picando sus narices donde no tenían pelaje para protegerse. Esto les causaba mucha picazón y seguían despertándose.

 

Hu—

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Despertado por las moscas una vez más, Eldest giró la cabeza vigorosamente para apartar temporalmente a las moscas. Luego tomó algunos bocados de carne de los huesos y masticó. Su cabeza se inclinó mientras volvía a dormir.

 

Cambiando de nuevo al lado de Bai Qingqing, las palabras de Parker habían interrumpido su imaginación.

 

“No lo pienses demasiado. No es conveniente regresar ahora. Uno de nosotros debe llevarte mientras el otro lleva a An'an. No puedo correr rápido en mi forma humana. Será mejor que descansemos bien y luego regresemos rápidamente a casa mañana”.

 

Bai Qingqing finalmente se convenció.

 

Parker colocó a An'an en la pila de hierba y dijo: “Qingqing, toma asiento y descansa un poco. Encenderé un fuego y luego iré a buscar algo de comida”.

 

"En", respondió Bai Qingqing.

 

El fuego se encendió rápidamente y la habitación se iluminó. La vacilante luz del fuego hizo parpadear el rostro oscuro de Curtis.

 

Sin Parker cerca, la atmósfera se volvió tensa al instante.

 

Bai Qingqing lanzó una mirada a Curtis, luego se acercó lentamente a él mientras mantenía su mano sobre su herida.

 

Cuando finalmente llegó al lado de Curtis, colocó su mano sobre su gran mano junto a él. La mano que siempre le traía frescura en la estación cálida ahora se sentía un poco distante.

 

Bai Qingqing se sintió incómodo y dijo con voz suave: "Curtis, no te enojes más conmigo, ¿de acuerdo?"

 

Curtis fingió como si no escuchara nada. Cerró los ojos y descansó.

 

Bai Qingqing abrazó su espalda y se apoyó suavemente en su cuerpo. "Lo siento. Y gracias."

 

Curtis abrió los ojos y la miró antes de decir: "¿Por qué me estás agradeciendo?"

 

“Gracias por no matarlo. Sé que si quisieras matarlo, sería inútil por mucho que te amenazara. Sabía esto desde el principio. La razón por la que lo hice fue que quería luchar por una oportunidad de supervivencia para la pequeña serpiente. Pero al final, todavía dependía de ti decidir dejarlo ir”.

 

Bai Qingqing miró a Curtis y sonrió. "Gracias. Tú también sientes algo por él, ¿verdad? No debería haber pensado en ti de esta manera.

 

Los labios de Curtis se curvaron con frialdad y dijo: “Aparte de la furia, no tengo ningún sentimiento hacia él. La única razón por la que no lo maté es porque no quiero que estés triste.

 

Bai Qingqing se quedó sin palabras.

 

Aunque Curtis todavía tenía mucho frío, Bai Qingqing sintió como si su corazón hubiera estado empapado en miel.

 

Dado que Curtis dejaría ir a la pequeña serpiente para que no se entristeciera a pesar de que había hecho algo tan atroz, entonces no debería ser demasiado despiadado con An'an, ¿verdad?

 

—¡Curtis! Bai Qingqing gritó de repente, su voz se llenó de vigor, lo que provocó que Curtis le lanzara una mirada extraña.

 

"¿Mm?"

 

Bai Qingqing quería contarle de inmediato acerca de ir al desierto, pero cuando las palabras llegaron a su boca, se demoraron por un tiempo y finalmente fueron tragadas.

 

Esto no debe hacer. Curtis todavía se sentía enojado ahora. Quería contarle todo, no esconderle más cosas. Sin embargo, si lo dijera ahora, Curtis sentiría que lo tenía bajo control y crearía el efecto contrario.

 

"Ah, no es nada".

 




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