Un Nuevo Ser

capitulo 2

Adele solo permanecía allí parada, mientras que miraba al hombre frente a ella bastante confundida, al parecer él le conocía.

"Tal vez es el chico que llamaba hace poco en mi visión"

Pensó esto distraída.

—¿Matthew?—Preguntó esta para tirar una aventura y ver si él era a quien su visión le mostraba.

—No, yo soy Blake.—Dijo este aún impactado por lo que estaba viendo y acercándose a ella al instante que esta retrocedía.—¿Quieres pasar?

—No, lo siento, ha de ser un error. No te conozco.

—Adele, hay muchas cosas que no entiendo, sobre todo que estés aquí, pero si pasas podremos arreglarlo todo, saber qué pasó y el porqué de no reconocerme.—Mientras decía esto se acercaba a ella y está seguía aún retrocediendo.

Adele empezó a sentirse en peligro e inmediatamente elevó sus manos al frente pronunciando las palabra "Scendete via" Blake voló por los aires terminando dentro de la casa. Rápidamente se compuso y al mirar a Adele quién se encontraba afuera aún, vio algo inusual en ella, sus ojos se tornaban de un anaranjado rojizo. Esta le miraba como si estuviese atemorizada y sin siquiera darle paso a decir algo se fue corriendo de allí.

—¿Que fue todo eso?

Se puso en pie y corrió a la entrada para ver si la veía, pero nada, todo estaba como solía estarlo desde su partida.

Y fue ahí cuando todo bajó como una balde de agua fría, Adele estaba viva o al menos eso parecía.

Estaba estupefacto aún, no podía creer lo que sus ojos habían visto, esto no podía ser posible.

Seguía parado en la entrada de su casa como un idiota, volvió en sí y decidió entrar a la vez que daba un portazo. Corrió por la casa hasta llegar al salón donde estaba la biblioteca.

Por años había vivido y nunca había escuchado que una bruja fuese inmortal, no había explicación alguna para lo que acababan de ver sus ojos, esto era simplemente irreal. ¿Acaso podía un Nosferatu tener visiones tan reales? No lo creo.

Hurgó entre todos los libros que había allí hasta encontrar uno que hablara sobre las brujas, básicamente todo sobre ellas.

—Hechizos, de donde viene su fuerza, que las hace poderosas, ¿Es la brujería algo hereditario...? ¡MIERDA!—dijo esto último arrojando el libro contra una pared.

—Es que simplemente no hay explicación lógica, y por otro lado la amnesia.—No me recuerda... Pero sí a Matthew.

Daba vueltas en la habitación mientras que meditaba en que ella solo recordaba a su hermano. Si lo que estaba pasando era la realidad y no una mala jugada de su mente, se encargaría de que Matthew fuera solo eso, un recuerdo.

Hizo a un lado sus pensamientos. Si quería que esto sucediera debía de averiguar qué había pasado y sobre todo encontrarla. Salió rápido de la casa mientras que pensaba en que no había una persona que estuviese más feliz con la noticia que Lucas, una vez frente a la casa tocó repetida veces la puerta sin siquiera parar.

—¡Ya va!— Se escuchó desde muy adentro pero este no paró los toques en la puerta.

—Que ya va dije. Tanta insistencia en tocar ha de ser que me gane la lotería.—Diciendo esto último abrió la puerta. Y justo cuando vio a Blake allí parado cerró la puerta diciendo—¡Largate!

Justo cuando esté se dio la vuelta para emprender rumbo a su habitación Blake apareció frente a él diciendo.

—Estoy intentando ser cortes. Se que no quieres saber de mí ni de mi hermano y deseas que al igual que el yo también me largue de aquí y estuve a punto de hacerlo justo ahora, pero...

—Que nada te detenga amigo.

Blake hizo caso omiso a lo dicho por Lucas y continuó hablando.

—Vi a tu hermana, no está muerta, oh eso parece. Acaba de llegar a mi puerta justo cuando me iba.

—Lo que faltaba.—Dijo este con ironía.—Mi hermana muere básicamente por tu culpa y ahora vienes a burlarte de mí en mi cara... no, ¡en mi casa! ¿Qué demonios te pasa? Lárgate de una buena vez, más daño no nos hace falta.

—No tengo razón alguna para mentir, sabes que Adele era importante para mí.

—A ver, supongamos que lo que me dices sea cierto. Si así lo fuera ¿Por qué rayos te visitaría a ti antes que a mí sí yo soy su hermano?

—No recuerda a nada ni nadie.
—¡Vaya! Y milagrosamente a ti sí, hasta risa me da el teatro que te has montado.
—Está bien, no me creas, pero hagamos una cosa. Justo ahora vayamos al cementerio precisamente donde la enterramos y veamos qué pasa. Oh más bien que hay.
—Me parece algo absurdo.
—Es la única manera de confirmar lo que te digo.

Lucas lo miró un tanto confuso, pero rápidamente se abrió paso a él la esperanza, recordando que su hermana era bruja y pues si los Nosferatu eran inmortales las brujas tal vez también lo sean.

Caminó hacia la puerta en silencio seguido de Blake, una vez fuera Blake fue a su casa por el auto y Lucas se unió a él en el asiento del copiloto.




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