Janet y Lily, grandes amigas que desde hacía cinco años decidieron vivir juntas.
Hoy 25 de diciembre era su quinta navidad juntas tomando chocolate caliente en pleno verano y su respectivo panetón con mantequilla, lo del chocolate caliente es una costumbre norteamericana muy arraigada en el Perú, incluso los adornos de navidad usan ropa de invierno en pleno verano.
Volviendo a Janet y Lily, les contaba que ambas jóvenes pasaban una tranquila mañana viendo todas las películas navideñas que encontraron en su plataforma de streaming, El Grinch, Barbie y el cascanueces, Los Fantasmas de Scrooge entre otros.
Lejos estaban de imaginar lo que estaban próximas a vivir.
¡TOC TOC!
Tocaron a la puerta, no esperaban a nadie tampoco habían solicitado nada para comer así que era raro, por llamarlo de alguna forma. Al abrir la puerta Janet no encontró a nadie solo halló una caja forrada con papel de regalo navideño dejada en el suelo con una tarjeta que decía: “Con cariño para Janet y Lily”.
Janet frunció el ceño buscando en su cabeza quién podría haber enviado el obsequio, su ex novio estaba felizmente casado y en otro país y Lily no tenía ex novio. ¿Amigos? Son contados y ya habían realizado su intercambio de regalos días antes. ¿Papá y mamá? Hubieran avisado. Janet pensó que una de dos, o se confundieron de casa o alguien les estaba jugando una broma. Decidió dejar para más tarde adivinar quién había enviado el obsequio así que lo tomó y junto a Lily cuidadosamente abrieron la caja en la que solo encontraron una nota y un recorte de papel con la imagen de un pentáculo. Cómo era de esperarse Janet y Lily estaban desconcertadas.
—Que bromita tan pesada —dijo Janet decepcionada—
—Quizá era una broma para el día de los inocentes, pero el delivery se adelantó —Lily burlándose—
—De todas formas, quién gasta dinero en hacer este tipo de bromas, ¡qué decepción! —Janet enojada—
—Lamento tu decepción querida amiga, leeré la nota quizá nos diga quién envió el regalo —Lily burlándose abiertamente—