—Debe haber algo más en la nota.
—Lugar N ¿Significa N de nada, de cualquier lugar o significa otra cosa?
—De repente es la inicial del nombre de uno de los lugares.
—Ummm —Janet busca en su cabeza una respuesta— quizá sea una coordenada
—¿Tú crees?
—Claro —afirma Janet— cuando yo era pequeña mi padre me regaló una brújula creyendo que sería una mujer de espíritu libre y que viajaría por el mundo como mamá, pero para decepción de mi padre no fue así, sin embargo se un poco sobre brújulas.
—¡Perfecto!
—Y la brújula es un instrumento de orientación, tiene una aguja imantada que señala los puntos cardinales Norte, Sur, Este y Oeste que se abrevian con sus iniciales: N, S, E y O para la O a veces se usa la W.
—Entonces bajo esa premisa y asumiendo que la ciudad de recorrido sea en Lima la búsqueda debemos hacerla aquí en Lima Norte.
—Pero no tiene sentido que la búsqueda sea aquí, ¿en Lima norte? Aquí no hay nada milenario.
—¡Te equivocas, my friend!.
—Lo que pasa es que en el colegio nos enseñan lo que es parte de una malla curricular, que en este momento no discutiré de sus grandes deficiencias, el curso en el que deberíamos identificar nuestras huacas se llama historia del Perú, pero solo se tocan las que han trascendido internacionalmente y específicamente Lima apenas la huaca Pucllana que tiene la suerte de estar cerca de un restaurante muy conocido de lo contrario estaría como las demás descuidadas y abandonadas.
—Estoy de acuerdo
—Sin embargo, cuando tienes la suerte de tener un profesor guapo y enamorado de la historia como el que yo tuve en la secundaría y tuve la dicha de conocer los lugares milenarios de Lima y de todo el Perú.