Capítulo 12
—Hey, Sam, papá dice que vayas al sur a investigar. Al parecer hay algo fuera de lo normal—dijo uno de los hijos de Yamaul. Obedecí a la voz de ese pequeño mocoso, únicamente por la responsabilidad de ser el hijo del Beta, no obstante más que parecer un líder, yo era igual a un recadero el cual hacía todo lo que le mandaban.
Avancé unos cuantos pasos yendo al bosque y cuando me adentré un poco más, la voz fastidiosa de Sabrina timbro en mis oídos, puse mala cara volteando para mirarla y su rostro tenía una expresión alegre con una sonrisa amplía.
—¿A dónde iremos?—empezó. Torcí los ojos y negué para hacerle entender que no era bienvenida, más cuando recordé que por su culpa, Fle se fue con el idiota de Amets.
—Yo iré al sur, tú te quedarás—apunté y se cruzó de brazos haciendo puchero.
—¡Vamos, Sam, déjame ir contigo!—suplicó—Allá adentro hay una reunión aburrida—explicó señalando la casa con el dedo pulgar sin mirar atrás —Yo quiero acción, arrancarle la cabeza a un nómada, así como lo hicieron Spencer y Luke—culminó con un tono lleno de entusiasmo.
—No habrá acción porque únicamente es un chequeo a distancia, no pienso arriesgarme porque no tenemos idea a lo que estamos enfrentando, así que deja esas ideas tontas—le aconsejé para marcharme, sin embargo, ella empezó a seguirme. ¿Qué haces? ¿No te dije qué iré solo?—pregunté con fastidio.
—Sí, pero no pienso quedarme aquí aburrida, me aseguraré de cuidar tu trasero—explicó y como ya la conocía bien, mejor me rendí.
—¿Sabes qué? Has lo que quieras, eres una inmadura—expresé impaciente y seguí mi camino para despojarme de la forma humana y transformarme en un lobo. Sabrina imitó la misma acción y seguía mis pasos a toda prisa, el plan era captar algo fuera de lo común y reportar, no obstante, si notábamos peligro debíamos regresar para informar a la manada.
El Alpha y Beta se encargarían del asunto tomando la decisión más conveniente, y en cuanto a nosotros, cumplíamos con la labor encomendada.
“Sam, ¿Crees que esos lobos indetectables sepan de nosotros?”
Interpeló Sabrina sin dejar de correr. Yo medité en su pregunta, porque temía que aparecieran de la nada para atacarnos y no tendríamos oportunidad de podernos defender, no obstante, esperaba que no encontrarme con problemas, no por ser un cobarde y desear huir de ellos, sino porque sin duda alguna estaba dispuesto a dar mi vida para defender a la manada.
“No lo sé, espero que no, si me enviaron es porque no debe ser nada peligroso”
Contesté con calma, y a la vez concentrado en cualquier olor a distancia que fuera diferente, empero afortunadamente todo estaba en perfecto orden.
Rodeé la zona unos minutos más y de esa manera poder asegurarme de que realmente las cosas andaban bien, y fue cuando lo sentí. No estaba seguro, pero me pareció detectar un olor conocido, entonces fruncí el ceño debido a que era extraño encontrarla a tantos metros de distancia, no obstante estaba muy seguro que se trataba de ella.
Lo cual me hizo acelerar el paso, dejando atrás a Sabrina, quien no dudó en preguntar al instante.
“Oye, ¿qué rayos te pasa? ¿A dónde vas? Espérame"
Se quejó siguiendo mis pasos rápidos, corrí esquivando árboles de forma ágil hasta llegar al punto más cercano a ese olor, mi oído captó la voz y pude escucharla.
“Fle”
Pensé y Sabrina se puso a mi lado.
“¿Qué pasa, por qué ella está ahí?”
Cuestionó queriendo saber, pero hasta ese momento fue imposible saber lo que ocurría. Intenté leer la mente de ella, pero una barrera lo impidió, de pronto la voz de Amets apareció y todo se tornó más confuso aún.
“¿Qué rayos sucede?”
Pensé
Cómo era posible escuchar su voz, pero no captar su olor, ni siquiera leer sus pensamientos, él era un simple humano, ¿O no?
Seguí buscando y encontré tres olores diferentes, no logré reconocerlos, pero sin duda se trataba de lobos, no obstante, esos sujetos no pertenecían a la manada, eso quería decir que debían ser nómadas y Fleur se encontraba en peligro.
“Sabrina, debemos hacer algo, Fleur se encuentra en peligro al igual que Amets”
Le alenté y ella erizó su pelaje emitiendo un gruñido bajo dirigiendo su atención hacia donde estaban los enemigos.
“¿Atacamos?”
Preguntó y la verdad, aunque me parecía riesgoso, no podía permitir que Fle, fuera lastimada, ella no iba a transformarse porque se lo impedía así misma, eso la volvía un blanco fácil y solo con su fuerza jamás podría defenderse de tres lobos.
“Eso creo, pero debemos ser hábiles, tú por la derecha y yo a la izquierda”
Ordené y ella asintió
“A mi señal”
Completé y esperé unos segundos, pude observar como uno de los sujetos se acercaba a ellos para intentar irse encima de Fle, eso fue suficiente para correr a toda prisa y defenderla, rugí desde lo más profundo de mi ser avanzando hasta aquel sitio, y al estar a punto de llegar contemplé la escena que me dejaría perplejo.
Amets se puso frente a Fleur como un escudo, tocó la frente del sujeto enorme y de un leve golpe lo hizo caer, los otros dos actuaron con rapidez y se transformaron para atacarla, pero Sabrina llegó por detrás y mordió al más chico en el lobo, él soltó un quejido y se dio vuelta para defenderse y ambos empezaron una pelea ruidosa dándose mordiscos y zarpazos a muerte, la otra bestia puso su atención en mí y Fle miró atrás notando mi presencia.
—¿Sam?—dijo mi nombre confundida, y el lobo aprovechó su distracción para atacar, yo reaccioné al instante, pero Amets se encontraba más cerca, por lo tanto, golpeó al animal haciendo que retrocediera unos cuantos metros atrás.
“Rayos, por poco”
Pensé aliviado de que ella no salió herida, pero al ver que Sabrina fue herida y uno de ellos se encontraba en el suelo, los otros dos lobos huyeron llevándose a su compañero noqueado. Quise seguirlos, sin embargo, Amets hizo una seña para que no lo hiciera, fui rápido para ayudar a mi prima, quien se hallaba en el suelo con una pata ensangrentada, pase mi lengua unas cuantas veces limpiando la sangre y la ayudé a poner en pie.