Un Pacto Sagrado

14 Zosume

-Cubrámonos- Vamos a cubrirnos. Pero no quiero dejar de ver a Ariadna.  
Veo que se levanta y deja salir todo su poder. Todo se vuelve dorado brillante. La energía que emana es algo único. Lanza lejos a Solem. Después de unos segundos, cae al piso.  
-Ariadna- Grito desesperado.  
Corro hacia ella. Parecía tan lejana. Al fin llego y me tiro al piso, para verla.  
-No te vayas- La levanto. –Ariadna no me dejes. Te necesito-  
Las lágrimas comenzaban a caer.  
-Ariadna no me dejes yo te amo- Mis lágrimas caían en sus mejillas.   
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje-  
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje-  
-¿Qué está pasando?- Ariadna se empezaba a levantar.  
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje- 
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje- 
-Ariadna- Grite.  
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje- 
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje- 
-Ella por amor te libero, pero vos por amor dejaste tu libertad. Esa es la clave- 
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje- 
-¿Qué?- Rocila se acerca.  
-La clave era el amor, amor verdadero-  
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje- 
-Solo un corazón puro puede domar a un corazón salvaje- 
Ariadna comenzó a brillar. Luz blanca salía de su pecho. Algo estaba pasando, pero no llegaba a ver. Comenzó a bajar lento. Estaba parada y con los ojos abiertos. Tengo que admitir que daba miedo. Pero su aspecto era el mismo, con el pelo que le llegaba a los pies, era lacio y blanco, unas flores le recorrían la cabeza. Un vestido blanco la cubría y estaba descalza. Se acostó y cerró los ojos. Toda la luz que salía de ella se volvió a meter, luego comenzó a respirar.  
-Ariadna- Voy a levantarla.  
-¿Zosume?-  
-Si soy yo- Me dio mucha alegría verla.  
-Sos libre-  
-No soy libre si no estoy con vos-  
-¿Por qué dices eso?-  
-Porque te amo- Ella sonrió, a pesar del aspecto que tenía podía sentir que estaba exhausta. ¿Podía sentirla? 
-Sí, te siento-  
-¿Pero cómo es posible?- Esto estaba fuera de mi conocimiento.  
-Nos unimos por amor, por voluntad propia, pero aún falta algo- ¿Qué podría faltar?  
Me agarra de la remera y me atrae hacia ella. Me da un beso. Convirtiéndome en su familiar. Luz blanca y fuego azul aparecieron envolviéndonos. Nos separamos y ¿esto? Tengo pelo largo.  
-Te queda bien- Nos reímos.  
La ayudo a pararse. Todos van a saludarla. Ella me mira y me dice.  
-Vamos a casa Zosume- Me sonríe. 
 




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