Un papá para mi bebé.

¿La noche perfecta?

Cuando llegamos a su casa, él me abre la puerta y me ayuda a descender del auto tomando mi mano y sin soltarla, me guía hasta la puerta, para una vez abierta, ingresemos ambos y vamos a la cocina.

-¿Te sirvo algo? -pregunta dejando las llaves en un depósito.

-Agua por favor. -Respondo tímida. Creanme, no es nada fácil tener a la persona que te gusta en frente y no poder decirle nada.

Después de que me extiende el vaso, nos dirigimos a la sala. Una vez instalados, comenzamos a hablar de trivialidades, como el clima, las cursadas, los parciales y finales.

-Cuando me reciba, voy a trabajara en el estudio de mi madre. -Respondo mientras juego con una mancha invisible en mi pantalón de jean.

-¿Pero estudias eso por que te gusta o como en mi caso por que te obligan?

-Y creo que es un poco de ambos. -Respondo después de beber un poco de agua- Me gusta derecho y mi madre quiere que me dedique a familia como ella. -Cuento sin terminar de explicar el resto de las razones.

Mientras seguimos conversando, sin poder creerlo Esteban se acercó un poco más a mí, nos comenzamos a besar y el resto es historia.

A la mañana siguiente cuando sonó mi alarma, me desperté con un gran dolor de cabeza, había sido un gran error tomar dos tekilas juntos. Cuando me siento en la cama, automáticamente me invade una sensación de pánico, pues esta no es mi habitación y ¡Oh por Dios! ¡Estoy desnuda en la cama de un extraño! ¿Qué pasó anoche? Juro que en mi vida vuelvo a tomar como ayer.

Estaba poniéndome mi ropa interior e intentando hacer memoria de que era lo que había ocurrido para estar en este preciso lugar, cuando la puerta se abrió y por ella entró mi Dios griego en boxers dejando a la vista su escultural cuerpo todo trabajado -Creo que ya no hace falta aclarar que fue lo que pasó- con una bandeja en las manos, la cual contenía una especie de desayuno.

-Por lo visto alguien se levantó temprano. -Dice Esteban apoyando la bandeja en la cama y sentándose del otro lado.

-Emm, si... -Respondo escondiendo lo afectada que estoy.

-Espero que no estés muy apurada, traje el desayuno. -Dice el tomando una tostada y una de las tazas de la bandeja. Yo por mi parte me volví a sentar en la cama a medio vestir y comencé a desayunar.

-Tenemos que hablar de algo. -Suelta Esteban rascándose la nuca.

-Dime. -Digo viéndolo por encima de la taza.

-Pues... Te iba a pedir que por favor esto quede entre nosotros. -Sus ojos no muestran ninguna expresión, lo sé ya que lo estoy viendo estupefacta.

-¿Y puedo saber por que? -pregunto algo incomoda por la petición.

-Pues... Verás... Es que hace poco estoy saliendo con alguien y... -Esto es el colmo y claramente no lo dejo terminar.

-Esta bien, puedes estar tranquilo que no diré nada. -Esto es imposible, estuve enamorada por dos años de alguien que ya tiene novia, bien Magalí, muy bien- Disculpa, pero tengo que terminar de cambiarme, todavía tengo que ir hasta mi pensión a cambiarme ya que en dos horas entro a cursar.

Me terminé de vestir y salí de allí, lo último que quería era verlo en estos momentos. Todos los tipos son iguales ¿Cómo pude haber creído que realmente le podía llegar a gustar tan solo un poco? Subimos a su auto sin decir una palabra y nos pusimos en marcha.

Al llegar a la pensión, las chicas aún dormian. Después de preparar lo que usaría para ir a la facultad, me entré a bañar. Dejé que el agua me quitara el mal humor que se había instalado en mí.

Luego de media hora bajo la ducha, salí envuelta en una toalla y comencé a cambiarme.

-¡Magalí Ailen Alonso, nos cuentas ya que fue lo que hiciste ayer! -Al escuchar la voz de Patricia en la habitación silenciosa hizo que pegara un salto del susto.

-Dios Patrica, me asustaste. Pasó lo que tenía que pasar. -Digo intentando obviar dar detalles, pero con las dos ahí eso es imposible.

-Queremos detalles. -Suelta Marianela después de un sonoro bostezo.

Después de contarles todo lo sucedido, terminé por contarles lo de "no contar nada."

-Es un imbécil -Suelta Patricia molesta.

-Se ve que las cosas entre ellos no van bien, sino no te hubiese registrado como lo ha hecho ayer a la noche. -Marca Marianela.

-No sé, ni me interesa, lo mejor es que deje de estar embobada por alguien así, él definitivamente está prohibido. -Dos años estuve enamorada de un tipo que tiene una relación con otra persona, lo mejor que puedo hacer es superarlo y avanzar. No es el único hombre en la faz de la tierra ¿no?

-Bien dicho Maga. -Dice Patri chocando el puño conmigo.

Después de cambiarnos, tomamos nuestras cosas y nos pusimos en marcha. 
 




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