Un papá para mi bebé.

Saber escuchar.

El lunes durante el almuerzo, me propuse hablar con Micaela, sabía que no eramos las mejores amigas, pero debíamos aclarar lo que pasó en la pensión como dos personas adultas.

Después de buscarla por cerca de quince minutos, la encontré en un aula totalmente vacía, sentada en uno de los bancos llorando.

-Micaela. -La llamé entrando al salón y acercándome a ella.

-¿Qué quieres Alonso? Dejame sola. -Escupió secándose las lágrimas de las mejillas.

-Solo vine a hablar contigo. Mira, sé que no somos las mejores amigas, pero puedes confiar en mi.

-¿Confiar en ti? Por favor no me hagas reír, ¿Como puedo confiar en una persona que ni siquiera me agrada, encima se acostó con mi novio y quedó embarazada?

Antes de hablar alguna palabra solté un suspiro.

-Mira, solo vine para poder hablar contigo como dos personas adultas.

-Pues ¿Qué crees? Yo no quiero hablar contigo.

-Bueno, en ese caso solo me resta agradecerte por haberme alcanzado al hospital y no dejarme allí tirada inconsciente.

-Si, si, como sea, adiós.

Giré sobre mis talones y comencé a alejarme.

-Yo iba a ser mamá igual que tú. -La voz de ella me hizo frenar en seco.

-¿Qué? -Suelto totalmente estupefacta girándome para poder verla de frente- ¿Qué dijiste?

-Iba a ser mamá. -Hubiese esperado de todo menos esa confesión- Hace un año atrás, antes de conocer a Esteban, quedé embarazada de otro chico, cuando me enteré del embarazo, le conté la noticia a él, estába muy emocionada, pero él no se quiso hacer cargo. Dijo que no estaba preparado para ser padre. -¿Por lo visto Esteban no era el único desalmado?

-¿Y tus padres? -pregunto acercándome de nuevo a ella y sentándome a su lado- ¿No te apoyaron?

-Si mis padres se enteraban, iba a quedar sola en el mundo con mi bebé, ellos no hubiesen aceptado que fuese madre soltera y me hubieran puesto de patitas en la calle.

-Lo siento Mica. -Digo pensando en que tuve mucha suerte de tener a la gente que me quería apoyándome.

Siguió hablando como si no hubiese escuchado.

-Al poco tiempo lo perdí, según los médicos mi cuerpo lo rechazó. Fui mala con mi bebé, pues no supe como cuidarlo.

-No digas eso Mica, a veces son cosas que suelen pasar, pero ellas no nos definen como somos como persona.

-Cuando me enteré de que tú y Esteban habían estado juntos y esperaban un bebé, discutimos y terminamos.

-¿Terminaron? -pregunto sintiendo un nudo en la garganta.

-Si, aúnque en sierta manera podría decirse que te envidio por que esperas un bebé de la persona que aún amo.

-Ya vas a poder formar tu propia familia.

-Si, como sea. Bueno creo que es suficiente socialización.

-Creo que si.

-Espero poder conocer a tu bebé cuando nazca. -Dice mirándome a los ojos con el rímel todo corrido.

-¿Estas sugeriendo una tregua? -Digo extendiendo mi mano.

-Emmm creo que si. -Dijo estrechando mi mano con la suya- Pero si le dices a alguien que decidí llevarme bien contigo no respondo. -Dijo riendo.

-Lo mismo digo. -Respondo riendo.

La tarde se nos pasó cursando. Era raro llevarse bien con una persona con la cual te llevabas mal.

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Hola gente bella, bueno, Maga y Mica después de hablar  hicieron las pases, ¿La tregua será algo temporal?




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