Un papá para mi bebé.

Enfrentar la realidad.

Por milésima vez en el día lo llamo y me da directo a buzón. Después de la noche de inauguración, hace una semana atrás, Jero y yo no habíamos vuelto a hablar, le había mandado unos cuantos mensajes al whatsapp, pero solo me clavaba el visto, cosa que me frustraba. Me estaba evitando y eso me hacía sentir que algo había hecho realmente mal y quizás era así, ese beso nunca debió haber pasado y por culpa de eso, ahora él y yo estamos distanciados.

Me encontraba en mi cuarto, estudiando sobre páter familias, cuando decido probar suerte una vez más llamándolo y luego del tercer tono atiende.

-Hola Jero pode...

-No, no soy Jero, soy Verónica. -Me quedé muda- ¿En qué te puedo... Una tal Magalí. -Le responde a Jerónimo que evidentemente le preguntó quien llamaba.

-Hola Maga.

-Hola Jerónimo, perdón que llamé, veo que estas ocupado con alguien. -Al decir aquello, sentí como todo se derrumbaba, por lo visto la vida se empeñaba en que todos los hombres con los que me relacionaba tuviesen novias- Mejor hablamos luego. -Cuando estoy por colgar él me corta.

-No, espera... No es lo que tu crees, Verónica es mi hermana. - Ok eso si no lo esperaba.

-Haaa, bueno... Yo... Yo solo te llamaba por que necesitamos hablar.

-Si, creo que si. Perdón por...

-No digas nada, eso lo hablaremos cuando nos juntemos.

-¿Puede ser ahora? -pregunta inseguro.

-Si, claro.

Veinte minutos después, Jero traspasaba la puerta de casa, por suerte íbamos a poder hablar con tranquilidad ya que Marianela había ido a estudiar a lo de una compañera y Patri había salido en una cita con Emannuel, por lo menos a ella si le habían resultado bien las cosas.

Nos sentamos en la sala uno frente al otro, yo por mi parte me sentía nerviosa, mi corazón latía a mil y las manos me sudaban.

-Bien, ya que al fin podemos hablar de lo que pasó, quería pedirte una disculpa por lo del beso, no quiero que por esto que pasó nos distanciemos y por eso te prometo que no va a volver a pasar.

-¿Puedo decirte algo? -pregunta después de que terminé de hablar.

-Si, por supuesto. -Digo aún nerviosa.

-No se que pienses tú o que sientas, pero sobre lo que dijiste del beso, sobre que no se va a volver a repetir es una pena, por que tú realmente me gustas. -Ok ¿Qué? ¿Le gusto?

-Pero... Todos estos días... Todos estos días me ignotaste, te llamé y mandé miles de mensajes y no me respondiste.

-Perdón, es que no supe como manejar la situación. De hecho para serte sincero, hace rato me gustas, solo que hasta ahora me animé.

-Pues... -Ya no había vuelta atrás, él me había dicho que le gustaba, ahora era mi turno- Pues, necesito que sepas... Que  tú... Tú también me gustas. -Al decirlo sentí como un gran peso se alivianaba de mi pecho.

-Eso es... Bueno. -Dijo sonriendo y arrodillándose frente a mí entre mis piernas.

Sin previo aviso, comenzó a llenar mi rostros con besos.

-Te prometo que a ti y al bebé nos le va a faltar nada. -Dijo acunando mi rostro y volvió a repartir besos por todo mi rostro hasta que al final se apoderó de mi boca, haciendo que mi corazón saltara de alegría.

-¿Qué es esto? -La voz de Patricia resonó en la sala- vayan al cuarto Magalí, no necesitamos una exhibición en el medio de la sala. 

-¡Patricia! -Dijimos los dos al unísono mientras reíamos ante su ocurrencia.

La tarde nos la pasamos los cuatro juntos hasta que los chicos se fueron dejándonos solas.

-Ahora me vas a decir que fue lo que presencié en la sala hace horas atrás.

-Pues... Jero me dijo que le gusto.

-¿Y tú?

-Es obvio ¿No? Sino me gustara no nos hubiésemos estado besando.

-Pero tu dijiste...

-Sé lo que dije. -La corté- Pero era inútil seguir mintiéndome a mi misma.

-¿Y ahora? ¿Qué van a hacer?

-Supongo que ponernos a salir juntos. -Dije encogiéndome de hombros.

-Me alegra que se hayan puesto a salir así podremos salir los cuatro.

-¿Qué? ¿Tú y Emannuel comenzaron a salir?

-Si. -Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-No, eso es bueno. -Digo riendo.

Estaba acomodándome para irme a dormir cuando mi móvil comenzó a sonar avisando la llegada de un mensaje.

"De: Jerónimo.
Para: Magalí Alonso.
Hasta mañana hermosa."

Una sonrisa asomó a mis labios.

"De: Magalí Alonso.
Para: Jerónimo. 
Hasta mañana lindo."

"De: Jerónimo.
Para: Magalí Alonso.
Mañana nos encontramos en cafetería de la facultad para almorzar."

"De: Magalí Alonso.
Para: Jerónimo.
De acuerdo"

Y dejando mi móvil en la mesa de luz, cerré los ojos y dejé que el sueño me ganara.




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