Nos detuvimos frente a la puerta de entrada y Jero tocó timbre.
A los pocos segundos, una joven de más o menos mi edad nos abrió la puerta.
-Hola zopenco. -Dijo haciéndose a un lado para que pasaramos.
-Hola Adoptada. -Respondió cerrando la puerta detrás de él.
-Tú debes de ser Magalí, yo me llamo Verónica y soy hermana del inutil. -Dijo viéndome directamente y dedicándome una sonrisa.
-Encantada. -Digo devolviéndole la sonrisa.
-¿Quién es Verónica? -Sonó una voz de mujer en la habitación contigua.
-El inútil de mi hermano, acaba de llegar con Magalí. -Informó mirando hacia la puerta que había frente a nosotros.
-¡Verónica! -La reprendió la madre- Ya te he dicho miles de veces que cuides tu lenguaje jovencita.
-Está bien ma. -Soltó sin prestarle mucha atención- Lo que tu digas. -Sin más salió disparada hacía donde provenía la voz.
Jero me tomó de la mano y me guió hacía la sala contigua.
Al ingresar, estaba la chica que se presentó como Verónica, una señora de unos cuarenta años y un hombre un poco mas grande, supuse que serían los padres.
-¡Hijo! -Dijo la mujer levantándose de su asiento- Al fin llegas y trajiste a Magalí. -¿Esta señora sabe mi nombre?
-Hola madre. Si, tanto que me insististe para que la trajera aquí está. Cariño, ella es mi madre Stella. Ma, ella es Magalí mi novia.
-Encantada linda. -Dijo abrazándome cordialmente, este gesto hizo que me sintiera manos nerviosa.
-Lo mismo digo señora. -Digo sonriendo.
-Ha no, nada de señora, dime Ella. -Dice apuntándome con su dedo índice.
-De acuerdo, de nada Ella. -Digo memorizandolo.
-Él es mi padre, Hector.
-Bienvenida Magalí. -Dijo estrechando mi mano.
Luego de las presentaciones, pasamos a la cocina donde la cena ya estaba puesta en la mesa.
-Y cuentanos un poco de ti Magalí. -Pidió la madre de mi novio.
-Pues tengo veintiún años, soy unica hija y estudio segundo año de derecho y planeo ser abogada mediadora.
Mis padres están separados desde que soy chica, ambos son abogados, mi madre se dedica a familia y mi padre por lo que sé es penalista.
-Así que el derecho corre por tus venas. -Dijo Verónica.
-Si, creo que sí. -Dije sonriendo.
-Y cuentanos, ¿Hace cuanto se conocen con mi hijo?
-Lo conozco de vista hace dos años ya que él cursa con una de mis mejores amigas. Nunca hablamos hasta hace dos meses atrás casi tres y desde entonces no nos hemos apartado. Debo decir que tiene un gran hijo Ella.
-Gracias linda. -Dijo esbozando una sonrisa a su hijo.
-¿Y cómo está mi futuro sobrino? -preguntó Verónica haciendo que me ahogara con el jugó de naranja debido a la sorpresa.
-¿Sobrino? -pregunté atónita.
-Tranquila, ya sabemos que estas embarazada, Jero nos mostró la foto de la ecografía.
-Bien. -Respondió Jero tranquilamente, no me había imagiando que les había contado de mi estado, pero aún así me tomo por sorpresa.
-El ecógrafo dijo que en el próximo ultrasonido ya vamos a poder escuchar los latidos del corazón ya que aún no se persiben.
-¿De cuanto estás? -preguntó la madre de Jero.
-De dos meses.
-Algo nos contó Jerónimo, nos dijo que el padre no se quiso hacer cargo.
-Es verdad, eligió la salida fácil. Y con esto quiero aclarar que el hecho de que esté sola en esto, no quiere decir que salgo con su hijo solo para aprovecharme de él. Jerónimo realmente me importa, pues estuvo incondicionalmente desde el principio.
-Tranquila, -Habló el padre por primera vez-, si bien nos resultó extraño que nos mostrara la ecografía de un bebé, después de que nos explicó por lo que pasaste, decidimos apoyarlo.
-Gracias por aceptarnos al bebé y a mí, ya que no es normal una situación así.
-Bienvenida a la familia. -Dijo Ella levantando su copa de vino y todos hicimos lo miso salvo que yo lo hice con una copa de coca.
La cena transcurrió animadamente, la recibida de los Boris fue muy cálida y aceptaron bastante bien el hecho de que Jero no solo es mi novio sino también va a ser un referente para mi futuro hijo.
-Tus padres fueron muy amables en aceptarme y más en mi condición.
-Te van a terminar a dorando a ti y al bebé.
-Eso espero. -Digo volviendo la vista al frente.
-Pronto comenzaré con la residencia, eso nos va a permitir comenzar algo juntos. -Soltó logrando que vuelva la vista hacia él.
-Mmm, me gustaría que vayamos despacio, sin apurarnos. Por ser apurada mira como terminé.
-Tranquila, será cuando estés segura.
-Eres muy tierno ¿Ya te lo han dicho?
-Hace años atrás. -Responde serio, lo miré e intenté descifrarle las facciones iluminadas ocasionalmente por las luces de los faroles de los autos que venían en contramano- Salvo que en aquel momento era muy distinto ahora. Cuando lo escuché no lo decían en serio.
-¿Y ahora? -pregunto atrapando sus ojos.
-Ahora es distinto, suena creible. -Responde con una sonrisa ladeada.
Cuando llegamos a casa, me abrió la puerta del coche y luego de despedirnos con un beso en los labios que alborotó mi sistema y un abrazo, entré a la casa.
Luego de desvestirme, para ponerme un short y una remera y meterme en la cama, me dormí casi al instante.