-¿Por qué discutieron? -Mi madre se sentó a mi lado.
-Por celos. Después del control estábamos yendo a casa cuando comenzó a plantearme el hecho de que intento tener una buena comunicación con el padre de mi hijo.
-Debes entenderlo, no debe de ser fácil para él, ver que de la noche a la mañana intenten mantener un buen diálogo por el bebé. Lo mejor que puedes hacer es ir y hablar con él.
-Lo sé, pero él sabe que jamás lo cambiaría. Él fue quien estuvo desde el principio.
-¿Él sabe eso?
-Si y sabe que lo quiero.
-Tranquila, ya todo se va solucionar.
La realidad era que hacía dos semanas que no sabía nada de Jero. Por más que lo llamara y mandara mensajes no me los respondía. Me sentía fastidiada y debido a eso, sumado a mis hormonas de embarazada me las agarraba con personas que no tenían la culpa, como por ejemplo, mis amigas.
La verdad que estar peleada con la persona que más me importaba era horrible. Lo extrañaba horrores, para colmo faltaba un par de semanas para la entrega de diplomas de Jero y no sabía si iría debido a que aún estábamos peleados.
Decidí que ya era suficiente, debía arreglar las cosas, además mi papá había organizado un viaje y realmente quería ir con él antes de que fuera su entrega de diplomas. Le había mandado un mensaje a Jero para invitarlo al viaje que estaba organizando mi padre y así poder arreglar las cosas, pero otra vez no contestó, por lo que decidí hacerlo en persona.
Me encontraba en la puerta de la casa de Jero, toqué timbre dos veces hasta que Jerónimo en persona me abrió.
-¿Qué haces aquí Magalí? ¿Qué quieres? -preguntó Jero serio, saliendo a la puerta solo con pantalón pijama y el pelo algo desordenado.
-Cómo no me respondías los mensajes y llamadas decidí venir. -Dije entrando de una- Necesitamos hablar.
-Estoy ocupado. -Dijo cerrando la puerta y viniendo detrás de mí.
-Venía arreglar las cosas entre nosotros, además como te dije en el mensaje, mi padre organizó un viaje y me pareció buena idea ir juntos antes de que... -No pude terminar ya que alguien me interrumpió.
-¿Que haces tú aquí? -preguntó la ex de Jero ¿Yo? ¿Ella que hacía aquí? Y más vestida solo con una camisa de Jero.
-Yo me pregunto lo mismo. -Digo intentando contener la rabia- Por si no lo sabes Jerónimo es mi novio. -Digo sintiendo un sabor amargo. Claro, él se sacaba de quicio si yo hablaba con Esteban, pero yo no podía decir nada de todo esto- ¿Así qué con ella es que estás ocupado? -Digo conteniendo las ganas de llorar.
-Maga... No... -Intenta explicarse.
-Que tonta fui al venir aquí creyendo que podíamos arreglar las cosas entre nosotros, pero ya veo que me equivoqué. Con permiso, buen día. -Digo pasando por su lado.
-Maga, no es lo que piensas, por favor... -Intentó frenarme, pero me safé de su agarre.
-Adiós Jerónimo.
Salí de allí sin poder contener las lágrimas, realmente me dolía.
Apenas me marché, Jerónimo comenzó a llamarme y mandarme mensajes como loco, pero no le contesté ninguno, no podía creer que después de una estúpida discusión saliera corriendo a buscarse a otra y lo peor fue que buscara a su ex.
Apenas llegué a casa, me encerré en mi cuarto y dejé que todo el dolor saliera, lo único que quería era llorar y poder descargar toda la frustración y enojo que tenía dentro. No pasó mucho tiempo hasta que alguien tocó la puerta.
-¡Quiero estar sola! -Dije sin siquiera voltear a ver quien era.
-Maga. -Era Marianela- ¿Qué pasa que estas llorando?
-Es que recién vengo de lo de Jero, intenté arreglar las cosas, pero cuando llegué me encontré con que estaba con la ex. Se notaba que había pasado algo entre ellos. Fui una estúpida al creerle que entre ellos no pasaba nada.
-Tranquila Maga, Jero no es así. Él te ama, solo que es demasiado orgulloso para admitirlo.
-No sé Mari, es que tendrías que haberlos visto. -Digo llorando.
-Tranquila Maga, ya se van a solucionar las cosas entre ustedes.
-No sé, yo realmente lo quiero, pero no creo que pueda perdonarlo. Él me cela por algo que nunca va a pasar y después lo encuentro semi desnudo junto a su ex vistiendo solo su camisa.
Mientras hablábamos mi teléfono comenzó a sonar como loco con llamadas y mensajes, no se los respondí ya que estaba dolida aún por lo de hacía un rato atrás.
Mi teléfono dejó de sonar para comenzar a sonar el de Marianela.
-...
-Si, ella está aquí Jero, ella está bien.
-...
-Tranquilo, yo le digo.
-...
-De acuerdo. Chao. -Cortó y se me quedó viendo, la intriga me mataba.
-¿Y? ¿Qué dijo?
-Quería saber si estabas aquí y como estabas. Sonaba realmente preocupado.
-Ahora se preocupa. -Digo con sarcasmo- Pasó dos semanas sin hablarme y ahora se preocupa.
-Maga, no seas injusta con él. Últimamente tus hormonas de embarazada te están afectando.
-Realmente me molesta toda esta situación. -Digo soltando un suspiro de frustración.
-Lo mejor que puedes hacer es dejar todo tu orgullo a un lado e intentar arreglar las cosas, sino cuando sea tarde ambos se van a arrepentir.